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Cada vez estamos más concienciados de la importancia de una dieta saludable. Queremos comer más sano, cuidar nuestra alimentación, y en este objetivo, la dieta vegetal tiene un papel fundamental. Tanto es así que, poco a poco, va ganando cada vez más seguidores.

El primer paso es, claro está aclarar conceptos. Y es que muchas personas no tienen claro en qué consiste una dieta vegetal, así como cuáles son los aspectos que la diferencian de una dieta vegetariana o vegana. “Una dieta basada en alimentos vegetales es una dieta muy rica y variada, que se basa, principalmente, en los alimentos que provienen de las plantas. Y no hablamos solo de frutas y verduras, sino también frutos secos, semillas, aceites, granos enteros o legumbres. Pero no nos confundamos, no es una dieta excluyente, la alimentación de origen vegetal no es sinónimo de vegetariano o vegano, sino que se basa en un menor consumo de carne o lácteos y así nos aseguramos de que sea beneficiosa tanto para la salud como para el planeta”, nos cuenta Ana G. Cantos, experta en Nutrición Clínica y coaching nutricional, colaboradora de la firma Flora.

 

¿Qué comparte y qué la diferencia de dietas como la vegetariana o la vegana? “Las tres comparten la prioridad y la importancia que se le otorga a los productos vegetales, que provienen de las plantas. La base principal de las tres dietas son los alimentos de origen vegetal”, nos detalla la experta. Mientras, por el contrario, la principal diferencia es que la alimentación vegetal y vegetariana no son excluyentes con los productos de origen animal, sino que su consumo es puntual, mientras que los veganos, directamente, restringen la ingesta de cualquier producto que provenga del entorno animal. “La diferencia entre una alimentación de origen vegetal y una dieta vegetariana es la aceptación de los productos de origen animal. Mientras que la dieta de origen vegetal consiente un consumo limitado y de forma puntual de todos los productos de origen animal, la dieta vegetariana ciñe el consumo de productos de origen animal a alimentos que proceden de los animales: huevos y leche, principalmente”, nos detalla.

 

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No es una dieta excluyente

Es uno de los rasgos principales, por lo que conviene insistir en que no es excluyente. “Se trata de una dieta rica y variada, que prioriza aquellos alimentos de origen vegetal pero no prescinde de los alimentos de origen animal, aunque aconseja una disminución de su consumo", nos explica la experta, que añade que es lo que llamamos dieta flexitariana, una modalidad de alimentación más respetuosa con el medio ambiente. El estudio revela que el 29% de la población se considera flexitariana, un porcentaje superior a los que se consideran vegetarianos (1,9%) o veganos (0,5%).

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¿Qué beneficios aporta a nuestro organismo?

La alimentación de origen vegetal otorga un mayor protagonismo a los principales alimentos con mayor riqueza de nutrientes, frutas, legumbres, productos enriquecidos con vitaminas A y D, vitales para el crecimiento y regulación del metabolismo y la absorción del calcio, como las verduras o los frutos secos, o ácidos grasos Omega-3 y Omega-6 como es la margarina vegetal o las semillas. “Además, no solo beneficia al medio ambiente, sino que es respetuosa con las diferentes opciones de dieta practicadas a nivel global (vegetarianos, veganos, etc.) así como, con las intolerancias alimentarias”, explica la nutricionista.

 

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Incorporar los vegetales desde la infancia

Lo cierto es que los vegetales siguen sin ser atractivos para muchas personas, a las que les cuesta incluirlos en su dieta. Algo que parece estar cambiando. “A muchos niños les gustan los vegetales. Hoy en día existen alternativas vegetales de origen natural con un sabor igualmente o incluso más atractivo que los de origen animal, por lo que es muy fácil acostumbrar el paladar de los niños a este sabor”, nos explica la experta. “También se junta con la creencia extendida de que de una dieta que incluye carne, pescado, lácteos y huevos es más saludable que una dieta basada en productos de origen vegetal, pero es importante recalcar que una dieta vegetal puede ser totalmente sana y equilibrada. Siempre dejándonos asesorar por un profesional para asegurarnos que, sea cual sea nuestro tipo de alimentación, nuestro cuerpo reciba todos los nutrientes y vitaminas que necesita, y sea acorde con nuestro estilo de vida”, añade.

 

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¿Puede tener carencias nutricionales?

Una de las preguntas del millón es si una alimentación a base solo de vegetales puede tener carencias nutricionales. “El estudio Alimentación vegetal: mitos y realidades, llevado a cabo por la marca Flora, demuestra el desconocimiento generalizado que hay en España sobre la alimentación basada en productos vegetales. Cerca de la mitad de los españoles (48%) todavía asocia una dieta vegetal con una alimentación incompleta. Pero lo cierto es que ni la carne roja es una proteína necesaria para el correcto funcionamiento del metabolismo –creencia que comparte cerca del 35% de los españoles– ya que ningún alimento es imprescindible y es posible encontrar proteínas completas en una amplia variedad de alimentos de origen vegetal como la soja, los garbanzos, los pistachos, la quinoa, las semillas de cáñamo o el amaranto", nos explica. Y añade que el calcio, por ejemplo, no se encuentra solo en los lácteos, sino que se puede obtener de fuentes vegetales como el brócoli, la col Kale y col rizada, la coliflor, el repollo, los garbanzos o las alubias, las almendras o las semillas de sésamo. Además, la nutricionista añade que un alimentación saludable a base de productos de origen vegetal no incrementa el gasto en la cesta de la compra –la carne, el pescado o el marisco son mucho más caros que los vegetales-.

 

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La clave, la variedad

“El quiz de la cuestión reside en llevar una dieta rica y variada. Por ejemplo, buscar los colores es la manera más eficaz para incorporar vitaminas y antioxidantes en la dieta. Las frutas y verduras son, precisamente, los alimentos más ricos en estos nutrientes, y en los que el color abunda, a diferencia de la carne, los lácteos o el pescado”, nos detalla, concluyendo que la alimentación de origen vegetal prioriza la variedad ante todo, dando prioridad a los alimentos de origen vegetal, pero sin ser excluyente.

 

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