Cuando hablamos de migraña no estamos hablando de un simple de dolor de cabeza, y quienes la padecen (más de cinco millones de personas en nuestro país) lo saben bien. De hecho, no todas las migrañas se presentan con dolor, aunque sea lo más frecuente es que este sí aparezca como resultado de la dilatación de las arterias que se encuentran en el cráneo.
Los síntomas de las migrañas pueden ser muy variados, y solo con tiempo y observación podemos llegar a identificarlos con claridad e incluso anticiparnos a ellas.
Uno de los principales problemas a la hora de tratar las migrañas es que sigue siendo una enfermedad poco diagnosticada, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud la considera una de las diez causas principales de discapacidad. Es cierto que la migraña es una enfermedad difícil de manejar y que la mayoría de los pacientes tienden a la automedicación y al abandono de los tratamientos prescritos, lo que también dificulta que se avance en el diagnóstico y en la investigación acerca de sus causas.
Las causas de las migrañas van a variar en cada persona en función de su sensibilidad a determinados factores y de su predisposición genética. Así, podemos padecer migrañas por cambios hormonales (en el caso de las mujeres), por cambios de clima o de presión barométrica, por realizar un ejercicio físico muy intenso, por determinados medicamentos como los anticonceptivos orales, etc.
Recientemente se ha prestado mucha atención a la posible relación entre las migrañas y el aparato digestivo, y todo apunta a que, si queremos mantenerlas a raya, debemos prestar mucha atención a lo nuestro estómago sufre.
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Tus migrañas pueden estar relacionadas con tu aparato digestivo
Al parecer, el intestino tiene mucho que ver con las migrañas. Se trata de un camino de doble dirección, ya que determinados problemas del aparato digestivo pueden favorecer la aparición de migrañas, y al revés: las personas que padecen migrañas tienen más posibilidades de sufrir complicaciones en el aparato digestivo.
Tras diversas investigaciones se ha llegado a la conclusión de que las personas que sufren con frecuencia problemas gastrointestinales, como estreñimiento, reflujo, náuseas o diarrea, experimentan más dolores de cabeza que el resto. La enfermedad celíaca y el síndrome del intestino irritable también parecen guardar relación con las migrañas. Es cierto que se dice, con base científica, que el estómago es nuestro segundo cerebro, pero aún falta determinar cuál es la conexión que existe entre uno y otro en relación a las migrañas.
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El vínculo entre las migrañas y el aparato digestivo también queda de manifiesto cuando se comprueba que si logras que desaparezcan tus dolores de cabeza tu estómago estará mejor, y que si logras eliminar tus problemas estomacales también podrán desaparecer tus migrañas.
Por otra parte, debemos prestar atención a lo que comemos, ya que algunos alimentos pueden favorecer la aparición de migrañas, como los quesos curados, los alimentos salados, o los alimentos ultraprocesados; endulzantes como el aspartamo también pueden desencadenar una migraña, y ciertas bebidas como las que contienen alcohol (el vino la que más) o las que tienen altas dosis de cafeína.
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