Menopausia

'Mi corazón palpita, pero no es por amor ¡son mis hormonas!'

A medida que descienden los niveles de estrógenos con la menopausia se incrementa exponencialmente el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, entre otras razones porque los estrógenos nos protegen de estas incidencias.

Por Andrea Carucci

Estoy sintiendo cómo mi corazón palpita, parece como si de repente tuviera un motor en mi pecho pero ¿qué es esto? Me levanté sin más esta mañana, no he recibido ninguna noticia que me ponga nerviosa, no tengo una crisis de ansiedad, ¿Qué me pasa? Y para colmo desde hace unos años me empezaron salir más venitas en mis piernas, primero una, después, otra y ahora un montón. Lo bueno es que ya la celulitis es lo que menos me preocupa; ¿tengo algún síntoma más?, ¿voy a tener un infarto, o es que mi corazón ha decidido llamar un poquito la atención? ¡Me voy a tomar todo con más calma! ¡Mejor mañana empiezo! ¿No recuerdo que es lo que había que hacer? ¡Me estresooooo y eso va a empeorar todo! Respira, respira, inspiro en 4, suelto en 8... Respira…

El tiempo de transición de la premenopausia o menopausia (tiempo que transcurre entre la edad fértil y el periodo posterior a los 12 meses sin menstruación dentro de la edad promedio de 51 años) se asocia con profundos cambios hormonales en la mujer y aumenta exponencialmente el riesgo de problemas cardiovasculares a medida que van disminuyendo los estrógenos que nos protegen de estas incidencias.

La menopausia aumenta el riesgo de padecer problemas cardiovasculares

Los últimos estudios muestran cómo este periodo de transición es mayoritariamente proinflamatorio, los estrógenos (son un regulador maestro) funcionan juntamente con sus receptores implicados, no solo en la inflamación crónica de bajo grado, que es el principio de muchas enfermedades, sino también en la regulación celular y sus mitocondrias. Su disminución incrementa el envejecimiento y sus consecuencias como la degeneración cardiovascular, ósea y cerebral; estas hormonas durante la edad fértil incrementan la resistencia de los vasos sanguíneos a la arterioesclerosis.

En esta etapa de transición (climaterio) no significa que padezcas, sí o sí, estos problemas, pero sí se incrementa el riesgo. El envejecimiento celular junto a los niveles reducidos de las hormonas contribuye a estas anomalías previas.

"Como si la vida no nos diera tantos corazones rotos por amor, ahora vienen los estrógenos y nos dejan.  ¡No te digo, esto es un sinvivir!"

-Todo lo que puedo hacer para ganar estrógenos

Más allá de las hormonas implicadas hay factores que incrementan el riesgo de cardiopatías y la inflamación: estos comprenden el estilo de vida, la falta de nutrientes esenciales, la edad, toxinas medioambientales, factores genéticos o hereditarios, la hipertensión, ácido úrico elevado, el tabaquismo, el colesterol-triglicéridos elevados, los sofocos, la obesidad, el sedentarismo y la diabetes.

Los factores ambientales como los xenoestrógenos (estrógenos artificiales procedentes de materiales o químicos presentes en cosméticos, materiales de cocina, tetrabrik, edulcorantes artificiales, pesticidas, etc.) modulan los estrógenos propios circulantes e inducen a una mayor inflamación. Inclusive un exceso de metales pesados tóxicos puede generar problemas a nivel cardiovascular.

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El mejor camino es la prevención

Hasta hace poco tiempo nos centrábamos en el bajo consumo de grasas como mayor causante de la enfermedad cardiaca. Pero actualmente los estudios muestran cómo la inflamación crónica de bajo grado repercute en el endotelio (capa de células que recubre el interior de los vasos sanguíneos) pasando a ser una de las causas principales de los problemas cardiovasculares. Pudiendo afectar a la salud cardiaca en general, incluso, a los riñones.

Los estrógenos influyen de manera positiva en la biología cardiovascular al disminuir el tono vascular y potencia la vasodilatación y adicionalmente generar un efecto antiinflamatorio y antioxidante, que mejora el perfil de lípidos.

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En los caso de trombosis se puede hablar de una problema en la circulación sanguínea, como podría ser una sangre espesa -hipercoagulabilidad- que no solo depende de los estrógenos y las plaquetas sino también de los glóbulos sanguíneos y del líquido -lo que bebemos- que se absorbe en el intestino delgado y que nutre nuestras células. Entonces deberíamos pensar en aquellas mujeres que tienen estreñimiento, y estos líquidos absorbidos estarían repletos de toxinas por el estancamiento, que no son más que desechos celulares afectando a una mala hidratación tanto en los líquidos intracelulares como extracelulares. Esto es algo muy importante a recalcar sobre todo en las dietas llenas de alimentos basura, con mala hidratación y muchos restos intestinales.

¿Hay otros condicionantes?

El estrés, la ira, el miedo, la depresión, o la ansiedad (síntomas emocionales de la menopausia) y la falta de socialización son un factor determinante, que no solo minimizan la formación de hormonas sino también empeoran las enfermedades cardiovasculares y neuroendocrinas.

El estrés es un punto súper importante para considerar, ya que nuestra alimentación se asimila mejor en un estado de paz o de relax fomentando la función de la digestión; en caso contrario, no se asimilan bien los alimentos produciéndose disbiosis intestinal e inflamación, el hígado no funciona bien, el páncreas minimiza sus tareas, la vesícula no segrega bilis y el intestino no se mueve.

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Es muy importante saber qué tipo de bacterias tengo en mi intestino y cómo se comportan para poder prevenir muchas enfermedades cardiovasculares. Un desequilibrio intestinal -disbiosis- puede producir el sobrecrecimiento de bacterias proinflamatorias y empeorar la digestión y los problemas cardiovasculares. Sabemos que la digestión y la salud depende de cómo absorbes tus alimentos de hecho va a depender que tengas más o menos riesgo trombótico.

Ante situaciones que se perciben estresantes, el organismo reacciona con reactividad simpática produciéndose una mayor actividad cardiovascular, aumentando su presión sanguínea y frecuencia cardiaca, endocrina, liberando más adrenalina, noradrenalina y cortisol o de otras medidas como colesterol, triglicéridos, entre otras que generan grandes problemas de salud cardiaca.

Músculos y más músculos

Nuestros músculos son considerados un órgano muy importante para liberar muchas hormonas femeninas siempre y cuando se los ejercite. Su buen funcionamiento ayuda a combatir la resistencia a la insulina reduciendo los niveles de glucosa en sangre (azúcar). También tener una masa muscular en proporciones adecuadas es cardioprotector ya que libera hormonas que ayudan a disminuir la oxidación arterial y nos ayuda al bienestar y equilibrio emocional.

Cómo debe ser la alimentación en la menopausia

Es muy importante no solo la cantidad que ingerimos sino qué comemos. Una ingesta elevada de alimentos refinados, llenos de almidones y azucares producen una subida de azúcar en sangre provoca niveles altos de insulina, resistencia a esta, desequilibrios hormonales, estrés oxidativo y en consecuencia inflamación de bajo grado y finalmente problemas cardiovasculares.

Este tipo de alimentación suele conducir a problemas en al salud bucal. Sabemos desde hace tiempo que los problemas periodontales -que empeoran en la menopausia- no solo afectan a la salud del aparato digestivo sino también a la biodisponibilidad del óxido nítrico y éste es fundamental para una adecuada función del endotelio. El ácido nítrico lo puedes encontrar en la remolacha, ajo, cacao, verduras de hoja verde, sandía, frutos cítricos, entre otros.

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Hablemos de grasas

Las grasas saludables representan una reserva energética, forman parte de la función estructural de las membranas celulares. Tienen una función reguladora de nuestras hormonas y protegen nuestros órganos vitales. Hoy la evidencia científica nos muestra que los ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados tienen su papel importantes en la función cerebral, en las neuronas, en la función celular y son indispensables para la salud cardiovascular. Las podemos encontrar en frutos secos crudos, aguacate, semillas, aceite de oliva virgen extra, etc.

Con respecto al colesterol endógeno, debemos puntualizar la importancia que tienen para la producción de la vitamina D. Tener exceso de colesterol es malo, pero tener falta de colesterol también lo es, sobre todo para hacer frente a la inflamación y su carencia puede causar neurodegeneración.  Este desequilibrio en el colesterol puede causar también un bloqueo de la coenzima Q 10, vitamina K2 fomentando calcificaciones en las arterias y el envejecimiento. De hecho, hay estudios que muestran que en mujeres que tienen más de 270 mg/dL de colesterol tienen menos mortalidad.

Entonces ¿cuál es la grasa verdaderamente peligrosa?

La trans, es un ácido grasos insaturados muy dañino para nuestra salud. Las encuentras en las margarinas alimentos procesados, aceites, parcialmente, hidrogenados, etc.

Claves para la prevención

  • Naranja te quiero naranja, ¿qué hay de la vitamina C? otro suplemento/alimento fundamental para la salud endotelial. Baja cantidad de vitamina se produce bajo colágeno o colágeno de mala calidad. Lo que hace que la pared arterial se inflame y haya tendencia a la fragilidad capilar.
  • ¿Tomas suficiente selenio o magnesio?: Su carencia puede producir problemas cardiovasculares. Una buena fuente son las nueces de Brasil y en el caso de magnesio, el cacao.
  • Cobre, vitamina B12 y B9: están relacionados directamente con la tensión arterial y la enfermedad coronaria. Podríamos encontrar cobre en la mostaza, el chile, el eneldo, el curry, los clavos de olor, el cilantro, las almendras pistachos, el limón champiñones, cacao rábanos y judías. Y las del grupo B en: hortalizas de hoja verde, cítricos, legumbres, hígado y riñones, leche y huevos de animales que pastan.
  • Atención a los suplementos de calcio: un calcio mal suplementado puede calcificar las arterias provocando un mal mayor haciendo las paredes arteriales rígidas.
  • Cuidado con la sal de mesa procesada: en el proceso de refinamiento pasa por temperaturas de más de 600° alterando sus propiedades y añadiéndole aditivos tóxicos. Las más recomendables:  sal del Himalaya, la sal del mar o sales integrales siempre en dosis adecuadas.  La restricción de sal produce una reducción del ácido gástrico fomentando la disbiosis intestinal y entramos en un círculo vicioso.
  • Incluye fitoestrógenos: son cardioprotectores y regulan el exceso y déficit hormonal.
  • La dieta más recomendada: alternar es lo mejor, unos días dieta mediterránea, otros, recurre a paleo, otras, a la vegetariana. Siempre aportando la cantidad necesaria de proteínas y fibra.
  • Cuida de tu hígado: eliminar toxinas es fundamental para mejorar la inflamación y la eliminación de toxinas.
  • Todo esto dentro de una buena gestión del estrés, practicando el arte de la respiración, practicar deporte tanto de fuerza como aeróbico, tener una dieta saludable, mantener un peso adecuado, practicar el arte de la calma, eliminar el tabaco y los excesos de alcohol, tener contacto con la naturaleza, respetando los ritmos sueño vigilia y practicando el arte de la gratitud.

Nota: Consulta con tu médico para que te indique los suplementos que se adecuen más a tu salud.

 

REFERENCIAS

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