Talones agrietados y resecos
En los meses de calor, con el uso de las sandalias, el contacto con el aire o incluso por el hecho de andar descalzos, podemos encontrarnos con un aumento de la sequedad de los pies, aunque lo cierto es que esto no es algo exclusivo del verano, sino que esta sequedad se puede padecer durante todo el año. Y pueden aparecer grietas en los talones, que pueden llegar incluso a sangrar y dolernos al andar. Si son muy profundas, podrían producirse incluso infecciones.
Lo cierto es que, a medida que nos hacemos mayores, la piel está más seca y la tendencia a padecer excesiva sequedad en los talones es mayor. Por otra parte, la experta nos cuenta que no tienen por qué sufrir por igual los dos pies. En algunas ocasiones, tenemos solo problema en un pie, debido a la manera de andar, a las posibles asimetrías que tengamos o por los zapatos.
Las personas que padecen enfermedades crónicas como la diabetes, o problemas en los que el sistema inmunitario puede estar disminuido, deberían tener un especial cuidado con los pies, ya que es mas difícil la cicatrización. Sucede de igual manera con las personas obesas, pues si también están mucho tiempo de pie, tienen más tendencia a padecer este problema por el propio peso.
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