Atraviesa una temporada muy dulce a nivel personal y profesional

Así es la vida de Blanca Romero junto a su hijo en Asturias, un oasis de tranquilidad y conexión con la naturaleza

La concursante de 'MasterChef Celebrity' ha conquistado a la audiencia con su arrolladora personalidad y particular humor

Por Carla Calvo

La naturalidad, arrolladora personalidad, particular humor y cercanía de Blanca Romero la han convertido en una de las incuestionables estrellas de la presente edición de MasterChef Celebrity. La popular actriz ha mostrado en las cocinas del talent culinario su faceta más personal, algo poco frecuente en ella teniendo en cuenta el perfil hermético que acostumbra a adoptar. Su participación en el formato de RTVE es, tal y como ha confesado en más de una ocasión, la aventura profesional que ha marcado su año. Una dulce etapa laboral que va de la mano de la íntima, en la que sigue disfrutando de la casa que adquirió en 2022 en su tierra natal, Asturias: una fabulosa residencia ubicada en el municipio de Villaviciosa que, desde entonces, se ha convertido en un refugio en el que desconectar más allá de los focos de la mano del hombre de su vida: su hijo Martín, de 11 años. 

Conectada con la naturaleza y volcada en su hijo Martín

Desde que la intérprete se instalara en la imponente y amplia construcción de dos plantas y estilo minimalista hace más de un año, es frecuente verla disfrutando de sus grandes pasiones. Dado que su hogar se encuentra en plena montaña y cuenta con un jardín de grandes dimensiones con piscina privada, aprovecha para recolectar los frutos que dan sus árboles, algo que le relaja, de igual modo que dar agradables paseos con su mascota, un perrito al que adora. Sentir la conexión directa con la naturaleza y tener unas vistas dignas de postal son dos de los factores que la impulsaron a instalarse allí, pero también lo fue el estilo de vida que le ofrece su tierra. Tener el mar cerca es fundamental para ella, algo que ilustró este verano a través del escrito de Alessandro Baricco que reza: "El mar encanta, el mar mata, conmueve, asusta, también hace reír, a veces desaparece, de vez en cuando se disfraza de lago, o bien construye tempestades, devora naves, regala riquezas, no da respuestas, es sabio, dulce, es potente, es imprevisible. Pero, sobre todo, el mar llama. Es lo único que hace en el fondo: llamar". Una llamada que ella cogió sin pensárselo dos veces y que le ha sumergido en encantadores planes de agua salada como sus jornadas de surf con amigas o sus momentos de relajación y autocuidado en la Playa de San Juan de Nieva, uno de sus rincones predilectos.

Si bien acostumbra a tener una rutina solitaria y tranquila alejada del barullo de la gran ciudad, tiene como compañero de excepción a su hijo, en cuya educación y desarrollo está muy volcada. Blanca, que también es madre de Lucía Romero, de 25 años, reside solo con el benjamín, pues su primogénita está independizada desde hace años en la capital, y tiene una fantástica relación con ambos. Ellos son su motor, su pilar y el mayor de sus logros: "No me puedo sentir más orgullosa de ser vuestra madre, ni sentirme más querida. Amor del bueno", les decía recientemente a través de un emotivo post en su perfil social. 

Loading the player...

De estilo boho minimalista y en medio de la montaña: así es la espectacular casa de Blanca Romero en Asturias

Radiante, renovada y "más viva" que nunca

En este momento de su vida está "todo muy bien", según admitió a los micrófonos de Europa Press, y no cierra puertas al amor, un sentimiento que le ha aflorado a raíz de su paso por el programa, cuya participación le "ha devuelto a la vida" y le ha permitido recuperar ilusiones que tenía olvidadas. "Si estoy una semana más, vengo hasta con tacones. Me llevaba haciendo la muerta muchos años y volví a la vida gracias a MasterChef", admitió en una de las entregas, donde fue incapaz de contener las lágrimas al reflexionar sobre el tiempo que llevaba aislándose en sí misma y llevando "vida de monte, todo el día con el chándal". "Me gusta mirarme al espejo y verme guapa otra vez y decir 'no estás tan acabada'", contó tras asegurar que había pasado toda una década sin maquillarse, dedicada "solo al niño" y compararse con una "monja de clausura" al abordar el tema de su vida sentimental. Una faceta que relegó a un segundo plano tras su divorcio, que le dejó "sin ganas" de conocer a nadie y le llevó a priorizar otros aspectos. Ahora la protagonista de series como Física o Química atraviesa una etapa preciosa en la que considera que está "más viva" que nunca, algo que se palpa en cada una de sus apariciones. 

El pasado sentimental de Blanca Romero: de Cayetano Rivera a la relación con el padre biológico de su hija

Los favoritos en la semifinal de MasterChef Celebrity: ¿quién tiene más opciones?