La nueva Mette-Marit de Noruega: un estilo que despunta

De largo y de corto, 'vintage' y a la última, recatada y atrevida… la nueva elegancia de la princesa convence

Por hola.com

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La princesa Mette-Marit no es la que era hace diez años. Se ha hecho otra desde su matrimonio con Haakon de Noruega. Más regia, más elegante… Perfecta. Hemos sido testigos a lo largo de esta década de su cambio radical: primero, interior, y últimamente, también, exterior. Aquellos que no vieron con buenos ojos el compromiso del príncipe Haakon con aquella cenicienta del siglo XXI de pasado disoluto (diciembre de 2000) y su posterior boda (25 de agosto de 2001) no han tenido más remedio que rendirse a las evidencias: no sólo son un matrimonio feliz, sino también herederos al trono profesionales. El tiempo les ha dado la razón y la que ayer fuera una inconveniente aspirante a consorte con un país en contra es hoy una princesa en toda regla, adecuada y respetada por el mundo entero.

Y aquellos que hasta ahora no habían aplaudido su estilo ni lo habían considerado a la altura de sus homólogas, las demás princesas herederas, en las citas de reunión de las Familias Reales (bodas, cumpleaños y bautizos), también han tenido que rectificar ante el desmentido de sus últimos atuendos. A las galas del Premio Nobel de la Paz (en las que también fuimos testigos de las muestras de cariño de la pareja) nos remitimos como los ejemplos más recientes de la nueva elegancia de Mette-Marit de Noruega. Encajes, gasas y muselinas han vestido sus últimas apariciones oficiales; ondas, recogidos, melena al viento y maquillajes naturales y de fiesta las han coronado. De largo y de corto, vintage y a la última, recatada y atrevida, de sport y de gala … convence.

 

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