El embarazo es una etapa muy especial, tanto para la mujer como para la pareja en sí y la relación que ambos mantienen. Las emociones se viven intensamente, todo es nuevo (o no, si no eres primeriza) y, en los 9 meses de espera, todo se convierte en una sorpresa.

La mayoría de ellas son buenas, pero también es una etapa de incertidumbre, de cambiar muchas rutinas en casa y en la que también es bueno y recomendable tomarse un respiro. Sí, pisar el freno. Por eso, se ha puesto de moda lo que se conoce como babymoon. Una tendencia en alza que cada vez organizan, no solo las propias parejas, sino agencias de viajes, hoteles y plataformas por Internet que incluyen ‘servicios de antojos’, clases de yoga prenatales o cenas románticas y masajes relajantes. ¿Sabes lo qué es y por qué quizás tú también quieras una?

¿Qué es una babymoon?

El término babymoon se puso de moda en la industria del turismo, de manera similar a cuando lo hizo la palabra honeymoon. Mientras esta última significa luna de miel y está dirigida a los recién casados, el primero es una luna de miel del bebé. Es decir, un periodo de tiempo en el que los futuros padres pasan unas pequeñas vacaciones antes de la llegada de su hijo, disfrutando de su relación y a solas.

Es una práctica más habitual en parejas que están viviendo su primer embarazo, que es cuando más intenso se siente el cambio en la pareja, pero no es patria potestad de ellos. Tengas los hijos que tengas, puedes tener tu propia babymoon. Y aunque esté más de moda ahora, en realidad, esta palabra fue acuñada hace más de 20 años por una antropóloga social inglesa, para hacer referencia a “una escapada que realizaba la pareja con el bebé recién nacido para reforzar la conexión entre los tres”. Ahora, se adelanta y se realiza antes de que éste llegue.

Beneficios de realizar una babymoon

Podemos decir que una babymoon es un pequeño capricho romántico, sí; pero también os proporcionará como pareja grandes beneficios a nivel físico, psicológico y emocional.

• Ayuda a la pareja a compenetrarse mejor, ya que les permite tener un tiempo a solas para reconectar, hablar sin elementos externos a su alrededor y reflexionar antes de ser padres. Se eliminan las distracciones.
• Crea un mayor vínculo entre la pareja y el bebé. La ilusión se aviva con el futuro nacimiento del bebé.
• Cogeréis fuerza para cuando llegue el bebé y, por mucho que no nos guste confersároslo, dejéis de dormir las horas necesarias.
• También es bueno dedicarse tiempo a uno mismo en este momento, así como a tu pareja, sin familia y sin consejos bienintencionados 24 horas.
• Saldréis de la rutina y dejaréis los nervios de lado.

¿Cuándo planificar mi babymoon?

A la hora de organizar tu babymoon, lo más recomendable es hacerlo durante el segundo trimestre del embarazo, ya que han pasado las posibles molestias más comunes en los primeros meses, como las náuseas o los vómitos. En esta etapa, la futura mamá se siente con más energía, pero no ha llegado a ese aumento de peso que ya le es incómodo y le fatiga demasiado rápido. Más concretamente, la American College of Obstetrics and Gynecology dice que el periodo más seguro para viajar es siempre entre las semanas 18 y 24. Pero todo dependerá de cómo te encuentres.

Además, debes considerar lo siguiente antes de lanzarte a tu retiro y desaparecer por unos días:

• Es muy importante que consultes antes con tu médico todos los detalles antes de viajar o realizar cualquier actividad. Sobre todo, de cara a la alimentación que debes mantener y las precauciones generales durante la escapada.
• Quizás deberías valorar la opción de contratar un seguro médico de viaje. Además, infórmate de las condiciones sanitarias de tu destino, sobre todo, si es en el extranjero. Y ten en el radar un hospital cercano.
• Haz una lista con todos los medicamentos que estés tomando y llévalos contigo. En tu destino no tienen porqué tener de todo. Además, lleva contigo tu historial médico con las últimas pruebas realizadas.
• Ten en cuenta que, a partir de la semana 32, necesitas un certificado médico para poder viajar en avión.
• Tu maleta: ropa y calzado cómodos, adecuados a la climatología y características del destino elegido.
• Nada de actividades de riesgo.

¿Qué destinos y qué otras cosas puedo hacer para mi babymoon?

El destino elegido debe ser adecuado. Algunas parejas prefieren descansar, mientras que otras buscan descubrir algún lugar desconocido para ellas. En realidad, da igual, siempre que busques reactivar vuestros sentimientos y no perder de vista el objetivo de una babymoon: relajarse, conectar, disfrutar.

Por tanto, intenta elegir siempre un lugar en el que no tengas que organizar demasiados aspectos. Al final, conseguirás el efecto contrario, estresarte. Además, no debe ser perfecto. Por eso:

• Los lugares con playa o en plena naturaleza suelen ser los más recomendados.
• Descarta aquellos destinos sin condiciones sanitarias adecuadas y evita las zonas con enfermedades infecciosas endémicas.
• Como sugerencia, los destinos que no estén muy alejados, para evitar viajes largos en coche que puedan resultar incómodos. Y lo mismo si vuelas, evita las escalas.
• También una cena romántica, una tarde de teatro o un resort que incluya actividades en pareja puede ser una buena opción, como un masaje conjunto.