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Desde hace varias semanas, las royals con más peso del continente europeo tenían en su calendario marcado el 8 de marzo como una cita importante dentro de su agenda. Y es que, además de tratarse de la jornada en la que se celebra el Día Internacional de la Mujer, muchas de ellas debían acudir a diferentes actos en apoyo a la mujer y la defensa de sus derechos. Citas en la que una vez más, destacaron gracias a grandes discursos, pero también por el buen gusto y estilo que demuestran en sus diferentes salidas. Si del lado británico, Meghan Markle asistió al King’s College de Londres con un llamativo vestido estampado en blanco y negro, de Reiss, del lado danés, la princesa Mary hizo lo mismo, en una cita, celebrada en Copenhague, donde demostró, una vez más, saber cuáles son las siluetas y estampados que mejor sientan.
Con motivo de su participación en la Mesa Redonda sobre Diversidad de Género de ONU Mujeres, celebrada en la Ciudad de las Naciones Unidas de Copenhague, por el Boston Consulting Group, la princesa Mary coincidió este viernes con 16 líderes danesas para charlar de diversidad de género. ¿El objetivo de la cita? Compartir sus propias experiencias para mejorar la situación actual que sufren las mujeres del país y promover así la diversidad en Dinamarca. La esposa del príncipe Federico eligió para este evento un look sobrio en tonos azul marino y negro, compuesto por un cuello vuelto oscuro, de manga larga, una falda en la misma gama cromática, con líneas zigzag blancas y azules, de Chloé y unas botas over the knee de ante (las preferidas de doña Letizia), de Gianvito Rossi. Un estilismo discreto que, sin embargo, escondía un genial truco de estilo.
Gracias al estampado de su falda trapecio (un diseño que ya llevó el pasado mes de octubre, durante un evento celebrado junto a la Danish Mental Health Foundation), la princesa consiguió de forma visual estilizar al máximo su figura. ¿Cómo? Borrando la silueta real de cuerpo y creando una nueva, en forma de zigzag. Un interesante recurso que usó en un sofisticado look en el que se decantó por joyas color plata, de Katerina Pitzner y un bolso azul marino, de Prada. Para darle un toque años 70 al estilismo, muy en la línea de los diseños de Chloé, Mary de Dinamarca dejó suelta su melena y apostó por un maquillaje con ojo ahumado y labial rosa.
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