En 2007 se estrenó Keeping up with the Kardashians y el público pudo conocer a Kourtney, Kim y Khloé, las tres hijas mayores de Kris Jenner, que protagonizaban este reality en el que se seguía su vida profesional y amorosa en Los Ángeles. La mayor de las hermanas salía ya con Scott Disick, hijo de un famoso abogado y promotor inmobiliario estadounidense. Con él tuvo tres hijos, Mason, Penelope y Reign, y se convirtió en un habitual del programa de telerrealidad en el que se vieron momentos tan duros como la ruptura entre ellos o la lucha del empresario contra las adicciones.
Esta misma semana se conocía el ingreso de Scott, que sale desde 2017 con Sofia Richie, en una clínica de rehabilitación pero solo un dia después se confirma que la ha abandonado al sentirse inseguro por la filtración de una imagen suya en el interior. Tal y como ha informado su abogado, Marty Singer, no se trata de una recaída en sus adicciones sino un esfuerzo por recuperarse de los traumas que aún sufre tras la muerte de sus padres: en octubre de 2013 falleció su madre de manera repentina a los 63 años. Tres meses después, nada más comenzar el año y a la misma edad que su mujer, moría Jeffrey Disick, padre del modelo y empresario. 2014 fue uno de los peores años para la pareja de Kourtney, pero terminó de la mejor manera con el nacimiento de su hijo Reign. Sin embargo, la felicidad no duraba mucho porque en 2015 se rompía su relación con la hermana de Kim y Khloé y los rumores sostenían que se había debido a sus adicciones.
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Al ser hijo único y por la relación tan cercana que tenía con sus padres, fue especialmente duro para él el quedarse solo. A lo largo de los años en estas últimas temporadas de Keeping Up with the Kardashians, en donde ahora aparece de manera habitual, hemos visto algunos de sus momentos más bajos y, en cambio, muy pocas veces se ha hablado de esta situación que tanto ha afectado a su persona. En un capítulo que pudo verse hace algunos días, Kim comentaba precisamente lo importante que era para Scott y sus hijos la presencia de uno de sus pocos familiares en la cena de Navidad, por lo que está claro que el empresario lleva meses intentando lidiar con los problemas a los que ahora, finalmente, se ha enfrentado.
Según publica E! News, que es también la cadena que emite Keeping Up with the Kardashians, Sofia Richie estaba "extremadamente preocupada por las elecciones que estaba haciendo y cómo se descontroló tan rápido" mientras estaban ambos en cuarentena en Malibú. Entonces, la hija de Lionel Richie contactó con Kourtney porque no sabía qué más hacer, pero la ex del empresario era plenamente consciente de que algo no iba bien. "Estaba muy molesta, sabía que pasaba algo por su falta de respuesta a asuntos que tenían que ver con los niños", asegura una fuente cercana a la familia. "Ya había pasado por algo así antes y sabía que tenía que ponerle freno inmediatamente, así que le dio un ultimatum y él no tuvo más remedio que pedir ayuda".
