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BAHÍA DE KOTOR
Es el mayor tesoro natural de Montenegro y de la Costa Dálmata, un paisaje que recuerda a los fiordos noruegos y que esconde en su fondo a la ciudad que le da nombre. Este precioso enclave eclipsado durante años, como también lo fueron en esta costa Splitz y Dubrovnik, es un delicioso laberinto de callejuelas umbrías y empedradas, de placitas y pasadizos oscuros que está declarado Patrimonio de la Humanidad. Pero también lo son, en la bahía, las playas de Ulcink o las de Sutomore, y las dos curiosas y minúsculas islas de Gospa od Skrpjela y Sveti Djordje. Más información en Turismo de Montenegro.

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DJERBA
En el golfo de Gabés, frente a las costas de Túnez, la isla de Djerba es un paraíso de belleza singular en el que Homero situó uno de los pasajes más emocionantes de La Odisea. La preciosa medina y las mezquitas de su capital, Houmt Souk, pero también sus pintorescos cafés y restaurantes de pescados; el palmeral de Guellala, famosa por su cerámica artesanal; los mercadillos y la sinagoga de La Ghirba (la ‘Jerusalén de África’), las playas las de Sidi Bakur o las divertidas excursiones en camello aguardan hoy a los sucesores de Ulises. Más información en Turismo de Túnez.

BODRUM
En plena costa del mar Egeo, en Turquía, la luz mediterránea invade al atardecer el bullicioso puerto de Bodrum, la antigua Halicarnaso, el alma de esta ciudad, con sus típicas casas blancas mirando al mar, sus cafetines, sus animados bares y sus terrazas de la playa de Kumbahçe. Una excelente base de operaciones para recorrer en una goleta las deliciosas caletas e islotes de esta cosata, hacer submarinismo en el golfo de Gökova y extasiarse con el color del mar. Más información en Turismo de Turquía.

PORTOFINO
Esta coquetísima villa marinera elegida como lugar de vacaciones por artistas y aristócratas ofrece como estampa un decorado de cine: la hilera de casitas de colores de su puerto, donde conviven las barcas de los pescadores y los yates más glamourosos, amén de sus callejuelas que conservan todo el encanto de antaño, ribeteadas, eso sí, por las boutiques más exclusivas y pequeños hoteles con encanto. Esta esquina de la región de Liguria, entre el monte y el mar, es uno de esos rincones perfectos para ver y ser vistos. Más información en Turismo de Portofino.

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PIRAN
Enclavada al suroeste de Eslovenia, esta pequeña lengua de tierra que se asoma al mar Adriático acoge uno de los cascos medievales más intrincados y mejor conservados de toda Europa. Está coronado por el estilizado campanario de San Jorge, que brinda la mejor panorámica de su casco antiguo, rodeado de murallas medievales, y cargado de notables monumentos heredados de su ajetreada historia. Muy cerca se halla Portoroz, el puerto deportivo más lujoso y exclusivo del país. Más información en Turismo de Eslovenia.