Acuario 'jumbo' 

Los acuarios grandes nos dan la posibilidad de soñar, y los peces grandes hacen realidad ese sueño, porque se trata de especies que no estamos acostumbrados a ver en el hogar. A estos acuarios de gran tamaño se les llama “jumbo”, y con ellos puedes llegar a crear tu propio ecosistema marino en casa, con peces llenos de personalidad y con un tamaño visible desde lejos. Te presentamos una lista increíble de especies maravillosas. Y empezamos con la raya ¿No es increíble vivir con una en casa? Las rayas de agua dulce pueden llegar a medir hasta dos metros pero no temas: las variedades de acuario no sobrepasan los 60 cm, lo que ya es bastante.

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Panaque

Este pez puede llegar a medir 43 cm de longitud y, como ves, tiene un aspecto muy divertido. Suele permanecer inmóvil y por su expresión y apariencia da la sensación de que no es más que un disfraz de pez que alguien se ha dejado olvidado en el fondo del mar, sin embargo está vivo y cuando quiere moverse demuestra grandes dotes nadadoras. Pertenece a la familia de los loricáridos, en boca reside una fuerte ventosa capaz de adherirse a rocas, troncos o al propio cristal del acuario, así puede permanecer horas en modo ahorro de energía. El panaque es un pez muy robusto, está completamente blindado contra los depredadores pese a que no tiene escamas, sino algo mejor: placas de piel endurecida y espinas en las aletas. Además de resistente es un superviviente, se trata de un pez muy longevo que puede llegar a vivir hasta 12 años.

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'Bichir de Calabar'

A esta especie también se la conoce por varios nombres entre los que destacan: pez serpiente, dragón chino o pez cuerda. No es difícil imaginarse por qué viendo su apariencia. Si atendemos a su longitud, este pez puede llegar a alcanzar los 90 cm. Pese a su apariencia, no es un pez peligroso para convivir con otras especies, aunque conviene revisar el temperamento de sus compañeros para encontrar alguna posible incompatibilidad. Por lo general no tendrá problemas con peces más o menos grandes, pero podría comerse a los más pequeños. Una precaución poco usual es que este pez puede tratar de salir del acuario si no está convenientemente cerrado, así no será extraño verle escapar al exterior, arrastrándose y tratando de sobrevivir, pues su organismo es capaz de permanecer fuera del agua hasta dos horas. Sin embargo, pasado este tiempo morirá si no regresa al acuario.

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'Osteoglossum'

Este pez es un coloso, todo en él es grueso, su forma, sus escamas… Puede llegar a alcanzar los 120 centímetros de largo, aunque no es usual en especímenes criados en acuarios. Una de las razones para que su desarrollo sea menor en cautividad es que la alimentación pautada mantiene a raya el crecimiento de los peces, y en el entorno natural comen hasta desarrollarse por completo. En entornos salvajes este pez salta fuera del agua para capturar grandes insectos, pero no temas, no lo hará en el acuario, a menos que una libélula sobrevuele el tanque.

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'Chitala'

A estos peces se les conoce también como “peces navaja asiáticos”. Pueden llegar a medir metro y medio y pesar más de 5 kilos, pero los especímenes de acuario no sobrepasan los 40 centímetros. Se trata de un pez crepuscular, que aumenta notablemente su actividad en al amanecer y al atardecer, tiempo en el que buscará alimento, se relacionará con su entorno y cambiará de espacio de esparcimiento. Suele moverse en el fondo del tanque y adora las plantas y los troncos de madera, donde suele esconderse.

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'Erythrinus' (Pez lobo rojo)

El encanto de algunos peces reside en su apariencia enigmática, este es el caso del pez lobo rojo, como se denomina coloquialmente a esta especie. Se trata de un pez que puede superar los 90 centímetros en cría salvaje, pero que viviendo en un acuario no superará los 40 centímetros. Su comportamiento es territorial, lo que implica que si hay dos peces de su especie deben ser de género distinto, y si son más siempre en parejas. Además, si convive con peces más pequeños, no tendrá reparo en comérselos. Para poder mantener la convivencia de esta especie con otros de tamaño inferior necesitarás dotar al acuario de vegetación frondosa donde puedan esconderse los peces más pequeños.

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'Chromobotia macracanthus'

Si no conoces la expresión 'pez gregario' debes saber que éste lo es. Significa que no le gusta estar solo, pues su comportamiento es pleno cuando se mueve en grupo, de lo contrario vivirá constantemente tratando de pasar desapercibido: oculto entre la vegetación o las rocas. Se trata por tanto de un pez asustadizo, sociable con los que son como él, y sin ningún rasgo de agresividad. Eso sí: los caracoles son su debilidad, es reconocido por ser el mejor exterminador de éstos. Aunque en un entorno salvaje puede llegar a medir hasta 30 centímetros, para un acuario de peces grandes no sobresaldrá, pues en cautividad no supera los 20 centímetros.

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'Balantiocheilos'

Su aleta dorsal recuerda a la de los tiburones, por eso a estos peces del género balantiocheilos se les conoce como “los tiburones dorados”. No es un pez grande, sino de tamaño medio, llegando como máximo a los 35 centímetros. Es un pez asustadizo, que le gusta ir en grupo para poder defender mejor. Su forma de nadar es, por tanto, muy nerviosa, siempre parece huir de algo o cambiar de idea ante el más mínimo cambio de la corriente. Algunos peces pueden ir a por él por considerarlo demasiado nervioso, los depredadores se fijan en esta especie porque su forma de nadar delata que teme ser cazado.

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'Colossoma macropomum'

Se trata de un pez que puede llegar a medir más de metro y medio y pesar hasta 30 kilos. Sin embargo, como es habitual en acuarios, en cautividad no llega a unas dimensiones tan colosales. Le gusta estar en compañía de otros peces de su especie, lo que puede ser un problema si andas con el espacio justo en un acuario para peces grandes. Cuando hay más de uno es costumbre que se distraigan mordiendo entre sí, y es común que se dejen marcadas las aletas, forma parte de su temperamento, no lo veas como una agresión. 

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'Mylossoma'

Se trata de un pez tropical que puede alcanzar los 30 centímetros, aunque pertenece a la familia de las pirañas su comportamiento es inofensivo, de hecho socializa muy bien con los demás peces de su entorno. Su alimentación se basa únicamente en insectos y plantas, pero ante la duda: siempre se decantará prioritariamente por una alimentación de origen vegetal.