Seguro que en más de una ocasión te has propuesto un objetivo y, con el paso del tiempo, tu motivación y tus ganas han ido perdiendo fuerza hasta difuminarse por completo. Un buen ejemplo son los famosos propósitos de año nuevo que rara vez logras cumplir. Pues ha llegado el momento de poner punto y final a ese círculo vicioso. Al igual que sucediera con el J-Wellness y el Ichigo-Ichie, la tradición que te enseñaba a disfrutar plenamente de cada momento, el método Kaizen llega directo desde Japón para cambiar por completo tu forma de enfrentarte a los nuevos retos. Y, cuando hablamos de reto nos referimos a cualquier objetivo o cambio que quieras lograr a medio o largo plazo. 

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¿Qué es el método Kaizen?

Procedente de la unión de las palabras kai, que significa cambio, y zen, que significa mejor, hace referencia a un 'cambio a mejor'. Un proceso de continuo crecimiento que te invita a mejorar cada día, centrándote en los pequeños avances diarios en lugar de querer conseguir resultados inmediatos y generalmente inalcanzables. Para que lo entiendas mejor, un buen ejemplo puede ser ponerte en forma. Así, según el método Kaizen lo ideal sería centrarte en entrenar cada día 5 minutos e ir aumentando los tiempos a medida que te acostumbres, en lugar de focalizarte en la meta última -pérdida de peso, grasa o tonificar una zona concreta de tu cuerpo-, lo cual puede desmotivarte y alejarte de tu objetivo.

El método consiste, por lo tanto, en descomponer tus objetivos en pequeñas tareas que puedas ir completando paso a paso y de forma continua. De esta forma, te será mucho más sencillo superar el bloqueo inicial por el miedo al cambio, mantener la concentración y la constancia, y conseguirás resultados más efectivos y permanentes. Una filosofía que muchas empresas han aplicado a su rutina de trabajo para aumentar su eficiencia y productividad, y que hoy te vamos a enseñar a aplicar en el campo de tu crecimiento personal. 

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Cómo aplicar el método Kaizen: el truco de los 5 minutos

Antes que nada, es importante que dediques unos minutos a pensar en ese objetivo que quieres conseguir, ya sea comer más sano, ponerte en forma, ser más productiva en el trabajo o mantener tu casa más ordenada. Una vez lo tengas claro, el siguiente paso consiste en establecer pequeñas tareas diarias que te ayuden a completar ese objetivo: comer una pieza de fruta, hacer sentadillas, anotar las tareas del día en tu agenda o recoger tu dormitorio. Para ponerte en marcha, lo único que tendrás que hacer será aplicar el truco de los 5 minutos que consiste, simple y llanamente, en dedicar 5 minutos al día a esa tarea. Una buena forma de vencer a la pereza que te permitirá centrarte en tus objetivos a corto plazo y mantener la motivación que necesitas. Así, y aumentando el tiempo invertido poco a poco, lograrás resultados que ahora mismo te parecen impensables.