La ceremonia de inicio del pontificado de Benedicto XVI ha contado con algunas modificaciones que la han hecho distinta a la de su antecesor Juan Pablo II. La más significativa ha sido el primer acto de la mañana ya que el Papa ha rezado ante la tumba de San Pedro.
A continuación, se ha celebrado la misa solemne y tras la lectura del evangelio ha dado comienzo la entrega de los elementos más significativos de la ceremonia. Benedicto XVI ha estrenado así el báculo papal, el escudo y el lema de su pontificado.
Fiel a Juan Pablo II, de quien fue mano derecha, Joseph Ratzinger ha querido mantener el mismo báculo que utilizó su predecesor y que consiste en una especie de bastón sobre el que se apoya el Santo Padre en todos sus actos litúrgicos y que simboliza la figura del buen pastor que guía a su pueblo a través de la senda del Señor.
El escudo y el lema de Benedicto XVI Sin embargo, el estilo y la personalidad de Benedicto XVI queda reflejada en otros símbolos como el escudo y el lema, donde deja atrás el recuerdo de [Juan Pablo II] y su devoción hacia la Virgen María para sustentar su pensamiento teológico que ha querido resumir con la frase "Cooperatores veritatis" que significa cooperantes de la verdad.
El nuevo escudo que representará su papado recupera el estilo clásico y apuesta por el diseño de una tiara que representa los tres poderes que agrupa el Santo Padre. De ella salen dos cintas blancas, que enlazan dos llaves entrecruzadas, que representan las llaves de San Pedro y unidas éstas por un cordón.
A partir de este momento, el escudo de Benedicto XVI presidirá todos los edificios del Vaticano junto a una fotografía de Joseph Ratzinger.
El anillo de pescador y el palio pastoral Pero estos no son los únicos símbolos que ha recibido el Papa en esta ceremonia de inicio de su pontificado. El poder ejecutivo está representado por el anillo de pescador que le ha sido impuesto por el cardenal Angelo Sodano en su mano. En la joya está grabada la imagen de Pedro con las redes. Con él podrá firmar y sellar todos los documentos oficiales de su papado. Solamente desaparecerá de su dedo cuando se lo quite el camarlengo el día de su fallecimiento, fecha en la que se destruirá para evitar falsificaciones.
El poder papal está simbolizado por el palio pastoral, estola blanca de pura lana que mide once centímetros de ancho y dos metros y sesenta centímetros de largo, lo que supone una novedad con respecto al utilizado por Juan Pablo II. En el palio están dibujadas cruces rojas y tres clavos que representan la muerte de Jesucristo y el Pontífice llevará colgada sobre los hombros como símbolo de "la oveja descarriada, enferma o débil que el pastor lleva a cuestas para conducirla a la vida", según palabras del propio Pontífice.
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