Su esperada reaparición pública después de matar accidentalmente a su compañera de rodaje Halyna Hutchins
Alec Baldwin desolado en su primera entrevista tras la tragedia que ha cambiado su vida
‘Yo no apreté el gatillo’. ‘Sin duda, es lo peor que me ha pasado. Sueño con el accidente constantemente. Me despierto en el momento en que se dispara el arma. No he dormido en semanas. Estoy pagándolo físicamente y me encuentro exhausto’
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Visiblemente emocionado, aún conmocionado y sin poder evitar las lágrimas. Así reapareció públicamente Alec Baldwin tras la tragedia que tuvo lugar, el pasado 21 de octubre, en el set de rodaje del wéstern Rust, cuando mató accidentalmente a la directora de fotografía, Halyna Hutchins, de cuarenta y dos años. Frente al periodista George Stephanopoulos, de la cadena ABC News, un desolado Baldwin recalcó que el arma que le dieron se disparó después de colocar el tambor en su lugar, pero que nunca apretó el gatillo. “No apreté el gatillo. No, no, no, no, no. Nunca apuntaría con un arma a nadie y apretaría el gatillo. Ese fue el entrenamiento que tuve cuando empecé”.
El actor explicó lo ocurrido: “Ella me pidió que la apuntara porque quería medir la luz, se ha hablado mucho de que nunca se apunta a nadie en un rodaje, pero, si te lo pide tu directora de fotografía, tienes que cumplir”, y contó que le dijo a Hutchins: “’En esta escena voy a sacar el arma. ¿Quieres verlo?’. Y ella contestó que sí. Así que tomé la pistola y, sin apretar el gatillo, le pregunté: ‘¿La viste?’. Y al soltar el martillo, el arma se disparó”. En ese momento, asegura el intérprete, no se dio cuenta de lo que había sucedido: “Vi cómo caía, pensé que se había desmayado. También escuché los gritos de Joel, pero no sabía lo que estaba pasando”. El actor repitió insistentemente que, aún hoy, no tiene ni idea de cómo la munición llego al set. “Alguien puso una bala real en un arma, una bala que ni siquiera se suponía que debía estar en la propiedad. Alguien es responsable de lo que pasó y no puedo decir quién es, pero sé que no soy yo”, dijo, sin querer acusar a la armera, Hannah Gutiérrez, ni al asistente de dirección, David Halls, a quienes se ha apuntado como los posibles responsables.
“Alguien puso munición real en esa pistola, una bala que ni siquiera debía estar en el edificio. No puedo decir quién fue, pero no fui yo”
Baldwin no cree que fuera un sabotaje, pero todavía no entiende qué pasó: “Llevo cuarenta años en este negocio y, cuando alguien te pasa un arma fría, quiere decir que el tambor está vacío. Si no hubiera habido munición en la propiedad, no estaríamos hablando de este accidente”. Ahora el actor vive encerrado en su casa de los Hamptons junto a su mujer, Hilaria, y sus hijos, lejos de la opinión pública y retirado de su carrera, que ya no le importa. “Sueño con el accidente constantemente. Me despierto en el momento en que se dispara el arma. No he dormido en semanas. Estoy pagándolo físicamente y me encuentro exhausto”.
Este suceso es lo peor que le ha pasado en la vida, “sin duda”, y asegura que no se siente “culpable”: “Podría haberme suicidado si hubiera creído que era el responsable, y no lo digo a la ligera. Ya no me importa mi carrera”.
La emotiva carta de Hilaria Baldwin a su marido tras su primera entrevista después de la tragedia
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