Niño en la cama con osito©AdobeStock

Niños

¿Cuándo se recomienda que empiecen a usar almohada?

¿Cuándo deberían dormir con almohada? ¿A partir de qué edad está recomendada por los expertos? ¿Cómo debe ser y qué características debe tener? Estas son algunas de las dudas más frecuentes que se preguntan los padres cuando los niños comienzan a dormir en su cama.

Uno de los grandes hitos de los bebés es cuando pasan de dormir de la cuna a la cama. No es un cambio fácil por muchas circunstancias, y es que cada familia decide la cuál es la forma de dormir más adecuada para su hijo. Hay muchos bebés que hacen colecho hasta los dos años o más, hay otros que duermen en la cuna hasta esa misma edad… Los padres, junto con la opinión del pediatra si es necesario, serán quienes tomen la última decisión.

Cuando los bebés comienzan a ser más independientes, caminan, duermen en cualquier postura (ya que por el síndrome de muerte súbita del lactante se aconseja que los niños menores de un año duerman boca arriba), tienen una mayor capacidad psicomotora y en definitiva, más libertad de movimiento… puede ser un buen momento para que comiencen a dormir en su cama.


Pero entonces es cuando surge la gran duda a los padres, ¿deberían comenzar a usar almohada?: “Generalmente la almohada no es necesaria hasta que los bebés pasan de la cuna a la cama. Los primeros 12 meses se desaconseja su uso por el riesgo de asfixia, por lo que los especialistas recomendamos introducir la almohada a partir de los dos o tres años”, nos comenta la doctora Miriam Casariego, pediatra Hospital Parque y Centro de Salud Laguna-Mercedes de Tenerife.

Y es que la almohada está totalmente desaconsejada para bebés menores de los doce meses: “La razón principal es que no debe haber en la cuna/cama del niño ningún objeto suelto como prevención de muerte súbita. Los recién nacidos tienen escaso control cefálico (cabeza y cuello) y la presencia de un objeto, como una almohada o un peluche que cubra su nariz, boca o cuello, no permitirá su libre movimiento”, explica la pediatra.

Sin embargo, existen situaciones como la plagiocefalia en la que sí se aconseja una determinada almohada. La plagiocefalia es una deformidad craneal producida por la presión constante sobre una parte del cráneo, que impide que este crezca de forma uniforme y una parte quede aplanada. Esto ocurre a los bebés recién nacidos cuando pasan mucho tiempo tumbados en la cuna o el carrito. “Algunos bebés crecen con la cabeza aplanada por alguna zona (plagiocefalia) y a estos, sí se les recomienda usar unas almohadas especiales para evitar que apoyen dicha zona deformada. Pero no se debe usar de forma preventiva, sólo en caso de tenerla, por recomendación del médico especialista, y bajo supervisión”, afirma la doctora.

Bebé durmiendo©AdobeStock


Por qué los expertos recomiendan la almohada a partir de los dos o tres años

La anatomía de los bebés es diferente a la de los adultos. Los niños tienen una cabeza más grande en proporción a su cuerpo y no tienen problemas para dormir de lado o boca arriba, sin almohada. El motivo de no utilizar este objeto es “para que los bebés puedan mover la cabeza a ambos lados. Su cabeza es más grande que su cuerpo con respecto al adulto, y si ponemos una almohada, podemos distorsionar el desarrollo de su columna”, dice la experta. Es hacia los dos o tres años, como apuntaba la doctora, cuando su cuerpo cambia y adquiere proporciones más similares a las de un adulto. Es en ese momento cuando una almohada puede resultarle más cómoda y confortable para el descanso, sin conllevar ningún riesgo ya le permitirá la alineación entre cabeza, cuello y espalda.

¿Qué almohada elegir y en qué debemos basarnos?

Según nos recomienda la doctora Casariego, la almohada debe ser:

  • Fina: que tenga de altura como la distancia entre su oreja y su hombro, aproximadamente.
  • Firme: no debe hundirse en exceso
  • Ancha: “se dice tan ancha como el colchón para que se mueva menos y Debemos buscar que la columna cervical esté alineada con toda la espalda”, sugiere la experta.
  • Hipoalergénica

Consejos generales a la hora de dormir

  • Según las características fisiológicas del bebé, no hay ningún problema en que este duerma de lado o boca arriba sin almohada durante los dos primeros años de vida.
  • Durante los primeros doce meses, se recomienda ir cambiando de postura al pequeño asiduamente para que no se generen deformaciones en su cabeza y derive en plagiocefalia.
  • Después de los doce meses, el niño ya habrá adquirido una mayor capacidad de movimiento, lo que le permitirá evitar la asfixia.