Nos encontramos, no hay duda, ante uno de los problemas que más afecta a la mujer. Son las infecciones del tracto urinario (ITU), como la cistitis. Sin duda, en la aparición de las conocidas e incómodas cistitis, la anatomía de la mujer influye, y es que la longitud de su uretra es reducida y, por tanto, las bacterias tienen más facilidad para llegar a la vejiga. Tanto es así, que ellas sufren diez veces más cistitis que los hombres. Y hay más datos que nos hacen reflexionar: según diferentes estadísticas, se producen unos 4 millones de casos al año y entre un 40 y un 50% de las mujeres tendrán al menos una infección del tracto urinario en su vida, siendo habitual en el comienzo de la actividad sexual y después de la menopausia. “El 25% de ellas la sufrirá de modo recurrente, siendo el verano una época de mayor incidencia, debido a la humedad acumulada en la zona que genera el ambiente ideal para el crecimiento bacteriano”, indica el doctor Santiago Palacios, director del Instituto Palacios de Salud de la Mujer, ginecólogo y presidente honorífico de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM). El experto nos confirma que, durante el confinamiento, para él ha sido el principal motivo de consultas urgentes, lo que nos da una muestra de su relevancia.
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