David Silva relata los duros momentos que vivió tras el nacimiento de su primer hijo

El futbolista del Manchester City ha confesado los duros momentos vividos después de que el pequeño llegara al mundo con tan solo 25 semanas de gestación

Por Gtresonline

Después de los duros meses vividos tras el nacimiento "prematuro extremo" de su primer hijo, David Silva ha hablado por primera vez de lo que sintió en aquellos críticos momentos. "Estaba muerto de miedo. Fue la época más difícil de mi vida", reconocía el futbolista del Manchester City y la Selección Española en una entrevista concedida recientemente al diario The Sun. El canario y su pareja, Yessica Suárez, se convertían en padres por primera vez a finales de 2017 en unas duras circunstancias, ya que su pequeño Mateo llegaba al mundo después de un complicado embarazo y tan solo 25 semanas de gestación, hecho por el que debió permanecer más de 5 meses ingresado en el hospital Casa de la Salud de Valencia. Una temporada que, afortunadamente, ya ha quedado atrás, pero que le ha hecho cambiar su manera de ver la vida.

VER GALERÍA

Un poderoso motivo por el que el mediocentro se vio obligado a volar continuamente a España, de modo que se perdió varios encuentros con el conjunto entrenado por Pep Guardiola, quien se mostró muy comprensivo con la situación en todo momento. "Realmente, fue más difícil estar fuera del campo que dentro. Cuando viajas constantemente para estar con tu familia no puedes concentrarte al 100% en tu trabajo o profesión", afirmaba al medio británico recordando el estrés sufrido durante aquellos días.

"Cuando viajaba a España y hablaba con los médicos siempre tenían respuestas diferentes. No sabíamos qué iba a pasar mañana. Era el miedo a lo desconocido, todo estaba bien, pero decían que hasta dentro de unas semanas no sabrían nada seguro". Una angustia e incertidumbre que, según él mismo, le han marcado profundamente haciéndole valorar lo verdaderamente importante: su vida familiar.

Sin duda, su bebé ha sido quien le ha aportado la enseñanza más grande. "Mateo ha demostrado mucho, muchísimo. Está peleando todo el tiempo. Yo puedo rendirme a veces, pero él es un luchador", ha recalcado el jugador de 32 años. Por esta razón, no ha dudado en hacerse un tatuaje en su brazo izquierdo con las palabras "Never surrender" (nunca rendirse). Un bonito mensaje que le inspira para seguir adelante. "Mi hijo ha pasado por un mal momento, pero eso me ayuda a pensar que va a ser aún más fuerte", revelaba.

Asimismo, el exfutbolista del Valencia ha confesado que, en la actualidad, el pequeño es muy bueno y se encuentra perfectamente. No obstante, debe someterse a controles de salud de manera periódica. "Hay que vigilarle todo el tiempo. Los doctores le están haciendo diferentes pruebas, pero cruzamos los dedos para que todo salga bien", manifestaba esperanzado. "Me siento muy feliz y en poco tiempo estaré listo al 100% para la nueva temporada".