¿Quieres convertir tu dormitorio en un espacio de relajación y bienestar? Sigue las claves del diseño biofílico que te contamos a continuación y verás lo fácil que resulta.

Objetivo: bienestar

Nuestra casa debería ser siempre el lugar en el que mejor nos sentimos. Un hogar al que sea un placer llegar cada día, después de una agotadora jornada. Pero para conseguirlo es necesario que nos impliquemos en la tarea de crear el mejor espacio para nosotros, de forma que responda a nuestras  propias necesidades.

Por eso el objetivo a perseguir ha de ser siempre sentirnos bien, en estancias en las que podamos olvidarnos del estrés, de las obligaciones laborales, etc. Descubre cómo lograr un ambiente más sereno gracias al diseño biofílico.

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¿Qué es el diseño biofílico?

Esta corriente decorativa, que surgió en el ámbito de la arquitectura y del interiorismo que aboga por conectar la naturaleza y la arquitectura, incorporando elementos naturales en nuestros espacios.

La clave está en lograr que en todas nuestras estancias sintamos la sensación de estar en contacto con la naturaleza, para disfrutar del bienestar y de los beneficios que eso produce. Hay muchas estrategias para adaptar las bases del diseño biofílico a nuestros espacios, desde usar materiales naturales, como asegurarnos de que el aire que se respira en casa es limpio.

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Elige materiales naturales y formas orgánicas

Para lograr un dormitorio decorado según las bases del diseño biofílico debes apostar por los materiales naturales como la madera, piedra natural o las fibras vegetales. Utilízalos en los muebles y en los revestimientos, así como en los complementos y objetos decorativos. También es aconsejable elegir elementos de líneas suaves y formas orgánicas que creen entornos sencillos.

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La luz natural, un factor clave

Los beneficios de contar con luz natural en nuestras casas están sobradamente demostrados. Los espacios luminosos elevan nuestro estado de ánimo y favorecen la buena salud.

Una de las claves del diseño biofílico es la gran importancia que le concede a la luz natural, en toda la casa y también en el dormitorio. La luz natural contribuye a que nuestro reloj biológico interno funcione correctamente, y beneficia nuestro descanso cuando cae el día y comienza la noche.

Lo ideal es contar con un dormitorio luminoso de día y oscuro de noche. Si necesitas modular la luz natural, puedes emplear cortinas ligeras o estores en las ventanas.

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Aire limpio y saludable

El primer paso para lograr un buen ambiente para dormir en la habitación es que el aire que se respire en ella sea puro. Para ello lo primero que debes hacer es ventilar el cuarto a diario asegurándote, si es posible, de lograr una ventilación cruzada que es la más efectiva. No hace falta abrir las ventanas durante horas. Bastan unos 15 minutos para renovar el aire del interior.

También es aconsejable colocar un purificador de aire que ayude a limpiar la atmósfera del dormitorio de posibles sustancias nocivas. Esta es una solución adecuada, sobre todo, para personas que presentan una alergia a los ácaros del polvo. Este tipo de aparatos están provistos de filtros HEPA de alta eficiencia capaces de atrapar las partículas más diminutas.

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Plantas que purifican el ambiente

Seguramente hayas oído en alguna ocasión que no se deben tener plantas en el dormitorio porque nos roban el oxígeno mientras dormimos. Por suerte, hoy sabemos que esta afirmación es un mito, y que necesitaríamos convertir nuestro cuarto en una jungla para notar algún efecto de este tipo.

En general, las plantas son buenas compañeras también en el dormitorio. Sobre todo, si elegimos algunas especies consideradas plantas purificadoras porque son capaces de absorber y neutralizar ciertas sustancias potencialmente tóxicas. Algunos ejemplos son: el poto (Epipremnum aureum), el ficus (Ficus benjamina) o el espatifilo (Spathiphyllum wallisii).

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Los colores más serenos

El diseño biofílico persigue el bienestar. Los colores, al igual que la luz o los sonidos, pueden resultar serenos y tranquilizantes, o todo lo contrario. Elige tonalidades suaves y neutras, que no sean estridentes ni tampoco estimulantes.

Pueden resultar muy elegantes, pero los colores muy oscuros no ayudan a reducir el estrés. Opta por tonos fríos que te predispongan al descanso y a un sueño reparador.

Conviene saber: el verde es el color estrella en el diseño biofílico, el color de la naturaleza. El verde, en todos sus tonos, evoca lo natural.

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Elige ropa de cama de tejidos naturales

Después de la enorme cantidad de tiempo que pasamos durmiendo, es esencial elegir ropa de cama de calidad y que, además, sea de nuestro gusto.

Para ello es siempre recomendable optar por tejidos naturales que sean transpirables, como el lino o el algodón. Son los más adecuados ya que absorben la humedad y proporcionan confort, de forma que nuestro cuerpo regula mejor la temperatura y así disfrutamos de un sueño más agradable.

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¿Un detalle biofílico? Una fuente de agua

Si quieres añadir a tu dormitorio un detalle decorativo que te ayude a crear una atmósfera de relax, elige una fuente de agua, conéctala a la red eléctrica y disfruta del suave murmullo del agua al correr. No tienes por qué tener la fuente funcionando toda la noche, sino que puedes disfrutar de su agradable sonido relajante un rato antes de acostarte. Así podrás conciliar el sueño sin problema.

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