Desde que la Princesa de Asturias y Máxima de Holanda anunciaran casi al unísono, el pasado 25 de septiembre, que van a ser madres en la próxima primavera, la posibilidad de asistir de nuevo a un baby-boom en las cortes europeas se ha convertido en otra fantasía para millones de ciudadanos monárquicos europeos.
Por ello, y aunque no hay razones objetivas para creer que esto vaya a suceder -al menos por el momento-,los objetivos de las cámaras fotográficas se han dirigido hacia los Países Escandinavos buscando en las posturas y en los gestos de algunas futuras Reinas cualquier indicio de gestación real. Y han sido concretamente las princesas Mary de Dinamarca y Mette-Marit de Noruega, las que se han convertido en el primer objetivo de la prensa social.
Es Mary Donaldson, sin embargo, entre las dos Princesas Herederas la que ha despertado más rumores en este sentido. De hecho, desde que se sintiera indispuesta durante los funerales celebrados en San Petersburgo por el alma de la emperatriz María Fedorovna, que quería ser enterrada junto a su esposo, el zar Alejandro III -la Casa Real danesa achacó su mareo a un problema de deshidratación-, los medios de comunicación daneses no han dejado de publicar noticias sobre el inminente anuncio de su segundo embarazo.
"Ni confirmamos ni desmentimos" En las páginas de los tabloides se alude a la posición de la Casa Real "ni confirmamos ni desmentimos" como un indicio claro de su estado; pero, también, al hecho de ver cómo la futura Reina se protegía el vientre el día en el que ella y su esposo posaron junto a su hijo Christian para una serie fotográfica con la que inmortalizar la celebración de una fecha histórica: su primer aniversario.
Es por ello que, en la mayoría de los periódicos del Reino, se da por hecho que su futura Soberana está en estado de buena esperanza y que antes de viajar con su esposo, el príncipe Federico, y su hijo a Australia -su primogénito conocerá la tierra natal de su madre- se emitirá un comunicado confirmando los rumores.
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