¿Sientes que te roban energía? Estas estrategias te ayudarán a frenar esa situación

Hay que estar atento a las señales que nos lanza nuestro cuerpo para alertarnos de este problema

Por Pilar Hernán

¿Has sentido alguna vez que estabas cerca de una persona que te robaba la energía? Te deja sin batería, te agota… Pues bien, uno de los aspectos que nos comienza explicando Rebeca Cáceres, Doctora en Psicología, psicoterapeuta y CEO de Tribeca Psicólogos, es que no son otras personas las que nos roban energía.

Es un matiz interesante. “No hay otras personas, otras situaciones. Somos nosotros todo el tiempo. Los demás son espejos. La energía se atrae y si hay personas o situaciones que nos roban energía es porque nosotros, muy probablemente, estemos vibrando en esa frecuencia. Me parece importante destacar esto porque si no siempre parece que son los otros los que tienen el problema y nosotros las pobres víctimas indefensas que no tienen margen de maniobra. No es así”, considera.

La psicóloga añade que hay situaciones de la vida que suponen un robo de energía y que no podemos evitar, como es la enfermedad propia o de seres queridos. “Sin embargo, esto a pesar del robo energético que conlleva, va a ser más adaptativo si aceptamos el momento en el que estamos y desde la conciencia somos capaces de gestionar la situación por la que estamos pasando. No es el mismo robo de energía, por ejemplo, en un cuidador de un familiar con demencia que acepta la enfermedad, la situación y que sabe cómo gestionar la enfermedad y el tiempo libre. Una vez más no son las situaciones ni las personas, es cómo lo gestionamos. De ahí, que ante una misma situación haya personas con un fuerte impacto psicológico y otras que no presentan esto y que, incluso, llegan a presentar bienestar”, nos detalla.

Lee también: Por qué es tan importante cuidar tu bienestar emocional

Señales de alarma

¿Cuáles son las señales que nos alertan de que esto está sucediendo, de que estamos perdiendo energía? En opinión de la psicóloga, principalmente la alerta la lleva el cuerpo. “Cuando estamos agotados, cansados, sin poder hacer nada más porque una situación o persona parece que nos ha dejado exhaustos. Quizás hemos pasado mucho tiempo con una persona que se queja mucho o en una situación altamente estresante. Después de momentos como estos, entre otros, lo normal es que nuestro cuerpo nos de señales de alerta porque necesita recuperarse”, nos comenta. Y añade la importancia de que hagamos caso a estas señales del cuerpo y no vayamos en piloto automático pretendiendo hacer todo lo que teníamos planeado.

“El cuerpo siempre lleva la cuenta y si no le hacemos caso, ese descanso y tiempo que necesita, nos lo pedirá por otro lado, probablemente a través de la somatización o de otros lenguajes que tiene el cuerpo. Por otra parte, es importante que también seamos conscientes de los pensamientos negativos que tenemos ante ciertas situaciones o con ciertas personas. Si esto ocurriese, también es muy probable que sea una señal de que estás ante una situación o ante alguien que te roba energía. Por último, también es fundamental estar atento a las señales emocionales. Identificar ante qué situaciones o personas te sientes triste, culpable o enfadado, de manera repetitiva también puede indicar que estás ante una persona o situación que te roba energía”, nos explica.

Lee también: Solo necesitas 5 minutos para detectar a una persona tóxica

Consejos para conseguir que no te roben energía

  • Sé consciente de tus emociones. Lo primero que debes hacer es una lista de ante qué personas o situaciones de tu vida parece que no estás del todo bien (por ejemplo, te sientes cansada, agotada, enfadada, triste…).
  • Haz un plan de gasto energético. Si fuera tan fácil irse de ciertas situaciones o dejar ir a ciertas personas solo con ser conscientes, todos lo haríamos. Sin embargo, la vida adulta no funciona así. Hay cosas que nos tocan y con las que tenemos que lidiar y saber gestionar (por ejemplo, alguien del trabajo que roba energía; el cuidado de una persona enferma de la familia…). Ante estos casos es importante que estés en esas situaciones o con esas personas de modo consciente, sin intentar huir mentalmente, sin tener expectativas que las cosas van a ser de otro modo.
  • Haz tu 'planning' de aporte energético. Cuando no estés en las situaciones o con las personas que te roban energía, es fundamental que desconectes haciendo otro tipo de actividades (por ejemplo, yoga, mindfulness, deporte, reunión con amigos…) que te hagan conectar contigo y recargarte de energía.
  • Ten tu caja de herramientas para situaciones inesperadas de robo de energía. En la vida no todo es predecible porque inevitablemente la vida va de jugar al azar en múltiples ocasiones. Por eso es fundamental que tengas un kit de herramientas básico para gestionar situaciones inesperadas de robo de energía.
    1. Lo primero es darte cuenta de cuáles son las señales de tu cuerpo que indican que estás ante una situación o persona que te roba la energía.
    2. Cuando seas consciente de esto, intenta “no entrar en el juego”: no discutas, no intentes que el otro cambie de opinión… Fíjate en ti más que en el otro. Intenta gestionar lo que estás sintiendo.
    3. Intenta salir lo antes que puedas de esa situación (por ejemplo, si alguien te da voces por algún gesto en la circulación y se muestra agresivo, evita entrar ahí, sigue tu camino).

Lee también: Consejos para iniciarte en el 'mindfulness'

¿Qué consecuencias puede tener este hecho en nuestro día a día?

Las consecuencias, claro está, pueden ser diversas. “Si estamos ante una situación o persona que nos roba energía y esto está en nuestro día a día puede verse afectada la salud, el bienestar y, por supuesto, el crecimiento personal. No se puede crecer en un entorno en el que tu cuerpo está luchando por compensar todo el tiempo”, explica la experta de Tribeca Psicólogos. Pero es que, además de esto, exponerse a un robo de energía constante sin tener conciencia o sin saber qué hacer en esa situación, puede hacer que se den problemas de adicciones (por ejemplo ingesta caprichosa y ansiosa de comida; fumar; beber alcohol) para intentar “escapar” de la situación. Todo esto también puede dar lugar a patologías como la depresión, el estrés o trastornos de ansiedad.

Lee también: ¿Qué hábitos emocionales pueden generarte ansiedad?

Claves para detectar este problema

Tal y como explica la psicóloga, si estás dispuesto a ver lo que pasa es sencillo. “No es fácil cuando es algo que se repite en la vida, pero en lo que te sientes atrapado porque no sabes cómo resolver. Por ejemplo, si estás ante un trabajo que no te gusta y sientes que no soportas ir a ese lugar. Si eres consciente pero no sabes cómo dejarlo porque tienes miedo al futuro laboral o no tienes recursos económicos para poder dejarlo, entonces vas a soportar cada día una situación que, sin duda, te va a robar energía. Las consecuencias de esto pueden ser físicas y psicológicas como ya hemos explicado, pero también relacionales porque quizás te vas a relacionar peor en el ambiente laboral, familiar, etc”, nos dice.

Así debes actuar

Una vez que tenemos el problema localizado, ¿cómo debemos actuar? “Dependiendo de la situación. Si es una cosa o una persona que nos gasta energía pero que no tenemos vínculo emocional, lo mejor es dejarlo ir. Si tenemos un vínculo emocional con la situación o con la persona con la que nos sentimos mal deberíamos ver el alcance de la situación y valorar la opción de estar ahí o dejarlo ir. Si, por otro lado, es una situación en la que sí o sí tenemos que estar aunque nos robe energía, entonces deberíamos saber cómo cuidarnos en este momento vital y qué hacer en los momentos en los que no estoy ante esa situación”, nos cuenta la psicóloga, que comenta que la mejor estrategia es la de responsabilizarnos de quiénes somos y qué sentimos. A partir de ahí poder gestionar la situación desde nuestro centro teniendo en cuenta todo lo que hemos explicado previamente.