Sudamina, dermatitis y reacción alérgica.©AdobeStock

Salud Infantil

Sudamina, dermatitis y una reacción alérgica, estas son sus diferencias

Si no sabes identificar quién es quién, tampoco podrás dar con el tratamiento adecuado. ¿Quieres saber cómo hacerlo y qué remedio tienes para luchar contra ello?

La piel del bebé es muy sensible y, en verano, se pone aún más de manifiesto. A muchos les aparecen pequeños granitos, rojeces y diminutas heridas que nos hacen preguntarnos si será una alergia, si se ha quemado por el sol, si es una reacción alérgica al repelente de mosquitos o, tal vez, que hemos cambiado de jabón durante las vacaciones y no le está sentando del todo bien. Es decir, las opciones que nos vienen a la cabeza son infinitas y, como no somos expertos, no sabemos qué es ni qué hacer.

La piel de un bebé es tan sensible que reacciona fácilmente ante cualquier ataque. Ten en cuenta que es la barrera natural que tiene nuestro organismo para hacer frente a las agresiones externas y, en verano, estamos más expuestos. El calor, el sudor, todas las cremas que les damos de más, el roce de los pañales o de la propia ropa consiguen que la piel se irrite y que puedan llegar a aparecer infecciones.

Uno de los problemas que más aparece en esta época es la llamada sudamina, caracterizada por un conjunto de rojeces que, al no haberla visto nunca, podemos llegar a confundir con una dermatitis atópica o una reacción alérgica. Sin embargo, ni la causa de su aparición es la misma, ni su tratamiento ni su posible prevención. ¿Quieres saber cómo identificar cada una de ellas?

Sudamina, una erupción por calor muy frecuente en verano

La sudamina, también conocida como miliaria, es una erupción cutánea que suele aparecer en los meses de verano debido al calor, sobre todo, en los bebés menores de dos años. Su aparición se debe a una obstrucción de las glándulas sudoríparas que, al taponarse, impiden la salida del sudor. No es en absoluto grave, tampoco es molesta para el bebé y, en verano, es frecuente que aparezcan varios brotes de sudamina.

¿Qué aspecto tiene? Son pequeños granitos rojos o ampollas de color rojizo y contenido claro, que pueden llegar a convertirse en minúsculos puntos blancos, que suelen afectar a la cara, la frente, el cuello, el pecho o la espalda. Son las zonas donde el bebé suda más, pero pueden darse en cualquier parte del cuerpo.

Formas de prevención

Tratamiento más adecuado: al contrario de lo que muchas veces se ha ofrecido como remedio en este caso, no está indicada la aplicación de polvos de talco ni de cremas, pues es un sarpullido que tiende a desaparecer por sí solo, a los pocos días y no deja marca.

La dermatitis atópica, una enfermedad molesta

La sudamina podemos llegar a confundirla con la dermatitis atópica, es la confusión más frecuente. Sin embargo, esta última es una enfermedad de origen desconocido que suele aparecer en la infancia, casi siempre antes de los tres años de vida, con una sintomatología muy concreta:

  • Aunque varía en función de la edad, puede aparecer en la cara, tronco y parte externa de las extremidades, en las flexuras de los codos y rodillas, en los labios y párpados o en cualquier otra parte del cuerpo o la cara, según el niño va creciendo.
  • Las lesiones que aparecen son, en general, de color rojizo, ásperas y descamadas. Producen mucho picor y heridas si se rascan. Su forma suele ser redondeada u oval.
  • También pueden aparecer costras y gran sequedad cutánea.

Tratamiento más adecuado: el seguimiento de esta enfermedad debe realizarse por parte del pediatra o dermatólogo y, en algunas ocasiones, se deberá recurrir al uso de corticoides tópicos. En cualquier caso, necesita tratamiento y ha de ser individualizado. Además, es importante mantener una higiene e hidratación diaria con productos especialmente indicados para la dermatitis atópica.

La reacción alérgica no siempre se manifiesta en la piel

Aunque las alergias sean consideradas la causa de la mayor parte de los problemas que aparecen en la piel, muchas veces y, por ejemplo, en el caso de las reacciones alimentarias, no tienen por qué manifestarse en la piel de los bebés como una erupción o sarpullido. Este problema es mucho más frecuente en la dermatitis atópica -si pica y persiste durante varios días- o de la sudamina, si apenas causa molestias.

Para poder diferenciar una reacción alérgica en la piel de la sudamina o de la dermatitis atópica, debemos atender:

  • Al tamaño de las manchas que, en este caso, son mucho más grandes y elevan un poco la piel que hay alrededor.
  • No tienen la punta blanquecina típica de la sudamina y de una obstrucción de las glándulas sudoríparas.
  • Además, suelen picar mucho.
  • Y, sobre todo, podemos relacionarla fácilmente con alguna causa identificable, como la introducción de un alimento nuevo en su dieta.

En este caso, se debe acudir a un profesional médico o pediatra para que valore la situación, sobre todo en el caso de que aparezcan complicaciones que van más allá de las reacciones cutáneas.

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