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Alba Gutiérrez© Alba Gutiérrez

Maternidad

Alba Gutiérrez, periodista: "Puedes estar completamente enamorada de tus hijos, pero a la vez sobrepasada por la carga mental" 

La maternidad supone una gran revolución en todos los ámbitos de la mujer. Cuando es la primera, no solo nace un hijo: nace también una madre, que deberá lidiar con expectativas no cumplidas y una nueva forma de estar en el mundo.


2 de mayo de 2025 - 10:25 CEST

La periodista Alba Gutiérrez es una mamá milenial. Tuvo a su hija en 2023 y fruto de este primer contacto con la maternidad ha escrito Madres recién nacidas (Ed. Plataforma), un libro donde hace un repaso por todo lo que le hubiera gustado saber para enfrentarse a esta experiencia. Lo hace desde la cercanía y el humor, pero sin dejar de lado los problemas a los que se enfrenta una mujer en su primer embarazo, posparto y encuentro con su hijo.

 Actualmente en el programa 'Aruseros' de La Sexta, la comunicadora se sincera sobre una realidad transformadora para todas las mujeres. Hemos charlado con ella.

Decir que estás cansada, que tener un hijo no es lo que esperabas o que ser madre a veces te supera era algo que antes daba mucho miedo

Alba Gutiérrez, periodista y autora de 'Madres recién nacidas'

En el libro destacas cómo la maternidad te cambia y que no es algo a temer. Sin embargo, la mayoría de las mujeres se enfrentan a ese temor. ¿Cómo manejarlo? 

Es complicado hacerlo al principio, porque vivimos en una sociedad que ve la maternidad como un hándicap para el crecimiento personal y, sobre todo, profesional. En este último aspecto son comprensibles las dudas, pues todavía hay mucho camino que recorrer en torno a la igualdad entre padres y madres en el entorno laboral. Sin embargo, si poco a poco vamos venciendo esos temores, conseguiremos demostrar que esos cambios de los que hablamos no son negativos. 

La vida te cambia, es obvio, no me gusta engañar y decir lo contrario. Pero que te cambie no quiere decir que sea para mal. Saldrás menos, quizás viajar necesita otros ritmos y tu cuerpo tenga transformaciones físicas que te acompañen ya para toda la vida. Pero la maternidad también es la oportunidad de descubrir una nueva versión de ti misma y, lo más importante, descubrir un amor incondicional para toda la vida. 

Libro Madres recién nacidas© Ed. Plataforma

Dices que "el posparto es para siempre". Sin embargo, los mensajes que recibe la mujer que acaba de ser madre no van en esa línea. ¿Qué debe cambiar? 

Para empezar, la idea de que el posparto dura lo que dura la cuarentena: 6 semanas. Cualquier mujer que haya dado a luz sabe que el posparto va mucho más allá de un alta médica. Estudios recientes han demostrado que el cerebro de una mujer empieza a cambiar en el embarazo y que esos cambios pueden detectarse incluso 6 años después de haber dado a luz. 

Una mujer que acaba de ser madre debe enfrentarse a cambios físicos, algunos de ellos secuelas, como problemas de suelo pélvico o diástasis abdominal. Otros son psicológicos o emocionales y requieren tiempo, incluso tratamiento especializado. Lo importante es poner el foco en la madre, darle el tiempo que necesite y no limitarlo todo a un calendario. Cuidar a las madres, como reivindico en el libro, es también acompañarlas en una recuperación sin prisas ni agobios.

Cuentas cómo tuviste problemas con la lactancia y lo importante de rodearte de profesionales que te ayudaron. ¿Qué enseñanza has sacado de todo ello? 

El primer consejo que le daría a una madre recién nacida es que pida ayuda cuando sienta que algunas de las situaciones que vive se escapan de su control. A mí me pasó con la lactancia. Esperé demasiado y, cuando quise darme cuenta, se había convertido en una pesadilla para mí. Durante el embarazo nos enseñan lo buena que es la lactancia materna, pero no nos enseñan a afrontar una lactancia no exitosa. Muchas de nosotras no hemos visto dar de mamar nunca, y cuando te ponen al bebé al pecho te das cuenta de que no sabes ni por dónde empezar. Algo que debería ser placentero y bonito se convierte en algo doloroso y agobiante. Por eso es tan importante contar con profesionales que te guíen en este proceso, que te asesoren y acompañen también a nivel emocional. 

Esto debería ser accesible para todas las madres, un derecho no un privilegio al alcance de unas pocas. Como enseñanza, también diría que dar el pecho no es el fin del mundo. Si puedes, genial, pero si finalmente optas por el biberón, también está bien. Nos ponemos demasiada presión con este tema, y no se es mejor o peor madre por elegir una de las dos opciones.

Madre dando un beso a su recién nacido © Adobe Stock

Cuando te conviertes en madre, todo el mundo parece tener derecho a opinar. ¿Cómo enfrentarse a ello desde tu experiencia? 

Armándote de paciencia y echando un ojo al decálogo de frases típicas que recopilo en el libro. Lamentablemente es muy difícil huir de los comentarios ajenos, ya que todo el mundo se cree con el derecho de opinar sobre tu maternidad. Ya sea porque la han vivido de manera diferente a ti, porque no saben ni lo que es (mucha gente sin hijos opina) o porque creen que lo que te dicen va a ayudarte, cuando realmente hace todo lo contrario. 

Lo que recomiendo a las madres es que abracen esos consejos o comentarios que les hagan bien, que sean positivos y las ayuden a vivir una maternidad más bonita. El resto, que por una oreja entren y por la otra salgan. Sé que suena fácil en teoría, aunque en la realidad cuesta un poco los primeros meses. Con el tiempo, te vas inmunizando.

"Di al mundo que maternar es duro. Que estás cansada, que necesitas apoyo, que no quieres estar sola", recomiendas en tu libro. ¿Es la manera de acabar con los mitos de la falsa maternidad perfecta?

Estoy contenta de formar parte de una generación de madres que, por primera vez, nos atrevemos a contar que en la maternidad no todo es de color de rosa. Decir que estás cansada, que tener un hijo no es lo que esperabas o que ser madre a veces te supera era algo que antes daba mucho miedo. Creo que, poco a poco, estamos rompiendo ese tabú y que contar las cosas que no son tan bonitas nos está ayudando a quitarnos presión. 

Puedes estar completamente enamorada de tus hijos, pero a la vez sentirte sobrepasada por la carga mental. Puedes disfrutar al máximo de estar con tu bebé, pero también desear que se duerma ya para poder disfrutar de un rato a solas. En la maternidad todo es compatible. No somos peores madres por decir lo que no nos hace sentir bien. Al contrario, creo que es un deber poner sobre la mesa todo lo que conlleva traer a un hijo al mundo: las cosas preciosas que te pasan y las cosas difíciles. Es lo justo.

Madre feliz con su bebé en brazos© Adobe Stock

Uno de los capítulos se llama "Mamá milenial. Tener un hijo sin que se note". ¿Crees que es más difícil ser madre ahora que en otras épocas? 

Creo que ser madre siempre ha sido difícil y que cada época conlleva sus retos. Me da la sensación de que, antes, las mujeres no se planteaban la maternidad como ahora. Parecía que lo normal, cuando tenías una pareja, era casarte y tener hijos, como si fuera la norma, el orden a seguir. También existía la creencia de que una mujer debía entregarse a sus hijos en todo e incluso anteponer su carrera profesional y sus intereses a la crianza. Ahora esto está cambiando. Tenemos hijos más tarde, es una decisión mucho más meditada, y muchas seguimos con nuestras carreras profesionales tras dar a luz. 

Sin embargo, se nos exige que, tras la maternidad, sigamos siendo igual de productivas, activas socialmente y atentas con nuestra pareja. Todo esto en un mundo cada vez menos "kid friendly". Es un poco lo que hablamos antes sobre el cambio que provoca la llegada de un hijo a tu vida. Tener un bebé no debería suponer elegir entre tu vida profesional o familiar. En pleno año 2025, deberíamos esforzarnos por construir políticas de conciliación donde los niños no supongan una renuncia de oportunidades para las madres.

Lo mejor para tu bebé es una mamá feliz. Y si esa mamá necesita salir un rato a airearse, que salga. Si necesita volver a casa pronto porque echa de menos a su hijo, que vuelva

Alba Gutiérrez, periodista y autora de 'Madres recién nacidas'

"Miedo y culpa van de la mano", confiesas. ¿Es posible deshacerse de ellos?

Por lo que he podido hablar con padres y madres que llevan más tiempo en esto de la paternidad y la maternidad, creo que no. Al principio del libro escribo una frase de Linda Wooten que dice: "Ser madre es descubrir la fortaleza que no sabías que tenías... y lidiar con los temores que no sabías que existían". Creo que esta frase resume muy bien lo que supone la maternidad para muchas de nosotras. Nos sentimos empoderadas, pero, a la vez, dudamos de todo, nos sentimos mal constantemente y tememos no estar a la altura. 

Supongo que existe una parte de instinto animal (la protección, el temor a que le pase algo a tu bebé), pero también una autopresión por ser la madre perfecta que es imposible de soportar. Cuando antes entendamos que no todo lo vamos a hacer bien, mejor para nosotras. Al final debemos seguir nuestra intuición y actuar como creemos que debemos hacerlo, dejando a un lado las opiniones ajenas de las que hablábamos antes o relativizando lo que se supone que es "normal" o "mejor" para tu hijo o hija. Lo mejor para tu bebé es una mamá feliz. Y si esa mamá necesita salir un rato a airearse, que salga. Si necesita volver a casa pronto porque echa de menos a su hijo, que vuelva. Pero, como siempre, escrito en papel todo parece más fácil de lo que realmente es. 

Realmente, ¿dónde caben dos caben tres, como te preguntas en torno a los cambios en la relación de pareja? 

Pasar de ser una pareja, es decir, dos, a ser una familia es una de las cosas más heavys (y bonitas) que se pueden experimentar en una relación. Siempre digo que, para tener un hijo, tienes que estar bien con tu pareja, pero incluso así surgen tensiones y situaciones que deben tener su proceso de adaptación. Respondería que, por supuesto, caben tres, pero es súper importante la comunicación. Hablar con tu pareja es esencial, sobre todo los primeros meses, cuando todo es tan nuevo y ninguno de los dos sabe muy bien cómo hacer las cosas

El cansancio y la falta de tiempo para estar a solas pasan factura, pero, como todo en la vida, son etapas. Una de las cosas que creo que ayuda mucho es hablar con tu pareja sobre cómo te sientes, física y emocionalmente, también en el terreno de las relaciones sexuales. Los primeros meses pueden ser complicados para nosotras, ya sea por las secuelas físicas del parto o por la bajada de líbido que, a veces, produce la lactancia. Creo que darse tiempo y tener empatía (en ambas direcciones) es fundamental para que la cosa funcione.

Madre con su hija feliz en la playa© Adobe Stock

Tras esta primera etapa como madre recién nacida, ¿cuál es tu aprendizaje fundamental? 

Mi maternidad ha sido un baño de humildad total. Primero, porque creo que nos ponemos demasiadas expectativas en todo lo que supone estar embarazada, parir y convertirte en madre de un bebé. Muchas cosas de las que imaginas que van a pasar luego ocurren de una manera completamente distinta. Aquellas cosas que pensabas que no ibas a hacer o decir, acabas haciéndolas y diciéndolas de una manera que ni te reconoces. Por eso este libro, además de ofrecer un acompañamiento a las nuevas madres, es como un 'lo siento' a las mujeres que fueron mamás antes que yo. 

Quizás fui yo quien opinó cuando no tocaba, la que juzgué antes de saber lo que supone traer un hijo al mundo o la que pensó que 'eso a mí no me iba a pasar'. Así que, entre otras cosas, he aprendido a dejar fluir, confiar en mi instinto y saber perdonarme cuando creo que no he hecho las cosas bien. Al final, preocuparte por pensar si eres o no buena madre ya demuestra que lo estás siendo.

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