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La cuenta atrás más esperada del año para la industria de la moda está a punto de llegar a su fin. El primer domingo de mayo está solo a unas horas, lo que significa que el esplendor de la Gala Met 2019 volverá a deslumbrar este año con una temática que desafiará a los invitados, Camp: Notes on Fashion. Experta en dar la campanada cuando se despliega la alfombra sobre las escaleras del Museo Metropolitano es Sarah Jessica Parker. Sus tablas interpretando a la columnista de sexo obsesionada con la moda han hecho que la actriz sea una de las llegadas más esperadas al evento del año. Y, para calentar motores, acudió este sábado a los GLAAD Media Awards, unos galardones que premian el apoyo a la comunidad LGTB por parte del sector del entretenimiento y que tuvieron lugar en Nueva York y que sirvieron como calentamiento de su paso por la red carpet, acción que repetirá en tan solo unas horas.
Pero antes de reunirse con Lady Gaga, Harry Styles o Serena Williams, quienes han sido elegidos como anfitriones junto a Anna Wintour este año, la fiesta previa a la que acudió en la Gran Manzana dejó el listón muy alto. Lejos de preocuparse por escoger un look sencillo, y así generar mayor impacto con su aparición del día siguiente, la protagonista de Sexo en Nueva York optó por un vestido que bien podría haber funcionado en la gala anual organizada para recaudar fondos para el Museo Metropolitano de Arte. El Elie Saab de la colección Otoño/invierno 2019-2020 con el que apareció Sarah llevaba un estampado de corazones y manos a lo largo de la tela, un diseño que remató con un tocado de flores al más puro estilo Feria de Abril.
Y es que todas sus apariciones, incluyendo las que aparentemente tienen menos impacto mediático, tienen interés para la historia de la moda. De ahí que sea imposible pasar por alto el espectacular diseño que lució para la fiesta y que tanto recuerda al de mangas abullonadas que llevó en la gala del año pasado, una fiesta cuya temática consistía en vestirse acorde a la relación entre la moda y la religión católica. Para aquella ocasión llevó un impactante Dolce & Gabbana cubierto de brocados con corazones inspirados en la tradicional forma del exvoto. El impresionante minibaldaquino que llevaba a modo de tocado se hizo con el centro de las miradas, un adorno capilar que compitió con el que lució en 2015 de llamas e inspiración asiática que se convirtió en viral en las redes sociales.
Quien es una de las mejor vestidas del evento anual no deja nada al azar, de hecho, según declaró a E! Online, este año la idea se la dio Andy Cohen, quien no solo es uno de sus amigos más antiguos sino su acompañante sobre la alfombra roja todos los años en la gala anual. "A él se le ocurrió la mejor idea. Me la escribió en un mensaje", reveló la actriz dando a entender que tiene más que claro qué lucirá esa noche y así evitará tomar decisiones precipitadas en el momento.
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