Madre intenta, sin éxito, hablar con su hija adolescente©iStockimages

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Adolescentes que no escuchan a sus padres: pautas para progenitores que ya no saben qué hacer

Aunque según un estudio científico, para el cerebro del niño la voz de su madre tiene menos peso a partir de los 13 años, es posible fomentar el diálogo con paciencia y respetando sus límites

Un estudio reciente ponía por escrito una realidad que la mayoría de quienes tienen un hijo adolescente ya sabían: que los niños dejan de escuchar a sus madres a partir de los 13 años. Lo sorprendente es que forma parte del proceso de maduración del individuo y tiene una explicación científica. La investigación, que se publicó el pasado mes de mayo en la Journal of Neuroscience, se elaboró en la Universidad de Stanford (Estados Unidos) y se centró en el papel de la voz de la madre, pero la experiencia dice que afecta a ambos progenitores de manera muy similar. Una vez que tenemos esto claro, que forma parte del proceso evolutivo lógico de nuestro hijo y que a partir de los 18 años, nuestra voz volverá a tener el papel de antaño, ¿es posible hacer algo para que los adolescentes escuchen a sus padres?

“Es algo que se construye poco a poco, desde el minuto 0, pero en todo caso si queremos mejorar esta situación en casa, aunque antes no fuera así, podemos llegar a conseguirlo, con paciencia, respetando los ritmos de nuestros hijos, y sus propios límites”, asegura Mariana Capurro, psicologa infantojuvenil (@permisparaeducar). “Y sobre todo aceptando que ahora tienen su propia opinión y que en ocasiones esta es muy diferente a la nuestra”.

El diálogo con adolescentes, ¿por qué es más difícil?

Sumado a lo que apunta el citado estudio de la Universidad de Stanford, hay otras cuestiones por las que se torna más difícil el diálogo con nuestro hijo cuando este llega a la adolescencia para desesperación de los padres. En primer lugar, porque “comienzan a manifestar sus propias ideas y, en ocasiones, son totalmente opuestas a las nuestras”.

También hay que ser conscientes de que “a veces es la manera que encuentran para demostrarnos que ya no son niños dependientes de nosotros, sino que tienen su propio criterio, y los padres recibimos esto como una especie de ataque personal, y respondemos y actuamos pensando que nuestros propios hijos nos están llevando la contraria a propósito”. Esto tiene mucho que ver con lo que expone la investigación de Stanford, que concluye que la disminución de la escucha de la voz de su madre es una manera en la que su cerebro lo prepara para su independencia posterior.

Otro de los motivos por los que se vuelve más difícil el diálogo “es que tendemos a mantener una comunicación liderada por las órdenes”, indica la psicóloga. “Nos cuesta mucho preguntar, sugerir, negociar o escuchar sus propias opiniones, y la mayor parte del día nos comunicamos a través de ordenes que lógicamente no son siempre bien recibidas, ya que es de entender que sus prioridades no sean las nuestras”.

Teenager boy addicted with laptop©iStockimages

Pautas para fomentar la escucha por parte de los adolescentes

  1. Tener en consideración sus prioridades. “Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que tienen diferentes prioridades y también necesidades, a las que podamos llegar a tener nosotros, así que lógicamente algo que para mí es muy importante y urgente, para ellos posiblemente no lo sea, y eso también es lícito”.
  2. No juzgarles. “Mantener conversaciones a esta edad, sin que ellos se sientan juzgados es muy importante para que confíen en nosotros y se abran al diálogo”.
  3. Empatía. Relacionado directamente con el punto anterior, es preciso “utilizar un lenguaje respetuoso, que se aleje de las etiquetas y de los prejuicios, y que se establezca desde la empatía, que nos ayuda a comprender las propias características de la etapa por la que están pasando nuestros hijos”.

¿Cómo iniciar una conversación con un adolescente?

Ya sabemos que el diálogo es fundamental para evitar muchos de los problemas que pueden padecer los adolescentes, la clave es cómo hacerlo y más aún cuando hasta la Ciencia dice que tu hijo está programado para no escucharte desde los 13 a los 18 años. Lógicamente, no existe una fórmula mágica, pero “una buena estrategia para comenzar una conversación con conexión, es aprovechar las oportunidades que nos brinda el entorno, por ejemplo, si queremos hablarles de drogas, no nos servirá de nada darles un sermón porque es algo que además de que no les gusta, no funciona, pero sí podríamos aprovechar que en la película que estamos viendo se habla de drogas, y buscar ayudarnos de eso, para que el diálogo se dé de manera más natural”, recomienda la psicóloga.

  • Fomentar el diálogo con nuestro hijo adolescente. Si queremos tener una comunicación fluida (o todo lo fluida que se pueda) con nuestro hijo adolescente, será muy difícil si queremos lograrlo de un día para otro. “Desde que nos enteremos que hay un bebé en camino, tenemos la oportunidad de utilizar el diálogo como una gran herramienta de conexión”. Al principio, ese diálogo será unidireccional; ellos no podrán hacer más que oír o intentar entender lo que les decimos, pero ya servirá, desde la gestación, para que reconozca nuestra voz. Poco a poco, irá interactuando con ruiditos y gestos. Más tarde, “a medida que van creciendo y cuando vienen a contarnos sus pequeños logros o ideas maravillosas, debemos prestarles la importancia que para ellos merece, porque eso garantiza que en el futuro vengan a contarnos sobre cosas más importantes”, subraya Mariana Capurra.
  • Hacerlos partícipes de nuestras vivencias. “Expresar también lo que nosotros sentimos, hablarles de nuestras propias experiencias, sin querer imponer una idea constantemente, sino a veces, simplemente por el mero hecho de compartir experiencias y demostrarles nuestra predisposición al diálogo”.