Callos, durezas, clavos... la mejor solución para los problemas de pies

La salud de nuestros pies puede repercutir en nuestro estado de bienestar y, sin embargo, son los grandes olvidados.

Dr. Eduardo Junco


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Cuando suben las temperaturas, nos gusta calzar zapatos abiertos para refrescar nuestros pies. Es entonces cuando reparamos, o somos más conscientes, de los callos, durezas o juanetes. Todas estas imperfecciones no son solo un problema estético. Pueden alterar la pisada y provocar más daños en el resto del cuerpo. 

Unos pies sanos y fuertes son indispensables para disfrutar de una buena calidad de vida, y las lesiones o problemas que puedan aparecer en ellos, pueden y deben ser prevenidos en la mayoría de los casos, a través de una higiene diaria adecuada, de la vigilancia de las lesiones incipientes y de la protección con calzado de calidad y adaptado a cada situación.

¿Por qué se dañan los pies?

La piel de los pies, debido a su función, tiene unas características especiales, pues la producción de queratina y el espesor de la capa córnea están más aumentadas que en ninguna otra parte de nuestra anatomía.

Para comprender su fisiología, debemos recordar que la epidermis es el epitelio más externo de la piel. Está constituida por células que progresan desde la capa más interna a la superficie y van transformándose a medida que ascienden hasta formar la capa córnea. Esta es el resultado final de la actividad de las células epidérmicas y está formada por células muertas que contienen queratina y cumplen la principal función de la epidermis, que es la protección ante las agresiones del exterior.

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Su escasa permeabilidad, la permanente evolución celular con descamación y la facilidad para producir queratina, hacen de ella una barrera infranqueable.

La mayoría de las lesiones cutáneas de los pies tienen relación directa con el exceso de producción de queratina y suelen tener su origen en heridas, contusiones, rozaduras o utilización de calzado inadecuado.

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Callos

Son pequeñas lesiones de hiperqueratosis localizadas, como consecuencia de una función excesiva de la capa córnea.Tienen su origen en pequeñas lesiones o zonas de presión continua o intermitente y se localizan habitualmente en los dedos o en la planta de los pies. El calzado inadecuado, zapatos pequeños, grandes o muy apretados suelen ser la causa.

El dolor que generan es causado por la inflamación que producen en los tejidos blandos periféricos, pudiendo llegar a impedir caminar correctamente.

Durezas

Son áreas de piel gruesa, más extensas que los callos. Están causadas también por presión o fricción regular y mantenida. Afean el lugar donde se localizan, porque la piel se hace más gruesa y amarillenta, debido al acúmulo de queratina, y pierde elasticidad. Se localizan en las regiones de mayor roce, planta y talón y producen con frecuencia molestias y dolor.

Clavos

Cuando el engrosamiento de la queratina de un callo o de una dureza crece hacia el interior de la piel, en forma de láminas concéntricas, da lugar a un clavo.

Se forman por compresión de la piel en zonas cutáneas cercanas a una superficie ósea, y son frecuentes en los dedos de los pies. Al comprimir los tejidos blandos, producen mucho dolor debido a la irritación de las terminaciones nerviosas periféricas.

Juanete

Es un agrandamiento de la articulación de la base del dedo gordo del pie. Suele estar provocado por un desequilibrio de fuerzas sobre las articulaciones y los tendones del pie, generalmente, debido a un mal desarrollo de este, a la forma de caminar, oa  un calzado inadecuado. Si no se trata, el juanete puede ser muy doloroso. Además, puede alterar la forma de la marcha y provocar problemas en la columna. 

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Papilomas

Son lesiones producidas por la infección de la piel debido a un tipo de virus, el Papovirus Humano. Se localizan, generalmente, en los puntos de apoyo de la región plantar, y se contagian en gimnasios, vestuarios y piscinas. Se asemeja a una verruga localizada en la planta del pie, pero que crece hacia dentro.

Los papilomas irritan los tejidos blandos subyacentes y provocan dolor intenso al andar.

¿Cómo solucionar los problemas de los pies?

La solución de todos estos problemas pasa por medidas de prevención y de tratamientos adecuados. La higiene diaria y cuidadosa de los pies, la vigilancia, el descubrimiento de lesiones incipientes y la utilización de calzado de calidad y a medida, adecuado para cada actividad, son fundamentales para tener unos pies sanos.

Debe evitarse el roce, la presión o la fricción permanente o repetida, pues son la causa del exceso de queratina y el origen de la mayoría de las lesiones de los pies.

Una vez que aparece la lesión, debe ser controlada por un especialista en podología o dermatología para aplicar el tratamiento adecuado. La descompresión de la zona y el uso de vendajes, almohadillas o prótesis elásticas son métodos que se usan frecuentemente. También se puede recurrir a medicamentos como los queratolitícos, que disuelven y disminuyen la producción de queratina. La extirpación quirúrgica y la crioterapia (nitrógeno líquido) son métodos más agresivos, pero frecuentemente utilizados.

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