Las otras esposas británicas a las que no se les permitió reinar

Por hola.com

Cuando faltan tan sólo 18 días para que el príncipe Carlos y Camilla Parker Bowles contraigan matrimonio, tomamos contacto con la historia de Gran Bretaña para descubrir qué otras princesas consortes tuvieron que renunciar a ser soberanas de gran Bretaña.
Evidentemente, no se pueden comparar los casos. Pues si ellas fueron repudiadas por sus esposos, Camilla pasará a la historia como la amante eterna del príncipe de Gales. La mujer a la que no pudo renunciar por nada ni por nadie.

Sofía Dorotea de Celle: esposa de Jorge I, que la odiaba, al igual que su madre. Aunque inicialmente intentó huir de Hanover -su casa-, Sofía tuvo que conformarse con la cárcel - fue encerrada de por vida en el castillo de Ahlden- y la muerte en 1726.

Carolina de Brunswick: Desembarcó en Gran Bretaña en 1795 para conocer a su futuro marido Jorge IV, quien estaba decidido a que el matrimonio terminara tan pronto como había comenzado, aunque la pareja tuvo una hija, Carlota, que no les sobrevivió.
No tenían nada en común y Jorge, al suceder a su padre Jorge III, El Loco en 1820, - vivió la prolongada ancianidad de su padre esperando ser rey- resolvió que Carolina no fuera coronada reina porque nunca deseó estar casado con ella. No se le permitió asistir a su coronación y murió unas semanas después.