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Si tu nivel de práctica de yoga va avanzando poco a poco, y ya dominas las posturas básicas, hoy vamos a hablarte de una asana que te permitirá seguir avanzando en tu progresión en esta disciplina milenaria. Se trata de Astavakrasana, también conocida como la postura de los ocho ángulos, una asana de balance de brazos de nivel intermedio-avanzado. “Por lo general, se tiende a pensar que las posturas de balance de brazos requieren de una gran cantidad de fuerza para poder realizarlas. Y aunque es cierto que estas posturas requieren de cierta fuerza, no solo se trata de eso sino también de aprender la técnica de los balances de brazos”, nos anticipa Sara García (@sarayoga.journey), profesora de Vinyasa Yoga.
Así, la experta nos detalla que esta postura en concreto no solo requiere de fuerza en la zona abdominal y los brazos, sino también de apertura en nuestras caderas para poder practicarla correctamente. Con su ayuda, vamos a resumirte los beneficios de esta postura y cómo sacarle partido.
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Recomendaciones útiles
Si nunca antes has practicado Astavakrasana, lo mejor que puedes hacer es empezar a practicarla bajo la supervisión de un profesor con dos bloques de yoga, uno debajo de cada mano. “Esto ayudará a nuestro cuerpo a conocer la sensación de un balance de brazos si no estamos familiarizados con ello. Una vez nuestro cuerpo se haya familiarizado con la postura, procederemos a quitar los bloques”, nos cuenta.
Para sacarle el máximo partido, una vez que el alumno pueda practicar esta postura, idealmente la practicará a diario durante 30 segundos manteniendo el foco de atención en su respiración.
“Se recomienda practicar esta postura al final de una práctica de yoga, para preparar el cuerpo para ella tras realizar ejercicios de apertura de cadera y de calentamiento de las muñecas (no se recomienda practicar al principio de una clase para evitar lesiones)”, sugiere, y añade que, basándose en su propia experiencia en las clases, cuando practican posturas de balance de brazos, les aconseja a sus alumnos que cojan una manta cada uno y la coloquen justo debajo de su cabeza. “De alguna manera, esto da una sensación tranquilizadora al alumno para que, si se cae al suelo al intentar practicar la postura, su cabeza no tocará el suelo, sino que tocará la manta y no se harán daño”, explica.
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Beneficios de la postura
Entre todos sus beneficios destaca:
- Fortalecimiento de las muñecas y de los brazos.
- Aumenta la confianza.
- Mejora la concentración.
- Reduce la sensación de fatiga.
- Fortalecimiento de la zona abdominal.
- Mejora el equilibrio.
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Posibles contraindicaciones de esta asana
Tal y como nos detalla la experta, no se recomienda practicar Astavakrasana si tenemos alguna lesión en los hombros, en las muñecas, en la espalda o en las caderas. Tampoco se recomienda practicar Astavakakrasana a una mujer embarazada salvo con la supervisión de un profesor.
“Las posturas de balance de brazos, como hemos comentado requieren de cierta técnica. Si quieres empezar a practicar este tipo de posturas te recomendamos que empieces con alguna postura más sencilla como Bakasana (la postura del cuervo)”, concluye.
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