¿Y si no damos las gracias?
Le preguntamos a la experta por qué piensa que, en el otro extremo, hay personas que nunca dan las gracias. “Hay personas que no se sienten cómodas en el reconocimiento del otro cuando le das las gracias, en el recibimiento de los cumplidos, incluso, son incapaces de mostrar cortesía y amabilidad hacia los demás. Esto puede ser debido a muchos factores como los rasgos de personalidad (inhibición, desconfianza, hostilidad… lo que podría hacer que la persona estuviera menos receptiva a la gratitud ajena), estado emocional (ansiedad, depresión… que haría que la persona estuviera menos sensible a los gestos de gratitud que muestran los demás), historia de vida, circunstancias actuales…”, concluye la especialista.
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