La rúcula es una hortaliza que podemos encontrar en toda la zona mediterránea, y que, desde hace un tiempo, está jugando un papel bastante importante dentro de la cocina de los mejores restaurantes españoles.
Es la gran desconocida, pero fantástica para una dieta equilibrada, variada y sana, ya que su composición nutricional es excelente. Además, es un excelente acompañante de multitud de alimentos. Tiene una composición nutricional envidiable ya que contiene muy pocas calorías, por lo que es ideal para las dietas de adelgazamiento, y su contenido en vitaminas y minerales es muy alto.
Dentro de estos micronutrientes, hay que destacar como los más importantes la vitamina A y ácido fólico (vitamina B9) , pero sobre todo el hierro y la vitamina C (que ayuda a la absorción del hierro). Por esto mismo es ideal para personas con tendencia a la anemia y, muy en concreto, para las mujeres deportistas que tienen más predisposición a sufrirla. Además, tiene efecto diurético, evita la astenia y cansancio general y es recomendado para personas diabéticas y con colesterol alto. Otras de sus propiedades, es su elevado poder antioxidante y anticancerígeno debido a su contenido en flavonoides y carotenoides.
También podemos apreciar en la rúcula una cantidad considerable de fibra, que mejora el tránsito intestinal. Por último, destacar el alto contenido en triptófano, un aminoácido esencial que participa en la liberación del neurotransmisor serotonina -que participa en la regulación del sueño y el placer (se le considera un afrodisiaco)-.
¿Cómo consumir la rúcula?
Puede añadirse a ensaladas, patatas, pasta, arroz, pizzas, carnes y pescados crudos. Hasta hace poco, la rúcula no se consumía porque se la consideraba una mala hierba, pero, a día de hoy, al descubrirse sus magnificas propiedades, se están empezando a utilizar en restaurantes de alta cocina.La rúcula destaca por su sabor especial y agradable, entre amargo y picante, muy fácil de combinar con gran variedad de ingredientes y diferentes aderezos. A continuación, os pongo una receta exquisita para poder empezar a introducir la rúcula en nuestra alimentación.
Ensalada de rúcula con nueces, carpaccio y queso
- 200 gr de rúcula
- 60 gr de nueces peladas
- 70 gr de carpaccio de ternera
- Queso semicurado rallado
- Sal
- Vinagre de módena
- Aceite de oliva virgen extra
Colocamos la ensalada de rúcula en un plato. Repartimos por encima de la ensalada de rúcula el carpaccio y las nueces y sazonamos. Esparcimos el queso sobre la rúcula y el resto de ingredientes y aderezamos con el vinagre de Módena y el aceite de oliva virgen extra (con moderación).
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