En forma a ritmo de 'jazz'

Divertido y relajado, el 'gym-jazz' tiene múltiples ventajas para nuestro cuerpo

Por hola.com

Nada como el ejercicio para conseguir levantar el ánimo y generar energía. La práctica de deporte debería ser un hábito más en nuestra vida cotidiana, pero para ello es fundamental que nos resulte ameno. Precisamente el gym-jazz es una clase de gimnasia que se adecua bastante a estos patrones. Divertida y relajada, sustituye eficazmente a las tablas de ejercicio clásicos. Está íntimamente emparentada con el aeróbic, pues estimula el riego sanguíneo y la oxigenación de los tejidos, lo que proporciona un alto nivel de resistencia muscular ante esfuerzos mantenidos. Es una práctica muy útil para mejorar el sentido del equilibrio, ya que favorece el aprendizaje de una imagen corporal armónica, tanto durante el movimiento, como en estado de reposo.

Las gimnasias dinámicas y particularmente el gym-jazz producen con regularidad el denominado efecto fitness, pues consiguen en poco tiempo que nuestro organismo se vuelva más vigoroso y resistente. Esta disciplina fortalece los músculos y las articulaciones y aumenta su elasticidad y resistencia; mejora la coordinación de movimientos y tiene influencia en la actitud corporal y el equilibrio; incrementa la capacidad vital pulmonar y favorece el intercambio de oxígeno. Por otra parte, beneficia al corazón, ya que eleva su capacidad de contracción y de rendimiento. Y además, ejerce un efecto desintoxicante al aumentar la eliminación de toxinas a través de la piel, y relaja psíquicamente, dado que el cansancio induce al sueño tranquilo y prolongado.

Esta disciplina debe ser dirigida por un monitor y es muy recomendable realizarla en grupo. Existen centros y gimnasios preparados con personal especializado que le aconsejarán en sus inicios. Para practicarla, puede usar el tipo de ropa que más le guste, siempre que sea cómoda y que no le impida ni dificulte la libertad de movimientos. Se aconsejan prendas transpirables y ajustadas. Así, un body y unos leotardos son lo más adecuado, mientras que el calzado debe ser ligero, plano y muy flexible con suela antideslizante. Una cinta de toalla le ayudará a mantener el pelo recogido y le secará el sudor y, por último, una sudadera y unos calentadores de piernas evitarán enfriamientos posteriores.