La variedad de naranja sanguina destaca por su color, y al mismo tiempo por tener un sabor diferente, que recuerda un poco al de los frutos rojos. Se utiliza en diferentes platos y es una excelente fuente de vitamina C y otros antioxidantes, que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y a combatir los radicales libres en el cuerpo. Esta ensalada no defrauda, porque presenta varios contrastes tanto de sabor como de color y texturas.
- 2 ud de Naranja sanguina
- 2 ud de Aguacate
- 250 g de Garbanzos en conserva
- 100 g de Pistachos pelados
- Pimentón agridulce
- Ajo en polvo
- Cebolla en polvo
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
- Zumo de limón
- Germinados
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1.
Pela las naranjas 'a lo vivo', esto es sin dejar ninguna piel blanca y córtalas en rodajas. Reserva.
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2.
Escurre bien los garbanzos en conserva y sécalos con papel de cocina.
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3.
Incorpora los garbanzos en un bol y añade el pimentón, el ajo y la cebolla molidos, sal y aceite de oliva y mezcla bien.
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4.
Echa los garbanzos en un recipiente apto para la freidora de aire y programa 10 minutos a 200ºC.
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5.
Parte los aguacates por la mitad, quita el hueso y trocea la pulpa en láminas.
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6.
Mezcla en una ensaladera las naranjas, el aguacate y los pistachos.
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7.
Prepara una vinagreta en un bol con aceite, zumo de limón y sal.
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8.
Adereza la ensalada, sirve en los platos y añade los garbanzos crujientes y unos germinados.
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