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Si te decimos que comentes el primer ingrediente que te viene a la mente al pensar en la dieta mediterránea, tal vez ese sea el aceite de oliva. Sin duda, uno de los alimentos más saludables que tenemos a nuestro alcance, un oro líquido que destaca por sus muchas las bondades conocidas. Pero tal vez no sabías que se ha demostrado que es, además, un gran aliado para una correcta salud mental. “La salud mental se define como el estado de bienestar personal que nos permite desarrollar todas nuestras actividades, nuestro trabajo diario de una manera satisfactoria y productiva, disfrutar de los momentos de la vida y afrontar el estrés de nuestros días de la mejor manera posible”, explica Mónica Nieto, farmacéutica y una de las fundadoras de Alevoo, quien destaca que, precisamente, una vida sana debe ir de la mano de la salud emocional y mental. “Puede verse afectada esta salud mental por muchos factores como experiencias personales, familiares, laborales, culturales, sociales y recreativas o de ocio. Necesitamos tener buena salud mental y buena salud gastrointestinal porque están íntimamente relacionadas”, añade la experta.
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Un aliado contra el estrés
Es ahí donde entra el juego nuestro protagonista, el aceite de oliva virgen extra. Y lo hace incluso como un buen aliado para combatir el estrés, al que la experta define como uno de los grandes males del siglo XXI. "El consumo de aceite de oliva virgen extra determina una mejora en el estado general del individuo y, como consecuencia, en el estrés. Su consumo, efectivamente, mejora la producción de encefalinas cerebrales que hacen frente a los síntomas en situaciones de estrés. Este AOVE es capaz de proporcionar un bienestar similar al que sentimos cuando hacemos deporte, cuando escuchamos música, cuando viajamos, leemos, reímos… Está demostrado a nivel científico que el aceite de oliva virgen extra mejora nuestro estado de ánimo”, cuenta la experta.
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La relación de la comida con el estado de ánimo
Pero hay más beneficios del llamado oro líquido para la salud de nuestro cerebro. Así, “las tres o cuatro cucharadas que deberíamos tomar al día aumentan la funcionalidad de nuestro cerebro a nivel del hipocampo, aumentan la neurogénesis. Consiguen una estabilidad emocional y cerebral que hace que nuestro día a día y nuestra salud sean muchísimo más sanos y equilibrados. Pensamos que la búsqueda de felicidad viene por medio de la dieta: lo que comemos influye en nuestro humor. El mood food tan moderno hoy en día se basa en seleccionar los alimentos que ingerimos, los cuales mejoran nuestro intestino y nuestro estado de ánimo”, nos explica.
“El cerebro es la base de nuestra salud mental: el estómago es conocido como el segundo cerebro, por lo tanto, es igualmente importante para nuestra salud. El intestino es donde se encuentra nuestra microbiota, la responsable de nuestra inmunidad y de las defensas del organismo. A día de hoy ha quedado demostrado que los trastornos y enfermedades crónicas gastrointestinales están relacionados con el estrés crónico en el que vivimos y que este estrés es capaz de debilitar nuestra microbiota”, detalla la farmacéutica.
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Enfermedades neurodegenerativas
Mónica Nieto detalla, además, que el aceite de oliva virgen extra es capaz de combatir el deterioro mental, ayudando a preservar la memoria y a evitar el deterioro cognitivo, protegiendo las uniones de las neuronas, que son las responsables de intercambiar la información neuronal y que mantienen inalterada la actividad o sinapsis. “Por lo tanto, es beneficioso para prevenir un grupo de enfermedades relacionadas con el envejecimiento que son conocidas como taupatías. Enfermedades que se caracterizan por la acumulación paulatina y anormal de una proteína que se llama proteína Tau en el cerebro, que dan lugar a la reducción de la función mental conocida como demencia. Se demostró que esta proteína tau se deteriora y forma los llamados tejidos taudaninos, que son similares a las placas amiloides en la enfermedad de Alzheimer, impiden la comunicación entre las neuronas, lo que conlleva un deterioro en la memoria y en el pensamiento, dando lugar a la demencia”, confirma
Y finaliza con un último dato: “La función cerebral mejora gracias a la acción de otra proteína que es la complexina uno, responsable de la sinapsis saludable en nuestro cerebro, que previene enfermedades neurodegenerativas tan graves y extendidas a día de hoy en nuestra sociedad”.
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