El estadio de Old Trafford, en Manchester, que tantas veces vio jugar a David Beckham durante los años en los que estuvo en el Manchester United, volvió a recibirle este sábado. David se ha calzado una vez más sus botas de fútbol para pisar con ellas el césped del Old Trafford por una muy buena causa: el partido a beneficio de Unicef que jugó junto con otros astros del balón y en el que estuvo arropado por el mejor equipo posible, su familia.
El partido 'Match for Children' reunió a David Beckham con otros exfutbolistas como Luis Figo, Fernando Hierro, Ronaldinho o Patrick Kluvert, entre otros. Se trataba de un encuentro solidario en el que los deportistas se unieron en favor de los niños en el mundo, enfrentando a un equipo de Gran Bretaña e Irlanda con otro del Resto del Mundo y que culminó con el triunfo de los británicos-irlandeses con un marcador de 3-1. Tras una actuación musical de Rita Ora, que amenizó el evento, David pronunció algunas palabras explicando a los asistentes cómo ha sido su gira de partidos benéficos que le ha llevado por todo el globo para jugar un encuentro en cada continente.
Si había algo que podía hacer aún más especial este ya de por sí emotivo partido para David Beckham era el apoyo de su familia. Ninguno de sus hijos se perdió este acontecimiento. Romeo, Cruz y Harper Beckham, de 13, 10 y 4 años respectivamente, posaron junto al exfutbolista al comienzo del partido, en el momento de las presentaciones. A Brooklyn Beckham, el mayor de los hermanos, no se le vio con ellos en ese instante, pues haría su aparición estelar más adelante.
Cruz y Romeo eran auténticos 'mini Davids' vestidos con la misma equipación roja que su padre. La pequeña Harper, una preciosa princesita de larga melena rubia con un abrigo de lana también roja, no pudo contener algún bostezo ante las cámaras, y es que este tipo de eventos tan largos son inevitablemente cansados para una niña de su edad. Eso sí, seguro que al aburrimiento no se debían los gestos de cansancio de Harper, puesto que, tal y como ha comentado alguna vez su madre, Victoria Beckham, a la pequeña le encanta el fútbol: “Adora ponerse vestidos, pero también le gusta ponerse las bodas de fútbol y salir al jardín a jugar con sus hermanos y hacer un poco el bruto”, revelaba recientemente.
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Entre el equipo de David se encontraba un miembro muy especial: su hijo Brooklyn, que a sus 16 años demostró ir literalmente tras los pasos de su padre jugando con él junto al Resto del Mundo. El mayor de los hijos de David y Victoria dejó constancia en las redes sociales de la ilusión que le hizo participar en el encuentro publicando este mensaje: "Qué experiencia tan increíble jugar con algunos de los mejores futbolistas del mundo. Siempre recordaré este momento".
Tras el partido, también David compartió un agradecido mensaje en su cuenta personal de Instagram: "Muchas gracias a todos los que habéis venido al partido de hoy. Ha sido realmente especial salir a la cancha del Old Trafford una vez más, pero también por una causa muy importante con Unicef y mi Fundación 7". Un gol por la solidaridad y en la mejor compañía posible.
