Audrey Hepburn y Emma Ferrer, cuando la genética manda

A pesar de no haber conocido a su abuela, la nieta de Audrey Hepburn tiene mucho en común con la leyenda de Hollywood

Por Gtresonline

Audrey Hepburn fallecía a principios del año 93 en su residencia suiza tras una larga y dura lucha contra el cáncer. Una leyenda del cine, una joya del Séptimo Arte que se fue tal vez demasiado pronto, sin embargo, su muerte no hizo sino más que acrecentar el mito de una actriz que, valga la ironía, sigue muy vivo en el mundo.

Tan solo un año después de su marcha, Emma Kathleen Ferrer, hija del primogénito de Hepburn con el también actor Mel Ferrer, Sean, llegaba al mundo sin saber que dos décadas más tarde seguiría manteniendo vivo el espíritu de su abuela. Y no solo en lo que al físico se refiere -no hace falta más que comparar sus fotografías para darse cuenta de que Ferrer ha heredado la icónica belleza de su abuela-, sino también en distintos aspectos personales, en los que las similitudes del estilo de vida de Emma, recuerdan notablemente al de la diva de Hollywood.

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“Conocía su imagen, por supuesto, y yo resulté estar ligada a ella por pura coincidencia. Pero como niña no podía relacionarla con Audrey Hepburn, la actriz. Para mí era simplemente familia”, explicaba hace unos años la joven en un número de la edición estadounidense de Harper’s Bazaar.

El talento de Audrey para el cine es indiscutible, el de Ferrer, aún está por explotar, aun así, Emma ya ha realizado algunos ‘pinitos’ en el mundo de la interpretación. Pero Hepburn destacaba también en otros muchos campos, como el de la danza. Estudió ballet de la mano de Marie Rambert, una reputada bailarina que ejerció una gran influencia en el mundo de la danza clásica; algo que también ha hecho su nieta en la Academia de Arte de Florencia, lugar en el además se licenció en Arte. No obstante, el verdadero talento de la joven es mucho más gráfico. Sus redes sociales están plagadas de obras realizadas por ella misma, así como de fotografías en las que demuestra sus dotes con la cámara.

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La moda es otra de las grandes pasiones que Emma comparte con Audrey. Además de ser modelo y haber desfilado en algunas de las pasarelas más importantes del mundo y aparecido en la portada de numerosos editoriales especializados, Emma ha sido musa de una de las firmas más icónicas del mundo de la moda, Dior. Quizás no al nivel al que lo fue Audrey para Givenchy, sin embargo, Ferrer ha protagonizado varias campañas de la firma y suele presenciar desde el ‘front row’ los desfiles de la casa de costuras.

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Y hablando de ‘musas’… Hepburn fue capturada por el objetivo del legendario fotógrafo Richard Avedon en numerosas ocasiones, quien realizó en los años 50 algunas de las capturas más icónicas de la actriz; curiosamente el nieto de este, era el encargado de inmortalizar a Emma Ferrer en el reportaje del citado magazine estadounidense.

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No obstante, una de las cualidades más destacadas que Emma ha heredado de la mítica actriz hollywoodense es su deseo de hacer del mundo un lugar mejor. Las labores filantrópicas de Hepburn sirvieron a la joven para colaborar de manera activa con distintas Organizaciones no gubernamentales. Mientras Emma es miembro de ACNUR, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Audrey lo fue de otro importante organismo de la ONU, UNICEF. “El trabajo social que hizo en la segunda parte de su vida influyó en mi decisión de ir a Grecia con las Naciones Unidas. Una vez leí cómo le cambió la vida a mi abuela la primera vez que viajó con Unicef. Fue un verdadero shock para ella. Así que me enfrento a esta experiencia con bastante respeto”, explicaba en una conocida publicación femenina. Han pasado varios años desde su primera experiencia como voluntaria, sin embargo, Emma sigue aportando su granito de arena acudiendo a distintos campos de refugiados y colaborando con los afectados de esta crisis internacional.