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ALBARRACÍN (TERUEL)

Azorín dijo de este pueblo de Teruel que “era una de las ciudades más bonitas de España”. Y no andaba mal encaminado. Su estampa, vistas desde la lejanía, es casi de cuento, con un anillo de murallas encerrando su casco compacto y pintado del color terroso de los ladrillos del adobe. Por dentro, la percepción no varía, con sus calles restauradas con todo mimo que evocan el sabor de un pasado musulmán, renacentista y barroco.

 

Albarracín, un día para callejear y otro para bañarse (si se tercia)

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CAPILEIRA (GRANADA)

En el corazón de la Alpujarra, este conjunto histórico artístico define la imagen de los pueblos de esta comarca granadina: una arquitectura peculiar en sus viviendas, perfectamente adaptadas a lo quebrado del terreno y a la climatología de la zona, que se ordenan en estrechas calles donde perdura la memoria de su pasado morisco.

 

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TORLA (HUESCA)

No es solo su casco antiguo, un reducto medieval coronado por su iglesia parroquial y con iglesias, castillos, buenas muestras de la arquitectura tradicional altoaragonesa y calles detenidas en el tiempo, lo que llama verdaderamente la atención de este pueblo de Huesca es su espectacular emplazamiento, recortado sobre las fajas glaciales de Ordesa. Ejerce como puerta de entrada al valle y al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

 

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ARTÍES (LLEIDA)

En el valle de Arán, en pleno Pirineo de Lleida, se sitúa este pequeño y pintoresco pueblo a orillas del río Garona. A los pies de la iglesia románica de Santa María, Arties compone un mosaico de tejados y puntiagudos campanarios de pizarra, donde también sobresalen otros edificios notables, como la casa Ço de Paulet, el macizo torreón de la casa de Portolá y la iglesia de Sant Joan. Como curiosidad, aquí se habla una lengua propia, el aranés, y se disfruta de una gastronomía tradicional con mucha enjundia. Todo con las montañas pirenaicas como telón de fondo.

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GUADALEST (ALICANTE)

En el corazón de la Marina Baixa, una de las comarcas más verdes y evocadoras de Alicante, se sitúa este bello pueblo medieval encaramado a una peña rocosa y rodeado de valles y sierras que tiene en el castillo de San José su emblema histórico y monumental. Está a poco más de 20 kilómetros de zonas tan turísticas como Altea o Benidorm, pero en la costa alicantina aún miramos más hacia sus playas que al interior, y merece la pena.

 

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ZAHARA DE LA SIERRA (CÁDIZ)

Rodeado de altas montañas este pueblo de la sierra de Cádiz se asoma a las aguas añiles de su embalse desde un castillo inexpugnable y un caserío blanco declarado conjunto histórico artístico. Hay que visitar la iglesia de Santa María de la Mesa, los restos de la villa medieval con sus murallas, la torre del Reloj y por supuesto pasear por sus callejuelas hasta sentarse a descansar en su plaza Mayor. Y además no dejes de probar uno de sus tesoros gastronómicos, los gañotes, dulces de almendra y canela.

 

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PIORNEDO (LUGO)

Es en esta población de los Ancares lucenses donde se conserva un número mayor de pallozas. No en vano, muchas de ellas han estado habitadas hasta épocas recientes. Los picos que la enmarcan constituyen la puerta de entrada a Galicia del Camino Francés, que ha marcado desde hace siglos la vida de las poblaciones de Os Ancares.

 

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ALCALÁ DEL JÚCAR (ALBACETE)

Uno de los pueblos más pintorescos y mejor conservados de Castilla-La Mancha, extendido por la ladera de un cañón, formado por la erosión del río que ha modelado el paisaje. Sus calles son cuestas empinadas y estrechas que invitan al paseo sosegado, mientras sus casas se amontonan, excavadas en la roca o en equilibrio, y el castillo almohade despunta sobre una muela formada por la hoz del río Júcar.

 

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RONDA (MÁLAGA)

Cuna de célebres toreros, morada de leyendas y fuente de inspiración, esta localidad malagueña es una de las más románticas de Andalucía. La Ciudad Vieja y la Nueva las une el Puente del Tajo, desde donde la panorámica de la serranía de Ronda es impagable, especialmente al atardecer.

 

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ALQUÉZAR (HUESCA)

Una bonita villa medieval en la comarca del Somontano donde además de buen vino tiene un magnífico entorno. El río Vero ha formado a sus pies un formidable cañón que se recorre por unas pasarelas ancaladas a las paredes verticales del cañón. Una senda circular de tres kilómetros espectacular a más no poder. En Alquézar hay que visitar su castillo convertido en colegiata, y asomarse al mirador Sonrisa al Viento desde donde se obtienen las mejores vistas. 

 

Alquézar, una villa medieval y unas pasarelas panorámicas sobre el cañón

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CANGAS DE ONÍS (ASTURIAS)

Primera capital del reino astur y antesala de los Picos de Europa, la imagen más conocida, y fotografiada, de esta localidad y todo un emblema de la misma es su puente romano, con la cruz de la Victoria colgante. Aquí no hay que dejar de comprar un buen queso en alguna de sus muchas queserías y acercarte, a unos 20 minutos en coche, al santuario de Covadonga y de aquí, a los lagos. 

 

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UNHA (LLEIDA)

Este pueblecito del valle de Arán cercano a Salardú es uno de los que mejor ha resistido el paso del tiempo y testimonio de ello es su iglesia románica dedicada a Santa Eulalia, con una bellísima torre octogonal, que se alza sobre el armónico conjunto de casas aranesas entre las que destacan Ço de Basteret, que acoge el Museo de la Nieve.

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CANDELARIO (SALAMANCA)

El magnífico paraje natural en el que se encuentra, la sierra de Béjar, y su bien conservada arquitectura popular fundamentan el atractivo de este pueblo serrano que pasa por ser uno de los más bonitos de España. Un concierto de aguas rumorosas acompaña el paseo por él, mientras se admiran sus típicas casas choriceras, en las que se curan desde siempre los mejores productos chacineros

 

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TEJEDA (GRAN CANARIA)

En el centro de Gran Canaria, en la zona más elevada, Tejeda reúne algunos de los grandes atractivos de la isla, tanto naturales como patrimoniales y hasta arqueológicos: buenos ejemplos de arquitectura tradicional canaria, museos, el Roque Bentayga, con su parque arqueológico; La Cruz de Tejeda, y, sobre todo, el Roque Nublo, una enorme roca basáltica en forma de monolito de más de 70 metros de altura, surgida como consecuencia de la actividad volcánica durante el Pleistoceno.

 

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CAZORLA (JAÉN)

Este caserío que esparce sus calles y plazas a los pies del castillo de la Yedra y de la peña rocosa de los Halcones es uno de los más bellos de Andalucía y ha sido elegido Capital del Turismo Rural 2022.

A lo encantador del pueblo jienense hay que sumar el cinturón de sierras que lo rodea donde nace el Guadalquivir. Lo mejor es perderse por sus calles y disfrutar de su arquitectura, sus casonas nobiliarias, descubrir sus plazas como la Plaza de la Corredera y asomarse a sus miradores. Una vez en el pueblo hay que disfrutar de la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas y las muchas posibilidades de realizar actividades de turismo activo y de aventura por la zona.

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