Ficus benjamina
Es una planta muy apreciada en decoración, y otra que de las que se sitúa entre las elegidas por la NASA para purificar el aire de los espacios cerrados. Ya que, al igual que el poto, se deshace del formaldehído, el xileno y el benceno
El Ficus benjamina puede alcanzar los 30 metros de altura, y sus hojas de color verde intenso entre unos 6 y 13 centímetros de largo. Además, da frutas cuya apariencia se asemeja a la de los higos.
Es oriunda del sureste de Asia, pero también crece en el sur y norte de Australia.
Cuidados
Aunque debe colocarse en espacios con mucha luz, hay que evitar exponerlo al sol de forma directa (de lo contrario, podría quemarse). En cuanto al exterior, prefiere la semisombra.
Su temperatura idónea sería a partir de los 13 grados, mientras que en la temporada estival puede sobrevivir a los 24 grados.
Se aconseja darle un pequeño rociado día a día para mantenerlo húmeda, pero sin encharcarlo.
En primavera, es normal que se caigan sus hojas. Sin embargo, es importante prestar atención si ocurre de forma reiterada porque podría deberse a que está colocado en una zona fría o le dan mucho las corrientes.
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