Escucha activa: qué es y qué consecuencias tiene©AdobeStock

Adolescentes

Comprueba si sabes hacer escucha activa con tu hijo

Entendemos por escucha activa aquella habilidad que se centra en escuchar con conciencia plena. Es decir, no se trata de oír, sino de estar concentrados en el mensaje que se está transmitiendo. Dos pedagogas y psicopedagogas de la Universidad de Valencia nos dan todas las claves:

La escucha activa en adolescentes en una necesidad, más en los tiempos que corren... un recurso con el que se pueden resolver conflictos, además de empatizar con otras personas.

“Entendemos por escucha activa aquella habilidad que se centra en escuchar con conciencia plena. Es decir, no se trata de oír, sino de estar concentrados en el mensaje que se está transmitiendo”, explican Laura Calatayud y Mireia Guardeño, pedagogas y psicopedagogas de Gaman Pedagogía (@gamanpedagogia) y profesoras de la Universidad de Valencia.

Las expertas advierten: esta habilidad no es innata, se puede adquirir y desarrollar en el tiempo.

Escucha activa: qué es y cómo se desarrolla©AdobeStock

Consecuencias sobre la falta de escucha activa

“Una de las principales consecuencias de la falta de escucha activa que encontramos habitualmente con adolescentes es el hecho de desarrollar mayores dificultades en cuanto a la comprensión de emociones, gestión emocional y baja tolerancia a la frustración”, exponen.

Matizan que, cuando trabajan con adolescentes, inciden en la raíz de muchos de sus problemas (desmotivación, problemas familiares, de amistad y/o de amor)... más allá de los relacionados con los estudios: “La mayoría de las veces, los problemas que surgen podrían haberse evitado si hubiera habido una escucha activa y participativa junto a la otra persona o grupo. El no desarrollar e implicarse en una escucha sana, genera malas interpretaciones que desencadenan esos problemas que mencionamos”.



Beneficios para los adolescentes

“La adolescencia es una etapa del desarrollo donde se necesita trabajar la conciencia emocional, habilidades sociales, el yo interior y la comunicación”, exponen.

Como sabemos, la escucha activa proporciona información tanto del mensaje como de los sentimientos y emociones que se están expresando durante el proceso de comunicación.

Conceptos como la empatía, asertividad o la atención tienen cabida en este proceso, aspectos que son fundamentales trabajar en la adolescencia. Además, la validación emocional y el feedback que el interlocutor aporta ofrece calidad en cuanto al tipo de escucha y de sentimiento que provoca en el emisor.

Escucha activa: qué es y cómo lo practicamos©AdobeStock

Las profesionales de Gaman Pedagogía reiteran que esta situación se puede extrapolar a las relaciones familiares entre madre/padre e hijo/a: “Los adolescentes deben aprender a realizar una adecuada escucha activa. Sin embargo los adultos deben comprender a sus hijos, y eso se consigue mediante la escucha. Como familia, se debe empatizar con los sentimientos y con las ideas que pueda verbalizar nuestro/a hijo/a. No hay mayor aprendizaje que educar mediante el ejemplo”.

Además, nos cuentan que se pide a los jóvenes que desarrollen la empatía desde las escuelas y, muchas veces, es desde los colegios, institutos y universidades donde parece que se olvide aplicar esta empatía hacia el alumnado por el simple hecho de no escuchar activamente, de no parar un segundo a interpretar la información que trasladan y que, posiblemente, esa información sea muy valiosa para comprender cómo se sienten.

¿Qué impide la ‘escucha activa’?

Por último, Laura Calatayud y Mireia Guardeño avalan que existen algunos obstáculos que dificultan o impiden la escucha activa como son, por ejemplo:

  • Escuchar solamente lo que nos interesa.
  • Emitir juicios de valor.
  • Empezar la conversación con prejuicios sobre la persona o lo que se va a decir.
  • Estar muy cansado/a pues va a dificultar que toda nuestra atención esté disponible en ese momento.
  • No tener suficiente tiempo.
  • Interrumpir con nuestras opiniones o perspectivas.
  • Estar en un ambiente donde haya ruido o posibles distracciones.


¿Cómo aprender a entrenarla como padres y educadores?

Es normal que, como padres, en algunas ocasiones queramos aportar nuestra opinión o intervenir en algún acontecimiento que nos están contando nuestros hijos.

Sin embargo, las expertas advierten que si queremos desarrollar nuestra escucha activa y al mismo tiempo convertirnos en un modelo para nuestros hijos debemos tener en cuenta algunos aspectos, como son:

  1. Evitar interrumpir una conversación que está fluyendo, aunque sea una duda. Intenta siempre intentar entender lo que la otra persona te está intentando transmitir.
  2. Escucha sin juzgar: Este consejo está relacionado con el anterior y es muy importante que lo practiques para poder entender lo que te están transmitiendo tus hijos. No se trata de no pensar sino más bien de parar ese diálogo interno que te surge porque inconscientemente le estarás dedicando atención a ese pensamiento y no a desarrollar una mejor escucha.
  3. Resume y asegúrate que lo has entendido correctamente: De esta forma, la otra persona sabrá que le has prestado atención y podrá aclararte cualquier duda que tengas o aspectos que no hayas entendido bien (antes de que surjan malentendidos). Evita emitir juicios de valor, aunque está bien tener un punto de vista diferente que puedes comunicar siempre y cuando te asegures que lo has entendido bien.
  4. Cuidado con el lenguaje no verbal: Tenemos que mostrar un lenguaje no verbal positivo, por ejemplo debemos establecer contacto visual directo con quien esté hablando, podemos sonreír y asentir con la cabeza para demostrar feedback.
  5. Si deseas realizar preguntas que sean abiertas y específicas: Esto ayudará a evitar emitir un juicio de valor ya que no es lo mismo preguntar “¿Por qué harías eso?” a “¿Qué crees que te motivó a tomar esa decisión?”.