Aunque los alimentos ricos en oxalato—como las espinacas, las remolachas o las almendras— suelen formar parte de una dieta saludable por su aporte nutricional, en ciertos casos su consumo excesivo puede tener consecuencias no tan beneficiosas. Para personas con tendencia a formar cálculos renales, problemas de absorción intestinal o ciertas enfermedades metabólicas, estos compuestos pueden acumularse y generar complicaciones. Por este motivo es importante conocer cómo actúan los oxalatos en el organismo y cuándo es necesario moderarlos. Entender este equilibrio permite disfrutar de los beneficios nutricionales sin comprometer la salud.
¿Qué son los oxalatos y qué alimentos los contienen?
“Son compuestos naturales contenidos en algunas plantas. Su interés radica en que se pueden unir a minerales como el calcio y formar sales no solubles que nuestro organismo tendrá dificultad en absorber; por ello hay quien los llama un anti-nutriente'. Nuestro cuerpo también puede fabricarlos”, nos detalla el doctor Agustí Molins, especialista en Nutrición y Dietética, director de la Clínica Dr. Molins y miembro de Top Doctors Group, que añade que, en general, no provocan problemas de salud en personas sanas, pero en algunas personas es necesario reducir su ingesta.
Tal y como nos explica Isabel Merino, inmunonutricionista de la Unidad de Microbiota de Vithas/Inmunomet del Hospital Universitario Vithas Madrid Arturo Soria, los contienen especialmente algunos vegetales ricos en fibra.
Con más detalle, los expertos nos confirman que los alimentos que tienen más oxalatos suelen ser verduras de hoja ancha como las espinacas y las acelgas, pero también se pueden encontrar de forma abundante en la remolacha, la soja, patatas con piel, algunos cereales integrales como el salvado de trigo, algunas frutas como las frambuesas y los kiwis, algunos frutos secos como las almendras, nueces, anacardos, cacahuetes… Incluso son ricos en oxalato el ruibarbo, los rábanos, el regaliz, el café, el té, el cacao en polvo y el chocolate. “Alto en oxalato se clasifica como más de 50 mg por porción”, apunta el doctor.
¿Cuándo está desaconsejado su consumo excesivo?
El doctor Molins nos cuenta que si bien la población general no debe preocuparse por la ingesta de alimentos ricos en oxalatos (si así lo hiciera, estaría poniendo en peligro el equilibrio en la dieta, puesto que estaríamos eliminando una larga lista de alimentos saludables), "hay ciertos casos en los que sí debemos prestar atención y disminuir su ingesta. Estamos hablando de personas que ya hayan presentando cálculos de oxalato cálcico en el riñón, pacientes con insuficiencia renal avanzada y también en pacientes con problemas intestinales que aumentan la absorción de oxalatos como es el caso de pacientes con membrana intestinal permeable, enfermedades inflamatorias como el colon irritable, o bien en pacientes sometidos a cirugía bariátrica que presentarán un síndrome de intestino corto”, nos cuenta, añadiendo que en estos casos se recomienda controlar la ingesta alimentos ricos en oxalatos en la dieta.
Por lo tanto, en algunos casos específicos, el consumo de oxalatos debe ser limitado o evitado. Así nos lo detalla también Inés Pérez Martí, especialista en Nutrición y Dietética en su propia consulta privada y en otros centros de prestigio de Barcelona, como el Centre Ginecològic MBG o Beautyderm, y miembro de Top Doctors. “Los oxalatos son sustancias que están en algunos alimentos y que, en exceso, pueden formar cristales en los riñones y causar cálculos o piedras. Si alguien tiene problemas con los cálculos en los riñones, es mejor no comer mucho de estos alimentos o consultarlo con un nutricionista para que le diga qué puede comer y qué no”, nos comenta, detallando los casos concretos en los que hay que extremar la precaución:
- Personas con tendencia a formar cálculos renales de oxalato de calcio, ya que estos cristales pueden contribuir a la formación de piedras en los riñones.
- Personas con problemas o insuficiencia renal, donde el cuerpo no puede eliminar bien estos compuestos y pueden acumularse en el organismo.
- Personas con antecedentes de cálculos renales, especialmente si ya han tenido piedras de oxalato, deben consultar a su médico o nutricionista para ajustar su dieta.
“En estos casos, lo recomendable es reducir el consumo de alimentos ricos en oxalatos y seguir las indicaciones del especialista para evitar complicaciones. Recuerda que cada persona es diferente, y lo más importante es hacer una evaluación individualizada para determinar qué alimentos son adecuados o no en cada caso”, apunta.
Los oxalatos son sustancias que están en algunos alimentos y que, en exceso, pueden formar cristales en los riñones y causar cálculos o piedras.
Así afecta el exceso de oxalato
El verdadero problema de un exceso de oxalatos en la dieta, en opinión del doctor Molins, es que se unen a otros minerales como el magnesio, el calcio y el hierro y forman unas estructuras que el cuerpo no puede asimilar. “Cuando esto ocurre, presentamos déficits de estos minerales y por ello aparecen enfermedades derivadas de dichos déficits. Al no disponer de mecanismos de metabolización, el cuerpo los intenta eliminar por la orina y entonces se favorece la formación de cristales de oxalato cálcico, provocando cólicos nefríticos y en algunas ocasiones complicaciones mayores”, nos comenta el doctor, que explica que los cristales de oxalato pueden depositarse en huesos, articulaciones, vasos sanguíneos y otros tejidos provocando inflamación, dolor y daño estructural.
“En mujeres, el exceso de oxalatos puede conducir a dolor menstrual, infertilidad, problemas de humor, trastornos del sueño, e inflamación crónica de bajo grado”, indica el especialista.
“El exceso de oxalatos en la dieta principalmente afecta a los riñones y la formación de cálculos, pero también puede tener algunas implicaciones en el metabolismo y el equilibrio hormonal”, nos detalla por su parte Inés Pérez Martí.
- Impacto en el metabolismo general: Cuando se consumen en exceso, los oxalatos pueden formar cristales en los riñones, lo que puede dificultar su función y sobrecargar el sistema renal. Esto puede afectar la eliminación de toxinas y el equilibrio de minerales en el cuerpo, ya que los riñones son clave en estos procesos. Además, un exceso de oxalatos puede interferir en la absorción de minerales como el calcio y el magnesio, que son importantes para muchas funciones corporales.
- Impacto en el equilibrio hormonal: Aunque los oxalatos no afectan directamente las hormonas, un desequilibrio en minerales como el calcio y el magnesio, que pueden verse afectados por el consumo excesivo de oxalatos, sí puede influir en la producción y regulación hormonal. Por ejemplo, el calcio es fundamental para la función hormonal y la salud ósea. Si hay deficiencia de estos minerales por exceso de oxalatos, puede haber alteraciones en el metabolismo hormonal, afectando aspectos como la función tiroidea, la salud ósea y otros procesos hormonales.
Cuando se consume mucho oxalato, este se une con el calcio en el intestino y forma cristales que no se absorben bien. Esto hace que el cuerpo tenga menos calcio disponible para usar, lo que puede debilitar los huesos y aumentar el riesgo de pérdida de masa ósea u osteoporosis
Consumo elevado de oxalatos y absorción de calcio
Como han explicado los expertos, uno de los factores que hay que tener en cuenta es si el consumo elevado de oxalatos puede interferir con la absorción de calcio, llegando a provocar pérdida ósea u osteoporosis
“Cuando se consume mucho oxalato, este se une con el calcio en el intestino y forma cristales que no se absorben bien. Esto hace que el cuerpo tenga menos calcio disponible para usar, lo que puede debilitar los huesos y aumentar el riesgo de pérdida de masa ósea u osteoporosis”, aclara Inés Pérez Martí. Por eso, recomienda que si alguien consume muchos alimentos ricos en oxalatos y no tiene suficiente calcio en su dieta, puede afectar la salud de sus huesos a largo plazo. “Es importante mantener un equilibrio y asegurarse de consumir suficiente calcio, especialmente si se ingieren alimentos con alto contenido de oxalatos”, detalla.
Coincide el doctor Molins, que explica que los oxalatos se unen al calcio en el tracto digestivo, formando dichas sales insolubles que el cuerpo no puede absorber. “Esto puede reducir la biodisponibilidad de calcio y a largo plazo podría contribuir a la pérdida ósea o aumentar el riesgo de osteoporosis en personas susceptibles. En personas con elevación de los oxalatos en sangre, se observa un mecanismo compensatorio de la hormona PTH (paratiroidea) que estimula la salida de calcio del hueso para compensar el déficit en sangre, provocando así una mayor pérdida mineral del hueso, lo que conduce a una osteoporosis”, nos detalla, aunque matiza que, sin embargo, en la mayoría de personas sanas, una ingesta adecuada de calcio compensa este efecto.
Consumo excesivo de oxalatos y enfermedades como la diabetes
¿Existe relación entre el consumo crónico de oxalatos y enfermedades como la diabetes tipo 2 o el síndrome metabólico? El doctor Molins comenta que las informaciones recientes apuntan a que podría haber una relación, pero no está evidenciado que sean responsables de una mayor incidencia ni de diabetes, ni de síndrome metabólico. “Lo que sí podemos apuntar es que la diabetes de tipo II causa deterioro de la función renal y un aumento de oxalatos en la orina, podrían contribuir a aumentar el daño renal”, nos explica.
La especialista de Vithas hace mención a un aspecto importante, la inflamación. “En ambos casos el paciente parte de una mayor inflamación celular que lo habitual, con lo cual el consumo de oxalatos podría ingresar en una célula cuya membrana ya este dañada por el proceso habitual de la enfermedad. Por tanto, no es que se han de excluir estos alimentos, pero sí seguir una dieta variada, donde cada día se ingiera algo nuevo”, apunta la especialista de Vithas.
Cómo detectar un exceso de oxalatos
Se puede realizar una simple prueba para detectar la sobrecarga de oxalatos; se trata de recoger la orina de 24 horas y enviarla al laboratorio para su medición y análisis. “En caso de sospecha de daño renal, podemos solicitar un análisis de sangre que mida el oxalato en el plasma, y en algunos casos más complejos se puede recurrir a pruebas más tecnológicas”, nos cuenta el doctor.
¿Hay una cantidad segura de oxalatos?
Para la nutricionista Pérez Martí, no existe una cantidad exacta de oxalatos que se considere segura para todas las personas, ya que esto puede variar según la salud de cada uno. Sin embargo, en general, una ingesta moderada de alimentos ricos en oxalatos, como verduras, frutos secos y cereales, suele ser segura para personas sanas. “Para quienes no tienen problemas renales o antecedentes de cálculos, no hay una cantidad específica que deba limitarse estrictamente, pero se recomienda mantener una dieta equilibrada y variada. Si tienes tendencia a formar cálculos renales de oxalato, tu nutricionista te indicará una cantidad adecuada y te ayudará a ajustar tu dieta para evitar riesgos”, nos dice.
Por su parte, el doctor Molins nos detalla que en personas sanas, una dieta equilibrada no representa ningún riesgo respecto a la ingesta de oxalatos y no debemos preocuparnos ni prestar especial atención. “Sin embargo, en personas con riesgo de litiasis renal, se consideran seguras cantidades inferiores a 50 mg /día”, detalla el especialista de Top Doctors.
Una buena opción es cocinar los vegetales, hirviendo y desechando el agua, lo que reduce significativamente el contenido de oxalatos
Recomendaciones útiles
¿Qué estrategias recomiendan los expertos para reducir su impacto sin eliminar completamente alimentos saludables como espinacas o frutos secos? “La restricción generalizada de oxalato ya no se recomienda para todas las personas con cálculos renales. Esto se debe a que la mitad del oxalato presente en la orina es producido por el cuerpo y no absorbido de los alimentos. Podemos aplicar varias medidas para reducir la cantidad de oxalatos en nuestra dieta; se trata de no renunciar a alimentos saludables y recordar, como decía Paracelso que ‘El veneno está en la dosis’”, apunta el doctor Molins, que resume sus recomendaciones:
- Cocinar los vegetales (hervir y desechar el agua) reduce significativamente el contenido de oxalatos.
- Consumir suficiente calcio (preferentemente en la misma comida), ya que el calcio se une al oxalato en el intestino y reduce su absorción. Incorporar a la dieta alimentos ricos en calcio cono el queso, los yogurts, el brócoli o el pescado enlatado con espinas.
- Mantener una hidratación adecuada (2 l/día) para favorecer la eliminación renal de oxalatos.
- Evitar altas dosis de vitamina C, ya que se metaboliza a oxalato.
- Diversificar la dieta y no concentrar grandes cantidades de alimentos muy ricos en oxalatos en una sola comida.
- Promover la salud intestinal, ya que ciertas bacterias como Oxalobacter formigenes utilizan el oxalato como fuente de energía, lo que reduce significativamente la cantidad de oxalato que tu cuerpo absorbe.
- Si es necesario, se puede tomar el calcio en forma de suplementos que pueden ir acompañados de magnesio (en equilibrio entre ambos) y con un poco de vitamina D.