El lettering es el arte de dibujar palabras y frases con nuestras propias letras. Se parece mucho a crear un dibujo, pero con letras. Para los más pequeños, puede convertirse en una actividad muy divertida (sobre todo, si la hacemos en familia y les ayudamos al principio) y en una auténtica manualidad que, además de ayudarles a relajarse y evadirse del mundo un rato, les aporta grandes beneficios. No es caligrafía en sí, pero forma parte de ella, pues todo comienza con la morfología de una letra. Si los niños la practican, consiguen mejorar sus habilidades físicas del aparato motor y sus habilidades intelectuales, porque dedicarle un rato a este arte, nos ayuda a:
- Reforzar la psicomotricidad fina, mantener el pulso controlado y realizar trazos que ayudan a mejorar la conexión entre el cerebro y nuestros brazos y manos.
- Mejorar la memoria, al trabajar con letras y símbolos que debemos trazar una y otra vez.
- Fomentar la lectura, porque para escribir las letras y componer textos hay que leer.
- Mejorar la concentración y la atención plena, algo de lo que carecemos últimamente, debido a todos los estímulos que se generan a nuestro alrededor. Ya hemos hablado, por ejemplo, de la meditación para conseguirla.
Unos beneficios que no son exclusivos de los más pequeños, sino que si nos ponemos con ellos, les ayudamos a entender las instrucciones de los libros que te proponemos a continuación y pasamos un rato practicando, también repercutirá en nosotros, los adultos. Por eso, escoge uno de estos cuaderenos, todos ellos aptos y destinados a un público infantil, para perder las horas una tarde a la semana. Se trata de escribir bonito, de dibujar letras y de poner color a sus apuntes. Eso sí, hay un requisito indispensable, y es que deben saber coger un papel, un lápiz y haber empezado a escribir. Es la actividad en familia que te proponemos esta semana.