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Descubriendo Belfast, de sus mercados a sus lugares de moda

Por lo general, la única imagen que se tiene de la capital de Irlanda del Norte está relacionada con el conflicto político cuyas heridas empezaron a cerrarse en 1999. Pero, salvo en algunos barrios, donde aún se pueden ver vestigios de la división, en el resto de Belfast se percibe el ambiente de una capital europea, tan cosmopolita y tolerante como la que más. Allí que nos hemos ido a descubrirla.

by JOSÉ MARÍA DE PABLO

Próspera desde el siglo XVIII gracias a la potente industria textil del lino y a sus astilleros, Belfast conserva en su centro histórico un catálogo de edificios monumentales que antaño fueron almacenes industriales y hoy se han reconvertido en apartamentos, oficinas, hoteles o elegantes restaurantes. Es el caso del Café Parisien (cafeparisienbelfast.com), situado en el primer piso de Cleaver House, desde cuyos salones se disfrutan unas vistas fantásticas del Ayuntamiento.

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Tras entrar en el palacio municipal, un edificio de época victoriana, para quedarse extasiados en el hall y la escalera de dos brazos ambos construidos con el mejor mármol italiano, hay que entretenerse en las animadas calles que lo rodean, ya que en ellas se encuentran las tiendas y centros comerciales de moda como Victoria Square. También es esta la zona para encontrar pubs de los de toda la vida. El mejor ejemplo es The Crown Liquor Saloon (nicholsonspubs.co.uk), que forma parte del Patrimonio Nacional, ya que se conserva tal y como se inauguró en 1873 para dar servicio a los viajeros que iban y venían desde la cercana estación de tren. Y es que los pubs son el lugar ideal para conocer de primera mano el afable carácter de los habitantes de Belfast. Independientemente de cuáles sean sus raíces o religión, ante una pinta de Guinness y el sonido de la música tradicional (belfasttradtrail.com), las diferencias desaparecen y empieza la fiesta.  

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Otra inmersión en la esencia de la ciudad tiene lugar durante la visita a St. George Market, el mercado de abastos donde, junto a puestos de pescado, fruta y carne, se pueden encontrar antigüedades, objetos raros para coleccionistas y pequeños restaurantes de street food, todo ello de lo más auténtico. 

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A escasos metros del mercado, Belfast Waterfront es el nombre del moderno auditorio que ha traído a la orilla del río Lagan la renovación urbanística que estos muelles de carga iban necesitando. Recuerdo de esa herencia industrial es The Barge (holohansatthebarge.co.uk), una barcaza convertida en museo con restaurante donde se puede profundizar sobre la actividad portuaria de Belfast, una historia de éxito económico de la que la ciudad se siente orgullosa.  

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The Barge es solo el aperitivo, ya que el plato fuerte de este viaje por las orillas es el barrio del Titanic, llamado así por haber acogido a los astilleros de Harland & Wolff, compañía pionera en la construcción de trasatlánticos, entre ellos el lujoso y cinematográfico Titanic. A pesar de que esa industria ya desapareció –hoy solo se construyen aquí plataformas petrolíferas y molinos de viento–, quedan para la posteridad sus mastodónticas instalaciones, especialmente reseñable la estación de bombeo y el dique seco. Para poner en contexto todo esto está el Titanic Belfast (titanicbelfast.com), un museo marítimo que es un alarde de tecnología y propone un viaje al pasado en una exposición que incide tanto en la empresa constructora como en las vidas de las personas que sufrieron el accidente más famoso del principios de siglo XX. 

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Y para rememorar también esta era de grandes viajes, nada como tomar el té con pastelillos en la sede central de la naviera, que acaba de reabrir sus puertas como hotel de lujo bajo el nombre de Titanic Hotel Belfast (titanichotelbelfast.com).

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La capital de Irlanda del Norte también está repleta de referencias para amantes del cine y la televisión. Aquí está el set de rodaje de Juego de Tronos y, además, sus alrededores han sido escenario de diversos capítulos, así que la serie cuenta con su propia ruta. La última novedad en incorporarse a esta experiencia son las 10 puertas talladas hechas con la madera de las hayas centenarias de The Dark Hedges (la avenida escoltada por estos árboles que discurre a lo largo de la carretera Bregagh, entre Armoy y Stranocum, en el condado Antrim) desplomadas a causa de la tormenta Gertrude en enero de 2016.

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Las puertas ricamente decoradas siguiendo los diseños de los  mejores ilustradores especializados se ubican en diez pubs distribuidos por toda Irlanda del Norte, una de ellas en The Dark Horse Bar (dukeofyorkbelfast.com/venues/the-dark-horse), un elegante pub en el corazón del barrio de la Catedral, el distrito de marcha en Belfast. En cada pub se puede encontrar el pasaporte con información de las puertas y un espacio para que el propietario ponga el sello que certifica la visita. 

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Al  margen de los lugares popularizados por la serie, en Belfast hay también decenas de referencias literarias, como la colina del gigante dormido, en la que se dice se inspiró Jonathan Swift para escribir Los Viajes de Gulliver; o la ruta de las Crónicas de Narnia, de C.S Lewis. Nada de ficción, aunque mucho de cinematográfico tiene la historia del Parlamento de Irlanda del Norte, un enorme edificio neoclásico de piedra blanca que pudo salir indemne de los bombardeos de 1941 gracias a la curiosa técnica de camuflaje consistente en aplicar un mejunje hecho con estiércol de vaca mezclado con betún. 

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GUÍA PRÁCTICA

Cómo ir

Algunas compañías ofrecen vuelos directos desde España al aeropuerto internacional de Belfast. También se puede llegar al de Dublín, la capital de la República de Irlanda, y desde este en autobús a Belfast, un trayecto de poco más de dos horas. 

Dónde dormir

En Europa Hotel (hastingshotels.com/europa-belfast), una institución en pleno centro que resiste actualizado. También en Culloden Estate & Spa (hastingshotels.com/culloden-estate-and-spa), una mansión neogótica situada en un alto en Holywood, en la boca del puerto de Belfast, ya en las afueras de la ciudad. Ideal para descansar tras una jornada de visitas.

Dónde comer

Holohans at The Barge (holohansatthebarge.co.uk) es ideal para parejas, el restaurante de la barcaza museo ofrece platos tradicionales en grandes raciones. Buenas opciones son también The Muddlers Club (themuddlersclubbelfast.com) donde el joven chef Gareth McCaughey da un giro de creatividad a la gastronomía norirlandesa cocinando de cara al público con productos de cercanía, y Love Fish (michaeldeane.co.uk/love-fish/), en el que Michael Deanes, un exitoso cocinero de Belfast con diversos restaurantes, ofrece un menú de pescados y mariscos frescos en un ambiente trendy

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