El presidente italiano, Sergio Mattarella, se encuentra estos días de visita oficial en los Países Bajos junto a su hija, Laura, y ambos han sido recibidos en el Palacio Real de Ámsterdam con una cena de gala presidida por los reyes Guillermo Alejandro y Máxima. Como suele ocurrir en este tipo de eventos, la reina de los holandeses ha acaparado todas las miradas gracias a su impresionante estilismo, aderezado, como dicta el protocolo por una espectacular tiara, así como joyas de perlas pertenecientes a la Familia Real.
Mismo look, casi una década después
La semana pasada Máxima estrenó un nuevo vestido de gala en Atenas, una creación de diseño griego en honor a los anfitriones que supuso una auténtica sorpresa ya que ha demostrado a lo largo de los años ser una auténtica experta a la hora de reciclar looks incluso con varios años de diferencia. De esta forma, es habitual que repita algunos de sus estilismos más destacados en citas especiales, y, en esta ocasión, se ha decantado por rescatar del armario un vestido que le vimos por primera vez en 2013.
- El fabuloso look de gala de Máxima con joyas del siglo XIX y un vestido de pétalos
Fue con motivo del Día del Príncipe, una de las fechas señaladas en el calendario de los holandeses, cuando Máxima llevó por primera vez esta pieza, firmada por su diseñador de cabecera, Jan Taminiau. Se trata de un modelo dorado de mangas transparentes, corte a la cintura y falda acampanada embellecido a base de un patrón romboidal creado con pequeñas aplicaciones metalizadas en relieve. El día de su estreno lo lució con una pamela de rafia muy acorde al momento, ya que se trataba de un acto de día. Posteriormente, lo recuperó en 2014 en Japón, sumándole la misma tiara que lleva hoy, aunque modificada ligeramente.
La fabulosa pieza con la que ha coronado su recogido bajo -un moño voluminoso con raya al medio- se trata de una tiara bautizada como Württemberg y perteneciente al joyero de los Orange desde el siglo XIX. Desde entonces, ha formado parte de las denominadas 'joyas de pasar', y Máxima la ha lucido en varias ocasiones en sus distintas versiones. Esta tiara de oro blanco y diamantes, que llevó la princesa Beatriz, suegra de Máxima, el día de su boda, tiene engarzadas una serie de perlas fijas y cuenta con otras once desmontables que se colocan de manera vertical en los vértices, por lo que hay varias formas de llevarla.
En esta ocasión, la Reina ha querido llevarlas, aportando una imagen aún más vistosa. Ha completado con pendientes a juego, un par de grandes perlas decoradas con dos pequeños brillantes, y un llamativo collar también de cinco vueltas de perlas de diferentes tamaños.
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