El Día de la Infancia amaneció soleado en el Parque de atracciones de Gröna Lund. El cielo aportaba su rayito de esperanza a la causa de la reina Silvia (la defensa de los derechos de los niños) y vistió con el mismo azul claro que lucirían Magdalena y Leonore de Suecia la jornada de diversión, en la que toda la recaudación de la mañana se destinaba a favor de la fundación Childhood, que trabaja para que todos los pequeños crezcan en un ambiente seguro y amoroso, libre de violencia y abuso. La soberana sueca confió la apreciada cita a la princesa Magdalena, heredera de su labor humanitaria, mientras los reyes Carlos Gustavo y Silvia y los príncipes Victoria y Daniel celebraban con la gran familia de la realeza el 50º cumpleaños de Federico de Dinamarca.
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Era la segunda vez que la princesa Magdalena asistía como invitada de honor a este compromiso, que cumple su decimoquinta edición, y la primera vez para la princesa Leonore, que se mostró tan encantada de añadir un nuevo debut oficial como de disfrutar de un domingo especial con su madre para ella sola, sin tener que compartirlo con sus hermanos. Para atraer a tantos visitantes como fuera posible, y por lo tanto para obtener una suma lo más abultada posible en apoyo a la infancia, varios artistas se subieron al escenario para obsequiar al público con un gran espectáculo. El parque se llenó de música, entre otros de Markoolio, Chris Kläfford, Hanna Ferm..., y de risas reales en la primera fila. La pequeña, como una mayor, se lo pasó en grande comiendo palomitas durante el espectáculo, riéndose con las actuaciones y asistiendo a un diluvio de confeti al final del concierto. Un gran momento entre madre e hija que repercutiría en muchos mejores momentos para los niños desfavorecidos del mundo.
La diversión no había hecho más que arrancar y se puso a toda velocidad en las atracciones del parque. La princesa Leonore, que es una valiente, alzó las manos al aire mientras montaba en el carrusel Flying Elephants, y la princesa Magdalena, que es una madre atenta, agarró rápidamente a su pequeña para que no se hiciera daño en un vaivén del vagón. No hubo nada que lamentar y sí mucho que agradecer: “Gracias a todos los artistas que actuaron y gracias a Gröna Lund, cuya recaudación en taquilla fue destinada en favor de la infancia, para que los niños crezcan en un ambiente seguro y amoroso, libre de violencia y abuso”, escribió la Princesa en sus redes sociales.
Su regreso a Suecia coincide con la noticia de una nueva mudanza: la princesa Magdalena y su familia abandonan su residencia en Belgravia, un exclusivo barrio del centro de Londres, entre los distritos de Ciudad de Westminster y Kensington y Chelsea. Pero permanecerán en la capital británica, según ha confirmado la Casa Real sueca. La princesa Magdalena y Chris O’Neill se fueron allí a vivir en 2015 y durante estos años parecían encantados en la lujosa zona residencial. El apartamento, de 261 metros cuadrados, en el que han vivido hasta el momento, se alquilará por 3.250 libras por semana, lo que equivale a aproximadamente 3.700 euros, según informa el diario Expressen. El anuncio también indica que la casa de tres plantas consta de una terraza en la azotea, un dormitorio principal con baño adjunto, dos dormitorios más, dos baños, cocina, cuarto de lavadora, dos salas de estar grandes, dos armarios, balcón y un garaje con dos plazas.
