El sedum burrito cautiva por su estética y su facilidad de mantenimiento

Se trata de una preciosa suculenta de largos tallos colgantes de una forma espectacular, que recuerda a la cola de un burro, de ahí que el sedum burrito (Sedum morganianum) tenga otros apelativos, como directamente cola de burro o cola de borrego.

De esta planta nos gusta que sea muy agradecida, pues con muy pocos cuidados lucirá espectacular, además, es una variedad segura si convives con hijos pequeños o tienes animales. Toma nota de estos consejos y disfruta de su espectacular belleza.

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En exterior, plántala en maceta

Esta planta tropical nativa del sur de México y Honduras es muy resistente a la sequía y al calor, no así al frío y al exceso de agua. Salvo que residas en Canarias, donde las temperaturas invernales son realmente suaves y no baja demasiado el mercurio, deberás plantarla en maceta para protegerla del frío durante los meses invernales.

El rango de temperaturas en el que el sedum burrito se siente cómodo y prospera bien es entre los 10 y los 30º C.

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Cómo exponer el sedum burrito

Sus peculiares tallos pueden alcanzar bastante envergadura y superar el metro de largo, así que como luce mejor esta planta de porte colgante es en cestas o bien en los estantes altos de una librería (para que puedan dejar apreciar la singular caída de estos tallos con hojas carnosas, que parecen imitar el trenzado de la cola de un burro).  

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¿Es muy amante del sol?

Le gusta la claridad y los ambientes luminosos, pero ten la precaución de no exponer al sedum burrito a sol directo o quemarás sus hojas. En la imagen vemos a la cola de burro en flor, algo para lo que la iluminación es clave.

También debes evitar que esta planta suculenta esté expuesta a fuentes de calor cercana o corrientes de aire, para no perjudicar su salud.

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Consejos sobre el sustrato

Procurarle un buen drenaje del agua es todo lo que necesita, así que no dudes en plantarla en sustrato específico para suculentas, que es ligero y no retiene la humedad. Ten en cuenta que el agua es uno de los principales enemigos de la cola de burro, que tolerará mejor la sequía que el exceso de riegos o el agua encharcada.

¿Quieres hacer tú la mezcla? Pues suma al sustrato universal abundante arena o perlita para airearlo.

Por su parte, es una de esas suculentas (y no es lo habitual) que va a agradecer bastante que la fertilices en primavera y verano, aunque no te pases con el abono ni le des nutrientes durante el periodo de latencia, ya que no será beneficioso para la planta.

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Riego muy moderado

Las suculentas o plantas crasas retienen grandes cantidades de agua, de ahí que no haya que sufrir por un riego frecuente, en concreto la cola de burro va a querer agua solo cuando la tierra se haya secado. En otoño debe disminuir la frecuencia para que, en invierno, sea casi inexistente. ¿Nos crees ahora cuando te decíamos que es una planta muy fácil de cuidar?

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Cuidado con el trasplante

Solo te aconsejamos cambiar la planta a un nuevo contenedor cuando el actual se le haya quedado pequeño, pues es una operación que entraña algo de complicación dado que los tallos son delicados y podrían desprenderse. Además, selecciona un tiesto no excesivamente mayor que el que tenga, para que se adapte bien al trasplante. La época ideal para realizar este trabajo es la primavera.

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¿Quieres propagar el sedum burrito?

Las suculentas, por regla general, son muy fáciles de multiplicar mediante esquejes. No te compliques sembrando semillas, bastará con retirar delicadamente alguna hoja entera y sana y plantarla en tierra ligeramente húmeda. A partir de ahí, en una semana ya desarrollará un brote, siempre que se encuentre a una temperatura de unos 25º C y en un lugar luminoso.

Una buena época para realizar esquejes es el otoño o bien la primavera.

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Detectar plagas o problemas de salud

Si carece de la luminosidad que necesita probablemente sus hojas se tiñan de una tonalidad más amarilla, así que la solución es trasladar el sedum burrito a un ambiente con más luz natural. Vigila que no comiencen a aparecerle manchas negras y de ser así, disminuye drásticamente el riego.

Además, chequea que no le ataquen animales. Las plagas más frecuentes para esta suculenta son los pulgones, las cochinillas, los ácaros y la mariposa blanca, y por regla general aparecen solo durante los meses de verano.

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