Hay distintos perfiles de pacientes que buscan el embarazo pasados los 45 años. En algunos casos son mujeres que hasta ese momento han estado esperando encontrar a la persona adecuada con la que formar una familia, y finalmente se deciden a dar el paso solas; hay otras que, por diversas circunstancias personales o laborales, no han podido plantearse antes la maternidad y finalmente hay otro grupo en que la mujer está en una nueva relación y quiere tener un hijo con esa pareja.

Así lo explica la Dra. Laura Blasco, ginecóloga de la Clínica Ginefiv, de Madrid, que nos aclara cuál es la posibilidad real de embarazo a partir de los 45 años.

¿Se puede producir un embarazo natural?

La probabilidad de que una mujer mayor de 45 años tenga un embarazo natural es de menos de un 5%, como indica la experta. La razón fundamental es que “conforme avanza la edad en la mujer, disminuye la cantidad de óvulos que hay en los ovarios y, además, se produce un aumento del porcentaje de óvulos que tienen alterado el número de cromosomas”, aclara.

“Así, sabemos que, cuando la mujer tiene 45 años, más del 90% de sus óvulos tendrán alteraciones cromosómicas. Los embriones que se generen a partir de estos óvulos también tendrán estas alteraciones y, salvo excepciones muy concretas (como puede ser el síndrome de Down), son incompatibles con la vida; por tanto, esos embriones no se implantarán o producirán abortos en el primer trimestre”, destaca.

¿Qué alternativas hay para ser madre a esta edad?

Cuando la mujer quiere ser madre a partir de los 45 se suele optar por la ovodonación, a no ser que la paciente hubiera vitrificado antes sus propios óvulos. Si hablamos del primer caso, se haría una fecundación in vitro en la que, en lugar de utilizar los óvulos de la propia paciente, se utilizan los de una donante. Después, esos embriones se transfieren al útero de la mujer que busca el embarazo.

Se hace así porque si se llevan a cabo técnicas de reproducción asistida con ovocitos de la propia paciente, extraídos a esa edad, “la tasa de éxito estará por debajo del 5%, lo que quiere decir que no vamos a incrementar de forma sustancial la tasa de embarazo que tendría la paciente de forma natural”, expone la ginecóloga.

“Sin embargo, si realizamos un tratamiento de ovodonación, la tasa de embarazo será superior al 60%. El motivo de esta diferencia tan grande es que lo que más determina la probabilidad de éxito de un tratamiento de reproducción asistida es la cantidad de óvulos y la calidad de los mismos. Y esta parte, en un tratamiento con óvulos de donante, está asegurada”, añade.

En el caso de que la paciente hubiera congelado un número de óvulos suficiente antes de los 35 años, la tasa de éxito sería la misma que con óvulos de donante.

¿Qué implica el límite de los 45 años?

En reproducción asistida, los especialistas se marcan límites de edad en cuanto al tratamiento. En algunas clínicas es hasta los 50, pero en Ginefiv está en los 45. ¿Por qué es así? La Dra. Laura Blasco expone los tres motivos fundamentales:

• A esa edad la reserva ovárica es muy baja y la tasa de alteraciones cromosómicas en los óvulos es muy alta.
• La incidencia de complicaciones durante el embarazo es mucho mayor a partir de los 45 años. Hay un incremento del riesgo de prematuridad, diabetes gestacional y preeclampsia (hipertensión en el embarazo). Esto puede repercutir negativamente tanto en la salud de la madre como en la del bebé.
• El organismo de la mujer, a partir de esa edad, ya no está tan preparado para un embarazo. Por este motivo, antes de plantear una gestación, es imprescindible hacer un estudio en la mujer para descartar patologías que puedan empeorar durante el embarazo.
  

¿A qué edad habría que vitrificar los propios óvulos?

Lo recomendable es vitrificar los óvulos antes de los 35 años, ya que a esa edad la reserva de los mismos disminuye considerablemente, al igual que baja su calidad. “Hasta ahora había muy poca conciencia social sobre el impacto de la edad de la mujer en la fertilidad, pero ahora cada vez son más las pacientes jóvenes que, conocedoras de estos datos, deciden congelar sus óvulos antes de que sea tarde”, indica la especialista de Ginefiv.

Pero ¿qué sucede con los óvulos vitrificados: pierden sus propiedades? “Una vez que los óvulos están vitrificados van a mantener intactas sus propiedades, independientemente del tiempo que pase”, destaca. Aunque no hay un límite legal para utilizar esos óvulos y generar embriones, autoridades médicas como la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) o la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) “desaconsejan el embarazo por encima de los 50 años por los riesgos que tiene para la salud de la mujer y del bebé”.

Si la mujer ha congelado sus óvulos por encima de los 35 años se puede realizar un diagnóstico genético de los embriones para identificar si tienen alteraciones cromosómicas. “El diagnóstico genético preimplantacional no está indicado cuanto utilizamos óvulos de donante o si la paciente congeló óvulos con menos de 35 años porque la tasa de alteraciones cromosómicas esperada en los embriones es muy baja”, apunta.

Por su parte, las donantes de óvulos deben tener entre 18 y 34 años y se les hace un estudio para descartar enfermedades transmisibles y de componente hereditario. También se lleva a cabo un cariotipo para descartar alteraciones genéticas y “un test de enfermedades genéticas recesivas que nos permitirá hacer un ‘matching genético’ con el varón o con el donante de semen en caso de una doble donación. Esta es la forma que tenemos de minimizar los riesgos con los óvulos que vamos a utilizar”, indica la Dra. Laura Blasco.

El éxito en el tratamiento se asegura también con una buena selección de los espermatozoides y procurando que el cultivo de los embriones se haga en las mejores condiciones. “Las incubadores timelapse nos permiten tener una información muy detallada sobre todos los procesos de división celular de los embriones sin necesidad de sacarlos del incubador para verlos en el microscopio, lo que permite mantener estables las condiciones embrionarias durante todo el tiempo que están en el laboratorio”, cuenta la experta de Ginefiv.