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El puente de Todos los Santos es una fecha señalada en el calendario de los amantes de la cinegética y la vida en el campo. Durante esos días, jets privados de todo el mundo aterrizan en los aeropuertos particulares de las grandes fincas y cotos de media España, trayendo a bordo a personalidades internacionales en busca del fin de semana de caza perfecto. En la provincia de Ciudad Real, casi colindando con Jaén, existe una finca que se ha convertido en uno los refugios secretos predilectos de royals como la Princesa Carolina de Mónaco, el Rey don Juan Carlos o la Jequesa de Qatar. Se trata de La Nava del Barranco, situada a pocos kilómetros de Valdepeñas, que constituye desde hace más de una década una reserva única para los amantes de la naturaleza y el lujo y, más específicamente, de la caza de la perdiz, un deporte de moda entre las clases altas desde los tiempos de Alfonso XIII.
Este fin de semana, La Nava acogió a algunas de las mujeres más influyentes del mundo de la moda. Lauren Santo Domingo, la empresaria estadounidense que creó la plataforma de comercio electrónico Moda Operandi, que pone a disposición de sus clientas las colecciones completas solo 24 horas después de los desfiles, eligió esta finca en mitad de la sierra castellanomanchega para disfrutar del puente de Todos los Santos. Santo Domingo, que es la responsable de que la firma española Delpozo sea un éxito en Estados Unidos, se ha hospedado allí junto a un grupo de amigas, todas ellas prescriptoras de moda, y sus respectivos maridos.
Entre las acompañantes de Santo Domingo se encontraban la it girl rusa Dasha Zhukova, una coleccionista de arte, editora de revistas y filántropa que estuvo casada con el poderoso magnate Roman Abramovich. También estaban la diseñadora y estilista Tabitha Simmons, y la estilista Caroline Sieber, conocida por ser embajadora de Chanel. Todas acudieron acompañadas por sus maridos: Lauren junto a el magnate de origen colombiano Andrés Santo Domingo; Tabitha junto a Topper Mortimer, y Caroline junto al aristócrata y anticuario Fritz von Westenholz.
Un día antes de su aterrizaje en La Nava, el grupo de it girls visitó el Museo Guggenheim de Bilbao. La presencia de Dasha Zhukova en la pinacoteca no pasó inadvertida en la ciudad vasca. La coleccionista rusa firmó el libro de visitas del Guggenheim, posó con algunos responsables del museo y, al día siguiente, varios periódicos locales recogieron su paso por el País Vasco.
Tras la visita al museo y recorrer Bilbao, la pandilla de cazadoras de tendencias se dirigió a La Nava, que cuenta con su propia pista de aterrizaje desde donde pueden operar vuelos nacionales e internacionales con cualquier avión ejecutivo. En la finca les esperaba un almuerzo al aire libre con vistas al paisaje típico de Castilla-La Mancha: las grandes siembras y tierras de labor dominadas por olivares milenarios y, de fondo, los valles y barrancos de lentiscos y monte bajo. Por la noche cenaron en el comedor de la casa, al calor de una gran chimenea. Pero en La Nava no todo es cinegética. Las posibilidades que ofrece son interminables: desde partidos de tenis hasta paseos a caballo, pasando por tiro al plato y golf. Además, sus huéspedes pueden realizar paseo en globo y o en quad.
Los anfitriones de Lauren Santo Domingo y sus amigos no fueron otros que la familia Madem, propietarios de La Nava. Tradicionalmente vinculada desde hace décadas al ojeo de la perdiz en España, esta familia ha estado presente en las cacerías más importantes del país y ha organizado batidas a los personajes más importantes del panorama cinegético internacional. Actualmente, Javier Medem, junto a su mujer Almudena y su cuñado Álvaro del Moral, lideran la gestión de La Nava. Durante la temporada de caza, atraen a Castilla-La Mancha a la “beautiful people” de todo el mundo.
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