La reina Matilde de Bélgica ha decidido continuar con su agenda y no cancelar ni uno solo de sus compromisos reales durante estos días a pesar de sufrir una lesión en su rodilla izquierda que le impide moverse con soltura y que le obliga a llevar muletas para poder andar. Convirtiendo este incidente en un hecho cotidiano la Soberana se ha desplazado este mediodía hasta el Palacio Egmont de Bruselas para acudir a una conferencia sobre el ébola organizada por la Unión Europea y ha sido allí donde la Soberana ha aparecido sentada en una silla de ruedas tras bajar de su vehículo y hacer parte del recorrido con las aparatosas muletas.
Fue la semana pasada cuando la Reina aparecía en varias reuniones con altos cargos de la UE con ayuda de muletas, momento en el que la Casa Real anunció que la Soberana había sufrido un accidente que le había ocasionado una lesión en la rodilla izquierda. Palacio no desveló detalles sobre el percance al considerarlo parte de la esfera privada de la Familia Real, si bien subrayó que no sería necesaria intervención quirúrgica alguna -la Soberana sí debe llevar una férula en la rodilla durante un número indeterminado de semanas- y que la agenda de la Reina no se vería afectada en ningún caso.
Y así ha sido, pues la Reina, que no ha perdido ni un solo momento la sonrisa, ha sido la encargada de dirigir un discurso de bienvenida a los expertos de ébola reunidos en Bruselas. En su parlamento, la Soberana ha querido homenajear a los médicos y el resto del personal sanitario que han perdido la vida en la lucha contra la pandemia.
La conferencia sobre el ébola que se celebra en la capital europea tiene como objeto hacer balance sobre la epidemia que desde el año pasado asola gran parte del Oeste del continente africano. Durante este encuentro se propondrán soluciones para la prevención del contagio de este grave virus.
