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El rey Juan Carlos se encuentra en España solo tres semanas después de su última visita con motivo del cumpleaños de su nieta la princesa Leonor. Entonces le vimos llegar a la celebración privada en el Palacio del Pardo en coche para volver tras la fiesta a Abu Dabi, donde reside desde agosto de 2020. Ahora su destino vuelve a ser su querido Sanxenxo. Su pasión por las regatas ya le ha llevado hasta cuatro veces a esta localidad pontevedresa en estos últimos tres años, aunque en esta ocasión ha añadido una parada a su viaje: Vitoria.
El un avión privado de Vistajet, la compañía aérea propiedad de Thomas Flohr, padre de Nina, la esposa de Philippos de Grecia, don Juan Carlos ha aterrizado esta mañana en la capital vasca, donde permaneció unas horas. Por la tarde, ponía rumbo al aeropuerto de Vigo-Peinador. Allí, como viene siendo habitual le esperaba su amigo Pedro Campos, presidente del Real Club Naútico de Sanxenxo y anfitión del Rey cada vez que visita el municipio gallego.
En un vehículo conducido por el veterano regatista de 73 años, el padre de Felipe VI, vestido de azul y con una sonrisa en el rostro, ha llegado a Sanxenxo. A través de la ventanilla del coche, ha dedicado un saludo a los periodistas que se encontraban esperándole a la entrada de la casa de Campos. Se trata de un discreto chalet de dos plantas con vistas privilegiadas a la ría de Pontevedra y a la playa de Areas dotada de ascensor, grandes ventanales, gimnasia y piscina cubierta en el que se suele alojar el Rey cada vez que la competición le lleva a Galicia.
Este fin de semana tiene lugar la Copa de España de vela en la categoria 6m, en la que es posible que participe don Juan Carlos a bordo del Bribón. La última vez que disfrutó de las regatas fue el pasado mes de septiembre, cuando tuvo la oportunidad de reencontrarse con su hija la infanta Elena, su hermana, la infanta Margarita, su sobrina María Zurita y hasta su sobrino nieto, Carlos, con el que protagonizó las imágenes más tiernas.
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