Tras asistir en Palma a la Misa de Pascua con sus dos hijas y doña Sofía, los Reyes han presidido este martes el solemne acto en el que la poeta uruguaya Ida Vitale ha recibido el Premio Cervantes, el máximo galardón de las letras en español que reconoce la labor creadora de escritores españoles e hispanoamericanos, cuya obra ha contribuido a enriquecer de forma notable el patrimonio literario en lengua española. El Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares ha sido el escenario elegido para reconocer el talento de esta autora, nacida en Montevideo en 1923. Al acto han asistido también la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y el ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, entre otras personalidades políticas y culturales.
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Ida Vitale, de 95 años, ha llegado con su hija y dos de sus nietas, revelando que en un día tan especial echaba de menos a su marido, Enrique Fierro, fallecido hace tres años. "Era un ayudador, sin él no habría hecho muchas de las cosas que he hecho, es el que me empujaba y me animaba a hacer las cosas", ha señalado la galardonada. Instantes después, han aparecido en el paraninfo de una de las universidades más antiguas de Europa don Felipe y doña Letizia, que se han mostrado de lo más atentos con la poeta.
La Reina ha lucido un diseño de Carolina Herrera, que llevó por primera vez en noviembre de 2016. Se trata de un abrigo de lana gris con línea trapecio y mangas acampanadas, que se coordina con un vestido y cinturón superpuesto. Ambas prendas presentan un forro en tono malva, consiguiendo crear contraste a un conjunto que ha completado con unos zapatos de Magrit de estampado de serpiente y cartera de mano a juego.
El primero en intervenir ha sido el ministro de Cultura y Deporte, quien ha hecho un recorrido por la vida de Ida Vitale, leyendo algunos de los poemas más celebrados de la autora. "En pocos años podremos celebrar con ella su siglo, todo suyo. Mientras tanto, el más alto homenaje necesario, el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes con el que reconocemos su obra para otros siglos venideros", ha dicho Guirao.
Después, Ida Vitale ha recibido la medalla del Cervantes, obra del escultor Julio López, de mano de don Felipe. "Leer algo no me nace, me nacería abrazar, decir cosas que me salieran del alma...", ha manifestado al inicio de su discurso, que ha estado plagado de referencias a El Quijote. "Mi devoción cervantina carece de todo misterio. Mis lecturas del Quijote, con excepción de la determinada por los programas del liceo, fueron libres y tardías. En realidad, supe de él por una gran pileta que, sin duda regalo de España, lucía en el primer patio de mi escuela", ha destacado.
"Con todo lo que las afirmaciones de don Quijote, prudente y aun sabio, me reclaman de acatamiento, para terminar debo disculparle una afirmación que como suya, podría ser aceptada sin más 'que no hay poeta que no sea arrogante y piense de sí que es el mayor poeta del mundo'. No es mi caso, puedo asegurarlo. Sin duda, don Quijote no imaginó jamás que ese género femenino al que se consideraba por oficio llamado a honrar y defender, pudiera caer en tan osada pretensión. Y en eso, estoy segura que acertó. Quería hacerme perdonar la audacia de venir aquí y a este lugar a hablar de Cervantes", ha concluído entre aplausos.
El Rey ha sido el encargado de cerrar el acto con un discurso en el que ha lamentado el terrible atentado de Sri Lanka, en la que han fallecido más de 300 personas, entre ellas, una pareja de gallegos. "El adelantado Cervantes supo que esta lengua es tan propia de América como de España. Esta lengua viva y vivaz goza de buena salud. Sin prisa pero sin pausa también, a sus 95 años, Ida Vitale ha visto crecer una obra exacta y mágica a la vez. El árbol de nuestra civilización iberoamericana nos ampara, porque brotan verdes ramas, como la poesía de Ida Vitale", ha destacado don Felipe.
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Tras la ceremonia, la galardonada ha abrazado a los Reyes y juntos han abandonado la Universidad charlando. Don Felipe y doña Letizia se han acercado a la familia de Ida Vitale, que ha caminado del brazo del monarca.
Ida Vitale, referente para poetas de todas las generaciones, es la quinta mujer premiada con el Cervantes, un galardón dotado con 125.000 euros, que le fue otorgado por su trayectoria poética e intelectual de primer orden. Crítica, ensayista y traductora, la galardonada pertenece a la generación dorada de la gran literatura uruguaya de los años 40, posee el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2015) y ha sido también reconocida con el Premio Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) de Literatura en Lenguas Romances 2018 por haber "enriquecido la lengua española".
