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Albert Domènech, autor del libro Mediocres © Cortesía

Entrevista

Albert Domènech, escritor: 'Muchos mediocres son auténticos impostores disfrazados y su misión es anularte'

Albert Domènech acaba de poner cara a muchos de los mediocres que pueden pasarnos desapercibidos y que tienen como misión impedir que brilles. Hablamos con este escritor y periodista para que nos ayude a identificarlos y saber qué hacer con ellos. 


5 de mayo de 2025 - 14:43 CEST

Los mediocres no son inofensivos. Así lo ve Albert Domènech, periodista y escritor que acaba de publicar el libro Cómo librarte de los mediocres que quieren joderte la vida (La Esfera de los Libros). Domènech nos advierte de que la intención de estas personas es fastidiar tu vida, impedirte que brilles. 

Él lo entendió a la perfección cuando sufrió su primer ataque de ansiedad. Lo que parecía un episodio aislado pronto se convirtió en una revelación: hay personas que, sin necesidad de levantar la voz ni armar escándalo, se convierten en auténticos saboteadores de tu bienestar. A veces se esconden bajo una sonrisa, otras bajo el disfraz de la amistad o la cortesía profesional. Pero su efecto es demoledor.

Los mediocres tienen una habilidad casi quirúrgica para menospreciar, frenar, contaminar entornos y desgastar emocionalmente a quienes les rodean

A esos individuos, Domènech ha decidido ponerles nombre propio: los mediocres. No habla de personas grises sin más, sino de un tipo humano muy concreto, con estrategias camufladas y una habilidad casi quirúrgica para menospreciar, frenar, contaminar entornos y, sobre todo, desgastar emocionalmente a quienes les rodean.

No es casual que sus efectos más corrosivos recaigan sobre la salud mental. Su mediocridad, lejos de ser inofensiva, puede tener una capacidad destructiva mucho mayor de lo que solemos admitir. Albert, que vivió en carne propia esta erosión, no solo ha aprendido a reconocerlos, sino que ha decidido clasificarlos con la precisión de un entomólogo, para que tú también puedas identificarlos y protegerte.

En esta entrevista, hablamos con él sobre cómo actúan los mediocres, por qué son tan difíciles de detectar en un primer momento y qué puedes hacer cuando descubres que tienes a uno, o varios, demasiado cerca. 

¿Qué te ha impulsado a escribir un libro sobre mediocres?

La observación y la constatación de que socialmente sufrimos, y más desde la pandemia, una neurosis individualista que, más allá de reforzarnos como seres humanos, ha disparado una serie de valores cada vez más tóxicos como la envidia, la hipocresía, la competitividad malentendida o la falta de empatía con los demás. Creía que la pandemia nos reforzaría como personas y comunidad, pero creo que no solo eso no ha sucedido, sino que cada vez nos cuesta más relacionarnos con los demás y generar unas relaciones sanas, asertivas, y que no sean impostadas.

¿De verdad crees que estamos rodeados de ellos y no nos damos cuenta?

¡Si no, no hubiera escrito este libro! Te aseguro que estamos rodeados de todos ellos, aunque sí que es cierto que hay personas que son capaces de identificarlos a tiempo e intentar poner una solución. En el libro he hecho una clasificación de los 15 tipos de mediocres que he detectado, de menos a más peligrosidad, y muchos de ellos, y por desgracia, se han refugiado en algunos ámbitos vitales y actúan con total impunidad. Anticiparse a ellos será clave en el proceso de eliminar esas personas tóxicas de tu vida.

 ¿Te has encontrado a muchos mediocres a tu alrededor?

El libro está escrito en base a experiencias personales, pero también gracias a los relatos individuales de personas que me rodean y que han tenido que convivir en algún momento con ellos. Todos en algún momento hemos tenido experiencias negativas con algún tipo de mediocre, y el principal problema radica cuando su actitud y comportamiento tiene un impacto directo en nuestra vida, y especialmente una afectación en nuestra salud mental. Pongámonos esta máxima en la cabeza: tolerancia cero con todas aquellas personas que juegan con nuestra salud mental.

Si tu jefe es un mediocre, pero quieres conservar el trabajo, deberás encontrar un equilibrio perfecto que muchas veces es muy complejo de gestionar

Albert Domenech, escritor

 ¿Abundan como compañeros de profesión o en cualquier parte hay mediocres, incluso, nuestros amigos pueden serlo?

Abundan en todas las esferas sociales, aunque es cierto que en el ámbito laboral podemos encontrar a muchos de ellos. Es verdad que hay algunos mediocres que son más fáciles de combatir porque forman parte de redes sociales que podemos cortar en cualquier momento sin despeinarnos. Si tenemos un amigo mediocre tenemos dos opciones: o aguantarlo porque nos aporta otras ventajas y esos nos compensa, o tomar la decisión de apartarlo de tu vida. La cosa se complica en los círculos familiares o labores donde tomar una decisión es mucho más complejo. Si tu jefe es un mediocre, pero quieres conservar el trabajo, deberás encontrar un equilibrio perfecto que muchas veces es muy complejo de gestionar.

   Dices, en tono de humor, que pueden jodernos la vida, ¿piensas que se debe a que siempre intentarán que los demás no brillen?

Efectivamente, el libro está escrito en tono de humor, es ácido, divertido y provocador, pero el hecho de que las personas puedan influir en ti de tal manera que lleguen a joderte la vida ya no hace tanta gracia. La finalidad de un mediocre puede ser variada según la especie, pero en su versión más tóxica ten por seguro que su misión será anularte como persona, hacerte luz de gas y apagar tu luz. Y la mala noticia es que los más peligrosos, que suelen ser psicópatas y narcisistas de manual, pueden llegar a obsesionarse con su misión, por lo que les da igual lo que la gente piense de ellos. Mucho cuidado que no es ninguna broma.

 ¿Cuáles son esos niveles de toxicidad de los que hablas?

Cualquiera que sea capaz de generarte inestabilidad y dañar tu salud mental. Puede ir de un simple hartazgo o desgaste, a cosas mucho más serias como que logre anularte como persona y hacerte sentir además culpable de la situación. Algunos comparten características básicas como la envidia, la manipulación, la falta de autocrítica, el victimismo, la ausencia de responsabilidad o hacer de la ofensa constante su modus vivendi. Cuanto más tóxico sea el mediocre en cuestión, más devastadores pueden llegar a ser sus efectos.

Hay personas que pueden tener actitudes mediocres, por ejemplo, por problemas de autoestima o inseguridad, pero eso no les convierte en mediocres o gente de potencial toxicidad

Albert Domenech, escritor

¿Se puede confundir mediocridad con inseguridad? 

Perfectamente. Por eso es importante la observación previa y evitar los juicios de valor precipitados. Hay personas que pueden tener actitudes mediocres, por ejemplo, por problemas de autoestima o inseguridad, pero eso no les convierte en mediocres o gente de potencial toxicidad. El termómetro para medir eso suele ser el impacto que tienen en las demás personas, y muchas de ellas solo se perjudican a ellas mismas. En ese caso, lo mejor es tener una actitud asertiva e intentar reforzar su autoestima para que no te vean como un enemigo.

 ¿Por qué hay que detectar a los mediocres?

Para tener una calidad de vida plena y evitar que sus comportamientos pueden llegar a perjudicarte. No se trata de hacer ninguna caza de brujas o de etiquetar a las personas sin conocerlas, más bien de anticiparse ante determinados comportamientos nocivos y protegerte a tiempo antes de que sea demasiado tarde. Hay veces que una retirada a tiempo es una victoria.

 ¿Y cómo hacerlo?

Sumando experiencias propias o de otras personas, evitar confianzas innecesarias y con mucha observación que, con el tiempo, te permita identificar aquellas red flags, y evitar que te pillen desprevenido. Antes de entregarte plenamente a alguien, convive y exprime al máximo vuestra comunicación. Muchos de los mediocres son auténticos impostores y, durante un periodo de tiempo, se esconden en disfraces que no son reales. Como he dicho antes, la anticipación es muy importante en estos casos, y mejor dejar la inocencia para las pelis de Disney.

Hay que evitar confianzas innecesarias, observar para identificar las 'red flags'. Muchos de los mediocres son auténticos impostores y, durante un periodo de tiempo, se esconden en disfraces que no son reales

Albert Domenech, escritor

¿Qué ganaremos con ello? 

Estabilidad emocional y unas relaciones personales mucho más sanas. La vida es una balanza continuada en la que tienes que tomar decisiones y saber cuándo toca deshacerte de aquello que te está perjudicando. Sopesa las cosas, también las relaciones, y quédate solo con aquello que sume y te aporte. El valor más preciado que tenemos ahora mismo es el tiempo. Decide con quién quieres pasar ese tiempo de calidad, piensa que tu salud física es tan importante como la salud mental, y no dejes que nadie controle tu vida. Si eso sucede, el panorama suele ser caótico y desesperanzador. La buena noticia es que la mayoría de las elecciones y decisiones están en nuestras manos. 

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.

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