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Niño pequeño metiendo la mano en una piscina con riesgo de ahogamiento© Adobe Stock

Cómo actuar cuando un niño sufre un ahogamiento: lo que debes hacer y lo que no

Cada verano, las cifras de ahogamientos en espacios acuáticos ponen en primer plano esta desgraciada situación que se ceba con los menores y con los adolescentes. Pero los expertos recalcan que el cien por cien de ellos se pueden evitar. ¿De qué manera? ¿Cómo reaccionar si se produce?


18 de junio de 2025 - 12:00 CEST

En 2024 se registraron en España 471 muertes por ahogamientos en espacios acuáticos; fue el segundo peor año de la historia (tras 2017). Estos ahogamientos se producen sobre todo en verano y durante los fines de semana. Y es especialmente peligrosa la franja horaria que va entre las 16:00 y las 18:00 horas, cuando hay más relajación general. Sin embargo, los expertos subrayan que todos estos accidentes pueden prevenirse tomando las medidas adecuadas.

El Dr. Ignacio Manrique, coordinador del Comité de Soporte Vital (CSV) de la Asociación Española de Pediatría y director del Instituto Valenciano de Pediatría, nos descubre qué hay que hacer ante esta situación. 

Muchas veces los cuidadores están usando el móvil y se produce el ahogamiento del niño

Dr. Ignacio Manrique, pediatra

Accidentes que se pueden evitar

"La mayoría de los ahogamientos se producen donde no hay gente vigilando. Tan solo en un 14% de ellos hay gente alrededor", destaca el especialista. Hay que tener en cuenta, además, que por cada muerte por ahogamiento puede haber de uno a cuatro ahogamientos no mortales o semiahogamientos, "que requieren hospitalización y pueden provocar secuelas con distinto grado de daño neurológico".

Hay dos picos de incidencia en los ahogamientos de menores. Por un lado, en los niños que tienen menos de 4 años, y por otro en los adolescentes. En este segundo caso suelen ser varones (duplican el índice de mortalidad con respecto a las chicas) los que sufren estos accidentes, sobre todo en el mar, en canales, ríos y lagos, asociándose en gran medida al consumo de alcohol o drogas. Con respecto a los más pequeños, los ahogamientos suelen producirse en agua dulce, en especial en piscinas particulares.

Adolescentes en un festival de música en la playa con riesgo de ahogamiento por consumo de alcohol© Adobe Stock

Una distancia no superior a un brazo con el niño

Para evitar estos accidentes es esencial que los adultos que estén alrededor se mantengan en actitud vigilante, sin distracciones de ningún tipo. "Muchas veces los cuidadores están usando el móvil y se produce el ahogamiento", advierte el pediatra. Por eso, su recomendación es que "los adultos no estén a una distancia superior a un brazo del niño cuando está en el agua". Es la distancia de seguridad que permite reaccionar de inmediato si hay cualquier percance.

Y esto es así también en piscinas con muy poca agua. "Con 2 centímetros de agua, el lactante se ahoga porque no tiene el reflejo de darse la vuelta", señala el Dr. Manrique. El menor puede ahogarse en la bañera, en cualquier recipiente donde se acumule agua, en piscinas de chapoteo…

Podría pensarse que ante una situación así el menor va a pedir ayuda de forma eficaz, pero no sucede de esta manera: "En el mar, cuando te estás ahogando, solo sacas la cabeza para respirar. En 90 segundos el niño se va para abajo y no puede pedir auxilio".

Niño pequeño jugando solo en la orilla de la playa con un salvavidas en primer plano para evitar ahogamientos© Adobe Stock

Otras medidas básicas de prevención

Son los padres o cuidadores los principales responsables de la vigilancia del menor y el especialista insiste en que "no hay que confiarse aunque haya socorrista". Tampoco hay que relajarse si el menor lleva un sistema de flotación como flotadores de aro, manguitos o está encima de una colchoneta, pues estos dispositivos por sí solos no previenen el ahogamiento, ya que no garantizan que las vías aéreas queden fuera del agua.

"El único sistema que se considera efectivo es el chaleco salvavidas. Aun así, el adulto no debería alejarse del niño más allá de lo que le alcancen los brazos", recalcan desde el Comité de Soporte Vital de la AEP.

Es muy importante también tapar los desagües de las piscinas para evitar atrapamientos por succión, ya que "mientas se apaga el sistema, pasa un tiempo y el niño se ahoga", avisa el Dr. Manrique. Y, cuando hay niños pequeños, conviene asegurarse de que el vallado de la piscina impida totalmente el acceso al menor. En altura, estas vallas deben tener como mínimo 122 centímetros desde el suelo, y no debería haber huecos de más de 10 centímetros en ninguna de sus uniones (hay que vigilar que no se pueda colar por abajo). Igualmente, "las lonas que cubren las piscinas deben ser firmes y soportar un peso de hasta 100 kilos, cubriendo toda la superficie, sin dejar espacios libres en los bordes donde un niño podría caer".

Bebé tras una valla de seguridad en una piscina para evitar ahogamientos© Adobe Stock

Cómo reaccionar si un niño sufre un ahogamiento

Una de las reacciones instantáneas que se suele tener cuando un niño ha sufrido un ahogamiento es ponerlo boca abajo para que expulse el agua de los pulmones. Sin embargo, esta maniobra es ineficaz y puede hacer que se pierda un tiempo crucial para revertir la falta de oxígeno (hipoxia) de la víctima. "No se debe poner al niño boca abajo. Si el menor no respira, lo que hay que hacer de inmediato es iniciar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), combinando ventilaciones y compresiones torácicas, sin esperar a que lleguen los servicios de emergencia", insiste el experto de la Asociación Española de Pediatría. Esos primeros minutos son claves y hay que actuar cuanto antes.

¿Cuál es el problema? Que "el 80% de la gente que está alrededor de niños que sufren un ahogamiento no saben hacer una RCP", comenta. Por eso, los especialistas insisten en la importancia de que toda la población (y mucho más los padres) sepan realizar estas maniobras.

Si el menor ha sufrido un semiahogamiento, necesitará ser llevado al hospital, aunque parezca que está bien, para explorar y vigilar las posibles secuelas. 

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